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Tae ayudó a su abuelita a recoger todas las cosas que habían llevado. Mientras lo hacía volteó hacia la banca en la que había estado anteriormente, pero ya no vió al pelirrojo. Se le hizo un poco extraño pero lo dejó pasar.

Luego de que la señora Rhee se lavara las manos y tuviera listo el carrito con sus cosas de jardín, tomó la manita del castaño para cruzar la calle hacia la casa del señor Won, pues estaba segura de que su nieto no lo había olvidado aún.

-Bueno, aquí estamos. -Habló la mujer hacia el menor y este rápidamente analizó el lugar con la mirada, tratando de encontrar una forma para adentrarse al patio trasero de la casa. -Sí, está justo como lo dejé la semana pasada. -Mencionó orgullosa.

-Abu, ¿puedo ir allá mientras te espero? -Cuestionó señalando el otro lado de la acera.

-No estoy segura, si dices que viste a alguien en el patio...puede que ya haya llegado un nuevo vecino. -Respondió mirando al castaño con comprensión.

-No se ve que hayan personas abu. Solo qui-

-¡Hola! -una dulce voz interrumpió las palabras del menor- ¿sucede algo?

Taehyung observó a la joven mujer frente a él. Era bonita, tenía una sonrisa que contagiaba al pequeño castaño y además, olía bien.

-Disculpe, solo estabamos viendo las flores. -Habló la señora Rhee. -¿Es la nueva vecina?

-Sí, apenas hace unos días llegamos al vecindario. Mucho gusto, soy Eun. -Saludó extendiendo la mano hacia la mujer mayor y esta correspondió.

-Yo soy la señora Rhee, él de aquí es mi nieto Taehyung... vivimos a lado. -Mencionó con una sonrisa cálida.

-Oh, yo tengo un hijo igual de pequeño que tú. -Habló hacia el menor tocando la cabellera de este.

-¿De verdad? -cuestionó con sorpresa- ¿dónde está él?

-Ahora está viendo televisión, si gustan pasar puedes verlo. -Dijo con amabilidad.

-¡Sí! -Tae daba brinquitos- ¿podemos pasar abu? -cuestionaba mirando a la señora Rhee.

-Primero tenemos que dejar esto en casa. -Tae la miró triste. -Hagamos algo, puedes esperar con la vecina mientras yo voy a la casa ¿te parece bien? -el castaño asintió feliz, estaba seguro que el niño del que hablaba la joven mujer era su amigo del parque- Bien, no tardo.

Eun sonrió y tomó el hombro de Taehyung para que la acompañara adentro. El castaño caminaba feliz y nervioso al mismo tiempo. Una vez que Eun abrió la puerta, Tae observó que la decoración de la casa era muy hermosa, pero se veía un poco descuidada.

-No prestes atención a las cajas. Aún no terminamos con la mudanza. -Dijo orillando una de estas del camino. -Listo, ahora...la sala está por acá. -Taehyung la siguió pero cuando llegaron ahí no había nadie, incluso el televisor estaba apagado.

-¿Y su hijo? -cuestionó Tae.

-Aquí estaba hace unos momentos. -Respondió arrugando su entrecejo. -Tal vez se aburrió y fue a su habitación. Iré a ver ¿sí? -el castaño asintió. -Puedes sentarte en la alfombra si quieres.

Así pues, mientras Taehyung se sentaba en el suelo, Eun subía las escaleras hasta la habitación de su hijo. Cuando llegó vió que este estaba acostado sobre el suelo, mirando el techo.

-Hobi, bebé ¿que pasa? -se acercó hasta el menor para tomarlo en brazos, este comenzó a hipar. -Oh, mi pequeño... no llores. -Decía mientras acariciaba su cabellera. -¿Qué sucede?

El pelirrojo nunca le dijo el motivo de su llanto, solo se dejó abrazar por su madre hasta que se calmó. -¿Ya estás mejor? -el pequeño asintió- Bien, vamos abajo. Tenemos un pequeño invitado hoy. -Habló dejando al menor en el suelo de nuevo. Tomó su manita para salir de la habitación pero este se negó.

Eun miró al pequeño y le limpió las mejillas. Entendía que su hijo no era muy sociable y solía ponerse así cuando alguien desconocido llegaba a casa. Todo era culpa de Seung y su idea de hacer del pelirrojo alguien frío y apático para los negocios.

