Chapter 12: Christie Eleison

1.3K 131 32
                                    


Christie Eleison

Sapphire se mordió el labio mientras veía a Emiya y Vergil partir. Sabía que podían cuidarse por sí mismos, pero se encontraban en los tramos finales del atardecer. Por mucho que quisiera decir algo, este no era el momento, debía concentrarse, ella tenía su papel, que era apoyar al detective Dwight con la batalla que estaba por venir, la cual dejaba a la mitad de ellos presente, al menos si no se contaba al que estaba dentro del vehículo. Pero, eso no significaba que todo el arreglo tuviera que gustarle. ¿Por qué no la eligieron a ella para dirigir la búsqueda? Si había alguien que conocía la flora y la fauna de Hoenn como la palma de su mano era ella. Pero no, estaba aquí, esperando. Nunca le gustaba esperar, significaba tiempo para pensar en cosas que no quería.

Como la conversación que tuvo recientemente con Emiya. Podía llamarla estúpida e ignorante, pero no se perdió la forma en la que actuó cuando dijo que admiró su coraje. Todo su cuerpo se puso tan tenso como una baqueta. No diría nervioso, nunca lo había visto nervioso. Ni cuando fueron emboscados por Seviper, o cuando atacaron la guardia en la que se vio obligado a luchar sin un pokemon. «Nervioso» no era una palabra que se pudiera asociar con Emiya Tohsaka. En cambio, fue como si estuviera... asqueado con la idea de que alguien lo admirase por algo, contemplándose indigno de recibir cualquier clase de atención positiva.

Sapphire frunció el ceño. Había llamado a su valentía «imprudencia», un rasgo que no era «digno de ser contemplado». Sapphire estaba viva gracias a la «imprudencia» de otra persona, por lo que no pudo evitar sentirse un poco enojada por lo que había dicho. Menospreció su esfuerzo, su capacidad, además de hacer lo mismo con el chico que la salvó, la persona que le permitió otra oportunidad.

En una situación normal, habría hablado en contra... o, para ser más exacto, en una situación normal ni siquiera se le hubiera ocurrido hablar de eso con alguien. Podía ser un idiota cínico, pero había algo, estaba segura, que la hacía gravitar a su alrededor. Como si tuviera las respuestas que buscaba a pesar de solo ser un año y algunos meses mayor que ella. Era tonto, lo sabía, pero, cuando lo miraba, percibía a alguien con mucha más experiencia de lo que dejaba ver.

Tal vez aquella apariencia de madurez le impidió replicar. Todo lo que dijo fue como si lo hubiera vivo hacía tiempo, aprendido de los errores de un tropiezo constante y una vida complicada. Casi como si hubiera estado en su situación exacta, años atrás, haciendo lo que a él le gustaba llamar «arrojarse de cabeza».

Sonrió ante los recuerdos de sus conversaciones. No se conocían hacía mucho, pero no iba a negar que le gustaba romper su compostura. No lo llamaría serio, pero era como si nada pudiera sorprenderlo, casi como si estuviese en guardia por todo y en cada segundo. Esos pequeños momentos en los que no sabía cómo actuar y parecía esperar a que su cerebro se reiniciara eran divertidos, esporádicos y entrañables. Por supuesto, nunca le diría nada de esto al idiota, lo último que quería era ser partícipe en aumentar su ego.

Tal vez estaba siendo demasiado dura. Era bueno escuchando, podía decirlo. También ayudaba el hecho de no sentirse estúpida sin importar las tonterías que soltara... No fue capaz de detener el rubor que subió a su rostro cuando recordó la vergonzosa noche de cocina. Fue la primera vez que se comportó de forma tan infantil en los últimos años, pero se alegraba de que no fuera un tema de discusión. Moriría de vergüenza.

—¿Por qué tardan tanto? — murmuró el detective.

El rubor actual fue por una razón completamente diferente. Iban a entrar en un combate, y aquí estaba ella, pensando en cosas que solo servirían como una distracción. Tendría tiempo para desentrañar el misterio que representaba su idiota compañero de viaje después.

Pokémon: Zafiro Oxidado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora