Attack on school

¿Cómo avanzamos? (Final)

La lluvia caía sobre ellos, había pasado quién sabe cuánto desde que Eren dijo tal noticia, no sabían qué decir, estaban en shock. Historia se sentía triste, Grisha era buena persona y su novio, si aún se lo podía llamar así, acababa de perder a su padre. Reiner en este momento se sentía un inmenso imbécil, la culpa le invadía y no sabía qué hacer. Ymir soltó a Reiner y se acercó a Eren.

—Vamos Eren—lo levantó del suelo, la morena dudaba que quería estar con Historia en este momento y temía lo que pasaría si lo dejaba caminar solo al hospital.—Te llevaré al hospital— Ymir  a pesar de no tener una gran amistad con Eren, sabía que él era buena persona y no merecía nada de esto.

—Puedo ir solo—dijo con la voz quebrada.

—Déjame ayudarte—insistió, Eren no respondió y acepto la ayuda.

Ambos empezaron a caminar, Historia reaccionó y se levantó con intenciones de seguirlos. Ymir volteo a ver a la rubia y alzó la palma para que se detuviera y negó con la cabeza. La rubia entendió, no era momento así que decidió quedarse ahí. Eren e Ymir desaparecieron de la vista de Historia, no tenía razón de estar aquí así que decidió ir a casa.

(...)

Nada, eso es lo que pasaba en la cabeza del castaño, absolutamente nada. Su mente estaba vacía, perdida, pareciera que estuviera muerto en este momento. Se encuentra en su cama acostado viendo al techo, con la mirada perdida y vacía. Tenía una camisa blanca formal, un saco y una corbata color negro, su rostro parecía cansado, en sus ojos tenía ojeras por la falta de sueño y también irritación, señal de que ha estado llorando. La puerta de su habitación fue abierta lentamente, dejando ver a una azabache con la mirada triste, vestía un vestido color negro sin su bufanda.

—Ereh—llamo la castaña—Ya es hora—anunció Mikasa pero el castaño no se movía para nada, ella se acercó a la cama.—Hannes está aquí—nuevamente no tuvo respuesta, ella se sentó en la orilla de la cama y tomo su mano.—Ereh—volvió a llamarlo, el castaño dejo de ver al techo para ver a la azabache. La observo por unos segundos y luego se levantó y se sentó al lado de Mikasa.

—No quiero ir—hablo Eren.

Mikasa desvió la mirada—Yo tampoco—Eren la observo, ambos estaban devastados, sin ánimos de levantarse—Pero tenemos que despedirnos—ella volteo a verlo.

—No quiero—susurro mientras apretaba la mano de Mikasa—No quiero despedirme—negó mientras empezaban a salir lagrimas.

—Ereh—

—¡No quiero!¡Quiero que él esté aquí!¡Quiero que esto sea una pesadilla!¡Quiero despertar!—Eren quebró en llanto, Mikasa lo abrazó con fuerza mientras ella empezaba a llorar.

—Yo también—dijo entre llanto.

Se quedaron abrazados por unos minutos hasta que ambos se tranquilizaron, Eren se separó y se secó las lágrimas al igual que Mikasa. El castaño tomó un respiro y miro a la azabache—Vamos—tomo su mano y salieron de la habitación. Al bajar se encontraron con Hannes esperándolos para llevarlos al velorio. 

El rubio estaba en un viaje de negocios pero lo tuvo que cancelar el viaje al oír la triste noticia, tomó el primer vuelo para estar con sus sobrinos. Hannes miró ambos, los dos jóvenes lucían mal, demasiado mal, el por su lado estaba triste y feliz, triste por la partida de su cuñado y amigo. Feliz por que Grisha por fin tendrá un descanso después de la ardua batalla y por que podrá estar con el amor de su vida.

—¿Listos?—preguntó, ambos asintieron. Salieron de la casa y se metieron al auto, Hannes arranco y tomaron rumbo al funeral.

(...)