Agachandose a la altura del menor, Eun liberó un poco de su aroma haciendolo sentir un poco más seguro. Le regaló una sonrisa y lo incitó a salir de nuevo de la habitación. Hoseok daba pasos pequeños, tratando de nunca bajar por las escaleras, pero para su mala suerte lo hizo.

Mientras bajaban a la parte inferior de la casa, Hoseok ya podía visualizar la cabellera castaña en la sala. Ese niño lo había seguido hasta su casa, tenía un poco de miedo. Tal vez venía a decirle a sus padres que hizo enojar al señor de los helados. A decir verdad, su mente le hacía crear escenarios de donde eso era muy aterrador.

-Mira amor, él es Taehyung. -El mencionado volteó a verlos. -Tae, él es Hoseok.

El castaño sonrió y se puso de pie yendo hasta el pelirrojo. -¿Te acuerdas de mí? -cuestionó tocando el brazo del otro niño.

-¿Ya se conocían? -el castaño asintió. -Que sorpresa. Ya notaste que Hobi es un poco tímido entonces.

-¿Hobi?

-Es de cariño. -Eun sonrió y trató de acercar a Hoseok con el castaño. -Por que no juegan mientras preparo la cena, tu abuelita ya no a de tardar en venir.

Dejandolos solos, Taehyung fue el primero en hablar. -Tu casa es muy bonita, me gusta. -El pelirrojo solo se quedó de pie mirando el suelo. -También me gusta la alfombra. -Se había acostado en esta mirando hacia arriba frente al pelirrojo. -No hablas mucho. -Dijo y Hoseok no hacia nada más que mirarlo. -Tu cabello también me gusta, no había visto a un niño con tinte en el cabello.

-No es tinte. -Por fin habló y Tae sonrió levantandose de nuevo.

-Estoy seguro de que lo es. -Dijo tratando de molestar a su amigo. Este volteó a verlo.

-Así es desde que nací. -Mencionó enojado.

-¿Enserio? No te creo. -Hoseok cruzó los brazos.

-Es así por que mi abuelito así lo tenía. -Dijo y el castaño dejó escapar una risa.

-No te molestes. ¿Tu abuelito era el señor Won?

-Sí, ¿lo conoces? -Habló relajandose un poco.

-Mi abuelita me contó sobre él. Dijo que eran amigos de jardín. Hoy fuimos al parque a cuidar las plantas de tu abuelito. -Tomó asiento a lado del pelirrojo.

-Nunca conocí a mi abuelo, pero mamá me enseñó varias fotografías de él. -Sin pensarlo, estaba hablando con alguien más aparte de su madre.

Hoseok no tenía mucha confianza con las personas a excepción de su madre, que ahora estaba feliz observando desde el umbral de la cocina como es que su pequeño hacía su primer amigo. Pensó que este saldría a buscarla o comenzaría a llorar, pero no fue así.

Con un poco mas de tranquilidad volvió a la cocina, no sin antes atender la puerta. La señora Rhee había llegado haciendole compañía a los niños, pues Eun le había dicho que no tomara molestias en la cocina, eran los primeros vecinos que le daban la "bienvenida" al lugar así que ella haría todo.

Luego de la agradable cena, Taehyung se despidió del pelirrojo, prometiendo volver al día siguiente para jugar juntos. La señora Rhee agradeció la comida y dejó para Eun un vino de los que el padre de Taehyung solía fabricar.
Así, Tae volvió a casa junto a su abuela. Sun lo esperaba en la sala para acompañarlo a tomar un baño. Luego de eso, lo llevó a su habitación arropandolo para que pudiera dormir. En cambio, el castaño se levantó de su cama para observar por su ventana, pudo notar que en la casa del pelirrojo había también una ventana que daba a la suya, aunque la distancia fuera larga, le hacía feliz pensar que ahora podía hablar con su amigo por ahí cuando no fuera a verlo a su casa.

Taehyung ya se imaginaba toda una vida junto a su amigo, como hacía siempre con los niños que conocía. Lo diferente esta vez, era que el pelirrojo no lo había señalado de distraído o raro, como solían hacerle sus "amigos" del lugar en el que vivía con sus padres. Eso lo hacía feliz, Hoseok era diferente.

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Galleтаs ||VHope||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora