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Capítulo 29

Había dado el paso más importante, no fue como lo planeé y de todas maneras resultó siendo tan fatal como me lo esperaba. Lo peor ya había pasado, lo que más temía ya había sucedido. No existía algo que me detuviera ahora, ¿cierto?

— No todo está perdido Mai — Nayeon interrumpió mis pensamientos. Al otro día de aquella fiesta, me levanté tarde, me reporté con mis padres e hice el desayuno para ella y para mí. Jeongin seguía durmiendo.

— ¿De qué hablas?

— La última vez que Minho encontró a Jisung en ese estado, terminó con la fiesta, incluso llegó la policía — narró mientras sostenía su vaso con jugo — Anoche creí que sería igual, pero se olvidó del asunto tan pronto te vio. Creo que es una buena señal — me reí ligeramente.

— ¿Te parece? — deseaba ser así de positiva como ella — Nayeon, ¿sabes por qué Minho cuida tanto a ese chico? — sentí curiosidad por lo que había visto y por lo que ella me había comentado.

— No tengo idea — me quedé observándola y ella rio nerviosamente.

— Vamos, se trata de ti. ¿De verdad no sabes? — ella se mordió el labio, cedió rápido.

— No lo sé todo con detalles y odio contar chismes incompletos o sin confirmar, pero ya que eres tú, haré una excepción — me dispuse a prestarle mi completa atención — No es la gran cosa, es lo que he podido averiguar por mi cuenta. Jisung tiene problemas, es obvio, aunque no sé cuáles. En resumen, es un chico con problemas y creo que por eso Sun Hee nunca lo deja solo, ella lo cuida. Minho también empezó a hacerlo, en especial cuando su relación con Jeongin inició.

— ¿Por qué?

— Ya sabes el estilo de vida que lleva Jeongin. No es el ambiente ideal para un chico que ya tiene problemas. Además, algo pasó, hubo un detonante para que Minho se pusiera aún más severo — detalló. Quería saberlo todo Minho, pero nunca pude tenerlo claro.

— ¿Le has preguntado a Sun Hee? — Nayeon comenzó a reír luego de escuchar mi pregunta.

— Mi querida Mai, si Minho es alguien difícil, Sun Hee lo es mil veces más. Se ve tierna, pero esa niña tiene mucho carácter — escuchar eso me hizo sentir algo perdida. Entre más sabía, más sentía que ella y tú eran perfectos juntos, más fuera de lugar me sentía. Supuse que era mejor así.

Mis días libres se acabaron, tenía que iniciar clases.

— Creí que ibas al instituto en compañía de Jisung — hablé cuando comencé a caminar a tu lado. Te sorprendí, dejaste de caminar tan pronto escuchaste mi voz, tus ojos se pusieron sobre mí, en especial en mi uniforme.

— De todos los institutos, ¿aplicaste en el mío? ¿En serio? — comentaste con fastidio. Era difícil, pero tu actitud no me iba a detener.

— Por supuesto, incluso pasé el examen con la mejor nota, ¿no es genial? — mostré mi mejor actitud, aún cuando eso podía hacerte enojar aún más.

— No, no lo es — y dicho esto, caminaste de nuevo, dejándome allí. Te seguí.

— ¿Te vas directamente al instituto? ¿Ni siquiera vas a pasar por Sun Hee? Es lo mínimo que...

— ¿Cómo sabes de Sun Hee? — te hiciste frente a mí de una manera tan intimidante. Tu entrecejo arrugado, el enojo en tus ojos. Me cruce de brazos mientras seguía analizando tu rostro.