18.

148 20 14
                                    

Despertó tallando sus ojos para acostumbrarse a la iluminación comenzando a sentir su cuerpo pesado y adolorido luego de tantas horas acostada, se fijó a la ventana notando que todavía estaba oscuro.

—Duele. —Se quejó por la incomodidad en su hombro gracias a las vendas.

—Despertaste. —A su lado en una silla estaba Park, apenas despertándose al escucharla. Preocupado se acercó para verla. —¿Te sientes bien?

—Siento que estuve en otra dimensión. —Dijo intentando sentarse con ayuda del pelinegro debido a la pesadez que sentía. Pudo observar bajo su cuello un parche que cubría la herida que el mismo se hizo anteriormente. —¿Y tú? ¿Como estás?

—Mejor. —Sonrió levemente mientras apoyaba sus brazos en la cama. —Gracias por darme mi final feliz.

Confundida trató de levantarse.

—... ¿No eres SungHoon? —Con un leve suspiro negó observando sus ojos llorosos. —Pero... Yo hice todo...

—No te preocupes, me iré con mucho gusto. —Sonrió acariciando su mano. —Pero necesito que me acompañes a hacer una última cosa.

Yeorum se mantuvo en silencio hasta hasta ver como Eui Joo pasaba frente a la puerta, notando que ya había despertado.

—¡Yumi! —Corrió al otro lado de la cama para abrazarla delicadamente conteniendo su emoción. —Resultó bien, ya se acabó.

Al escucharlo frunció el ceño para ver a Park un poco nervioso. Por lo que creía, él seguía fingiendo ser SungHoon para que los demás crean que terminó, pero ella era la única al tanto de la verdad.

—Si... Pero me duele todo. —Ambos rieron abrazándose nuevamente. —¿Como me trajeron a casa?

—Cuando te dejamos sola, Ta—Ki encontró una escalera de emergencia que iba de una habitación. La abuela llegó y logramos distraer a los guardias para sacarlos.

—Yumi despertaste. —Su abuela entró dejando una bandeja al pie de su cama y darle un beso en su frente. —Me hiciste batallar con esa herida, te despertabas inconsciente por el dolor y volviste a dormir hasta ahora... Al fin acabamos esto.

Aún en brazos de su familia, no lograba quitar esa preocupación e incertidumbre que la mirada de SungHoon transmitía. Se veía tranquilo y en paz, pero seguía sin ser él y quien sabe lo último que deba hacer para finalizar aquella maldición. Sea lo que sea, solo quería acabar con ella, aunque esté lastimada.

— ¿Que debo hacer? —Habló llamando su atención y la de los demás.

Poniéndose de pie, extendió su mano mostrando el anillo. La piel alrededor de su dedo comenzaba a tornarse roja casi morada, como si se congelara.

—Al momento de mi muerte, seguí con vida unas horas y me echaron al agua, yo aún tenía el anillo cuando prometí regresar por mi amada hasta fallecer de hipotermia. —Contó tomando la mano de Yeorum. —Además de cumplir la promesa, también podían matarme destruyendo el anillo, pero él se iba conmigo... Muchas gracias por eso y perdón por lo que causé.

— ¿No podías detenerlo? —Preguntó Eui Joo separando la mano de Park para dejar a Yeorum tranquila.

—No, lo siento. —Suspiró regresando a Yeorum. —Antes del amanecer me habré ido, pueden ir a descansar.

—Yo me quedaré aquí, abuela puede ir a descansar. —Tranquilizó Eui Joo a su abuela, notando que esta miraba enojada a Park, o al espíritu que lo poseía. —Yo cuidaré que nada suceda.

Sin mediar palabra, acarició el hombro de su nieta cambiando a un gesto más dulce para besar su mano antes de irse a su cuarto y acostarse en la cama, Eui Joo y Yeorum dirigieron su mirada a Park detenidamente para hablar en voz baja.

Forgotten Promise. |Park Sunghoon|حيث تعيش القصص. اكتشف الآن