My star |• kookmin.

Capítulo 38

Su vida amorosa era un caos, jamás había tenido suerte. Siempre se sintió presionado, pensó que debía ser el chico perfecto, amoldarse a las demás personas y de esa forma tener una relación duradera.
Pero se dió cuenta de que había estado equivocado todo este tiempo.
Nunca le dijo a Taemin que su color favorito era el azul, porque a él le gustaba el verde.

Jimin se dió cuenta de lo patético que había sigo al dejar de ser él mismo por alguien más.

Pero, esa noche había decidido que finalmente tomaría la iniciativa y haría algo que él quería hacer.

—Jimin — murmuró Jungkook.

Seguía procesando las palabras del menor, las cuales esperaba no haber confundido. Giro su rostro y lo encaro de frente.

Jimin se encontraba sentado sobre sus rodillas en la cama. Tenía una pequeña sonrisa pintada en sus labios, pero eso no fue lo que llamo su atención, sonó el hecho de que llevo sus linda manos a su camisa comenzando a desprender los botones  frente a él.

— No hagas eso — lo o detuvo, pero Jimin aprovecho la situación y lo besó.

Sus labios se encontraron tal como lo habían hecho anteriormente. Jimin rodeo el cuello del mayor y se acercó a él, Jungkook llevo sus manos a sus caderas.
Sus lenguas se encontraron rápidamente y un pequeño suspiro escapó de los labios de Jimin.

— Es la primera vez — susurro cuando sus labios se alejaron.

— ¿Qué?— lo observó Jungkook.

— Será la primera vez que...no estaré bajo los efectos del alcohol cuando me beses nuevamente Jungkook — sonrió.

El pelinegro lo observó por unos cuantos segundos antes de devolverle la sonrisa tomando su rostro uniendo sus labios nuevamente. La sensación era exquisita.

— Si haces esto solo por alguien en particular, no dejaré que sigas, Park — advirtió.

—Ambos tenemos nuestras estúpidas razones para todo señor pero, en este momento, finjamos que somos la razón del otro.

— Hecho — asintió.

Jimin suspiro cuando Jungkook comenzó a bajar sus beso por su mandíbula mientras quitaba su camisa. El solo llevo sus manos a los pectorales del pelinegro clavando sus pequeñas uñas roma en su pecho cuando este mordió su cuello dejando húmedos besos a lo largo de el.

— Ummg ah~hh — cerró sus ojos disfrutando de sus besos.

Entre furtivas caricias, Jungkook recostó el esbelto cuerpo de su asistente sobre la cama colocándose entre sus piernas comenzando con un pequeño recorrido de besos desde el vientre. Sus labios se entretuvieron en sus deliciosos pezones.

— Ah~hh — llevo sus manos a la cabellera del mayor — Señor... ah

Jungkook  chupo con fuerza y mordió su areola lamiendo mientras se ocupaba del otro con su mano. Luego subió a su cuello dejando marcas a su paso. Sus manos acariciaron cada porción de piel hasta desnudar al menor.

— ¿Estás seguro de esto verdad? — pregunto — Yo, en verdad no quiero que luego te arrepientas, Jimin — confesó Jungkook.

El menor solo le dedicó una hermosa sonrisa mientras acariciaba su mejilla con delicadeza.

— Acaba de hacerlo.

— ¿Qué?

— Dijo mi nombre señor —susurro y Jungkook rió — Yo, en verdad confío usted, quizás no me crea, pero lo hago señor. Quiero hacerlo— susurro con un pequeño sonrojo.