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Namjoon había llegado a su casa, y con todo el valor que logró reunir en el camino le sonrió a su omega. Seokjin y él se habían conocido de la manera más peculiar que podía existir. El alfa era un total desastre en la escuela y ese bonito omega había sido su salvación. 

-Tienes que aprender a mentir mejor. 

-No me gusta hacerlo, prefiero que el maestro me de un castigo justo.

-Claro y yo tengo que soportarte una hora al día. 

Mentir mejor. Tres años y aún no sabía como hacerlo, Seokjin siempre lo descubría y justo ahora era lo que menos quería. -¿Cómo estuvo tu día hoy? -Cuestionó el pelimorado desde la cocina, Nam fue hasta él y solo lo abrazó. -¿Eso que significa? -Apagó la estufa y se dio la vuelta.

-Estoy bien. -Dijo con una sonrisa mostrando sus hoyuelos. 

-Ajá, tu aroma Joonie tu aroma. 

-¿Qué tiene? -Seokjin rodó los ojos y le devolvió el abrazo mimándolo un poco. 

-Nada, Lia ya debe estar lista para la cena. -Mencionó tomando la mano del alfa para luego caminar juntos hasta la habitación de la niña.

Una vez que entraron la pequeña saludó con emoción al alfa y corrió hasta él para abrazarlo. -¿Terminaste tus deberes? -Cuestionó y Lia asintió. -Entonces tu padre contará una nueva historia para ti. -Le dijo mientras salían rumbo al comedor. Realmente es todo lo que necesitaba para estar bien. 

Al final, si hacía o no el trabajo de la señora Wu iba a tener un gran cargo de conciencia y en ambos casos perdería a su familia. Así que prefería quedarse con ellos hasta que las  cosas fueran mal, como había dicho la mujer mayor.

Tuvieron una cena tranquila, Lia le había hablado sobre su escuela; a ella le gustaba mucho asistir y ver al pequeño Park. Cada que ella hablaba sobre ese niño a Nam le invadían los celos, su hija aún era muy pequeña para hablar de Park Jimin como solía hacerlo. Terminada la cena el alfa acompañó a la pequeña para que se lavara los dientes y después contarle una de sus tantas historias. 

-¿Quieres que apague la luz? 

-No, papá Jinnie tiene que venir todavía. 

-Está bien, lindos sueños. -Dejó un beso en su frente y después salió de la habitación.

Bajando las escaleras pudo ver a su pareja al final de estas, tenía los brazos cruzados y el ceño fruncido. -Me dirás que pasó, porque claramente no soy adivino.

-No ha pasado nada malo, solo tendré un par de vacaciones. -Explicó aún estando en las escaleras. 

-¿Vacaciones? Recién obtuviste el trabajo. -Lo miró molesto. -No quiero que mientas.

-Es la verdad Jin. -"Jin", el peligris nunca lo llamaba así.

-Claro -caminó hasta el alfa- solo diré que si descubro que ocultas algo realmente malo. -Dijo para al final pasar su mano por su cuello. Si, lo mataría. 

Namjoon solo pasó saliva nervioso. -Lia te está esperando.

-Ya lo sé. -Respondió pasando de él hacia la habitación de la niña. 

Así terminó el día para Nam, lo de tener vacaciones no había sido una mentira. Él realmente iba a quedarse en casa por un tiempo, pues no quería volver a estar en el mismo lugar que aquella desagradable mujer. Esperaba que la señora Wu solo se olvidara de su existencia y lo dejara en paz, por eso no diría nada acerca de su petición.

Para su mala suerte la madre de Seung no olvidaba nada ni a nadie, en especial si es que esa persona ya conocía sus intenciones. Por ello, Namjoon no esperaba que al día siguiente la mujer llegara hasta la puerta de su casa.

Luego de escuchar el timbre y bajar a abrir, su expresión mañanera cayó al suelo. -¿Qué hace aquí? -Fue lo único que atinó a decir. 

-No debería sorprenderte, conozco la dirección de todos mis empleados. -Respondió la mujer aún en el umbral de la puerta.

-Yo ya no trabajo para usted.

-¿Quién lo ah dicho? No puedes tomar esa decisión querido. Además todavía tienes que darme una respuesta, y eso no significa que debas quedarte en casa hasta que decidas que es lo mejor.

El alfa se quedó en silencio, estaba sentenciado a seguir trabajando con la señora Wu hasta que hiciera o no lo que le había pedido. Siendo sincero, tenía miedo, miedo a que cuando llegara el día de dar su respuesta y dijera que no, simplemente la mujer se deshiciera de él de una forma que no podía ni imaginar.

-¿Qué esperas? No vine hasta aquí solo para verte, de ahora en adelante me acompañaras a donde sea. -Dijo y se dio la vuelta para caminar de nuevo a su auto, donde otro alfa hacía guardia. 

Nam cerró la puerta y respiró un momento, después se asomó por la ventana solo para verificar que sí, el auto seguía en el mismo sitio. Resignado, volvió a su habitación. Seokjin seguía sumergido en sus sueños, así que decidió alistarse en silencio. Para cuando terminó salió de la habitación no sin antes depositar un cálido beso en la mejilla del omega, Seokjin lo sintió pero prefirió no abrir los ojos, aún estaba molesto con el alfa. 

Así el peligris salió de su casa sin decir a donde iba, motivo por el cual no tendría una buena bienvenida al volver, si es que lo hacía. 

-Me agrada tu actitud, sabes que es mejor hacer lo correcto aunque no quieras. -Habló la señora Wu una vez que Nam estuvo en el auto. -Vamos a ir a Gwangju para ver a mi hijo. 

Al escucharla el alfa se puso nervioso,  acaso planeaba obligarlo a dañar a la familia de su hijo ¿ahora mismo? Quería bajarse del vehículo, pero no lo hizo. 

Luego un viaje muy incomodo, por fin llegaron a casa de Seung. Eun había abierto la puerta y a diferencia de lo que esperaba, su suegra la saludó amable. Posteriormente la dejó pasar y llamó a Yoongi y Hoseok para que la recibieran también. 

-Mira que grande estás. -Decía la señora Wu mientras le sonreía al pálido. -Tu padre te ah cuidado muy bien. -Yoongi intentó devolverle el gesto pero solo formó una mueca en su rostro. 

-Madre, no te esperabamos tan temprano. -Apareció Seung con Hoseok en brazos, aún dormitando sobre su hombro.

-Tienes que conocer a alguien. -Dijo para después salir de la casa y llamar a Namjoon.

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Galleтаs ||VHope||Where stories live. Discover now