Vendida a los mafiosos | Capítulo veintisiete

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                                             027  |  Solo soy la socia part 3
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Una vez que deje a Darío en el Colegio Alex comenzo a manejar hacia la empresa de los nuevos socios, sentí su mano en mi pierna solte una risita negando

- Cuando nos aceptaras mujer - soltó Alex llamando mi atención lo mire me miraba indignado negó algo irritado - hemos estado colados por ti desde hace 7 años, seguimos sin ser dignos de la gran Hera

- Nadie es digno de mi bebé, además estoy casada - solte sonriendo divertida mirándolo rei al ver su cara

- Joder ¿Quien fue el hijo de puta que fue afortunado de enamorarte? - soltó Alex fríamente estaciónando el auto hice una mueca negando bajamos

- El par de idiotas que conoces bien - solté sonriendo divertida tomando su brazo rei al ver su cara - joder amo tu cara cuando algo te sorprende

- Ellos saben que eres la empresaria más sexy en la industria - dijo Alex sorprendido mirándome negué efusivamente causando su risa - entonces eres Torricelli Grey Marshall

- Que apellidos tan largos - dije haciéndolo reír arrugue mi entre cejó al ver a Adela y Miranda las Secretarías de los dos idiotas - espera ¿Quienes son los nuevos socios?

- Sorpresaaaa, lamento la demora mi mejor inversora llevó a su hijo al colegio - soltó Alex en cuanto entramos a la Sala de juntas Massimo y Christian me miraron sorprendidos y confundidos creeme estaba igual

- Hera querida - soltó Anelisse sonriendo emocionada al verme sonrei inclinandome bese sus dos mejillas - no sabía que tenías hijos

- Anelisse querida tanto tiempo - dije sonriendo Alex me empujó sentándome enmedio de Christian y Massimo lo mire mal causando su risa - solo tengo un pequeño

- No se como los aguantas yo ni siquiera soporto a mis sobrinos - soltó Adelaide irritada moviéndo la mano donde tenía su cigarrillo joder odio que hagan eso - pero como es que volviste a tener tu reluciente figura ¿te operaste?

- El ejercicio ayuda talvez deberías probar - solté sonriendo falsamente sentí sus manos en mis piernas las tome quitándolas

- No sabía que tenías hijos - soltó Alondra la zorra de Christian llamando mi atención me miraba altaneramente sonrió falsamente - supongo que para amarrar al millonario con el que te casaste valió la pena embarazarte

- Yo me embarazaria solo si se trataría de alguien tan guapo - soltó Alondra sonriendo coqueta mirando a Massimo insinuandosele

- Si a su edad piensan así no me quiero imaginar cuando cumplan los 45 - solté irritada rodando los ojos todos soltaron una risa incluyendo a las señoritas quienes me miraban mal - bien señores a lo que hemos venido

Cruce mi pierna escuchando lo que Alex y su hermano estaban explicándo, quité por sexta vez las manos de los idiotas de mis piernas. Me levante deteniéndome detrás de Alejandro me incline viendo su gráfica

Adelaide y Anelisse aportaban ideas demaciado buenas y emprendedoras, eran dos señoras con grandes ideas además de que buscaban y tenían los beneficios necesarios

- No creó que eso traiga beneficios a las empresas - soltó Alondra negando a la idea de Anelisse quien bajo la cabeza un poco desilusionada

- Solo piensenlo mocosos en las empresas, definitivamente no. Sería un horror verlos y escucharlos llorar - soltó Pamela negando efusivamente haciendo una  mueca de asco y de horror como si la sola idea la aterrara

- Para suerte de ustedes sus opiniones no cuentan - solte sonriendo falsamente me miraron indignadas me incline mirándolas directamente negué - personas como ustedes no deberían de existir y las empresas Marshall dejaran de asociarse con Ginet

- ¿Eso lo decide la dueña niña? - soltó Pamela sonriendo falsamente Alejandro y Alex soltaron una risa

- Cierto la gente incompetente no me conoce, me presentó soy Hera Marshall la dueña del Imperio Marshall - solte sonriendo falsamente borraron su sonrisa sonrei superior mirándolas negué mire a Anelisse - me encanta tu idea agregar una guardería estaría genial

- ¿Lo dices encerio? - soltó Anelisse ilusionada mirándome sonrei sentándome sobre el escritorio

- Completamente, que pasaría cuando quisiera tener a mi hijo conmigo o a mis bebés. Sabes que odio a las niñeras no tuve una buena imagen de ellas, además como siempre me dijiste quien mejor que cuidar tu de tu propio hijo - solte sonriendo de lado Anelisse sonrió asintiendo efusivamente solte una risita enserio que amaba esa idea además tenía empleados con hijos - bien, están de acuerdo en las guarderías

- Totalmente - dijeron todos al unísono incluyendo a los dos idiotas sonrei victoriosa viendo a las dos zorras quienes rodaron los ojos

Asenti sería tome mis cosas y salí una vez que la Junta concluyó, sentí unas manos rodear mi cintura salte alejándome los mire mal causando su risa

- Idiotas - dije fríamente mirándolos mal Alex hizo un puchero haciéndome reír

- Hasta que al fin veo a el amor de mi vida - soltó Alejandro sonriendo detrás de ellos se detuvo Christian y Massimo - al fin nos harás caso ¿sabes que te amaremos aún así te levantes de malas todas las mañanas?

- Yo no me levanto de malas todas las mañanas - solte indignada mirándolo mal rieron negando joder caí en su juego

- No sólo con ganas de tener sexo - soltó Alex sonriendo divertido le enseñe mi hermoso dedito haciéndolos reír - esta casada hermano hemos perdido nuevamente

- Joder es encerio - soltó Alejandro indignado causando mi risa asenti haciéndolo negar - si el no te da sexo o te hace mal prometes buscarnos

- Que manera más sexy de pedirme sexo señor Evans - solte sonriendo divertida causando su risa aunque no voy a negar que de caen de Buenos - pero suena tentadora la oferta

- Hera ¿Podemos hablar? - soltó Massimo fríamente interrumpiendo a Alejandro los mire iba a negar pero me interrumpieron

- Si, claro vamos es por aquí - soltó Christian serio tomando mi espalda baja guiándome hacia su Oficina sin tiempo a decir siquiera algo

- ¿Que quieren? - solte fríamente soltandome de su agarre camine hacia el enorme ventanal mirándolos

- ¿Porque no nos dijiste que eras dueña del Imperio Marshall? - soltó Massimo fríamente mirándome incrédulo junto a Christian sonreí falsamente

- No es algo que les importe después de todo solo seré su jodida esposa por 4 años - solté fríamente mirándolos se abrió la puerta revelando a las zorras quienes borraron su sonrisa al verme - compermiso

- Tu no te mueves de ahí - soltó Massimo fríamente tomando mi cintura acercándome a su cuerpo - Christian

- Fuera tenemos asuntos que resolver con NUESTRA ESPOSA - soltó Christian fríamente remarcando nuestra esposa empujando a las zorras fuera de la Oficina

- Ah ahora si soy la esposa - solté sonriendo irónica tratando de soltarme de Massimo quien no me lo permitía

- Desde el principio lo fuiste, fuimos unos idiotas al negarte ese día - soltó Massimo ¿triste? manteniéndone pegada a su cuerpo negué ya no tenía sentido

- Idiotas son, ahora si no les molesta quiero irme - solté irritada tratando de soltarme de su agarre eso fue hace dos malditos días

- No, ahora aprenderás que no debes coquetear con nadie ni con ese par de idiotas - soltó Christian fríamente acercándose ¿deberia fingir un desmayo? rode los ojos

- Tú ¿Acabas de rodear los ojos? - dijeron al unísono Massimo y Christian aumentando su agarre en mi cuerpo mierda que hice ahora

Vendida a los mafiosos©  {Terminada}Where stories live. Discover now