Day 4: Amor Prohibido 2

1K 147 45
                                    

♡La espada del rey 2♡

Mientras tanto, en las profundidades del bosque un joven príncipe ensangrentado pasaba por circunstancias similares.

Hua Cheng, había vivido los peores minutos de su corta existencia en ese remoto lugar. A lo lejos, los gritos de los sirvientes siento masacrados a sangre fría, le rompieron el corazón.

Apenas había despertado hace media hora de su estado inconsciente y cientos de veces trató de levantarse sin éxito, pero nada sirvió.

Fue una tortura, de inicio a fin.

La flecha que hace unos momentos cruzó dolorosamente su ojo, se encontraba siendo retirada de su cara, por parte de los bandidos que se atrevieron a atacar a los suyos.

El joven príncipe pudo sentir con toda claridad el desgarrador tormento de su globo ocular saliendo de su parpado sangriento, junto a la flecha afilada, pero no se permitió gritar agonizante. Fingió estar muerto en todo momento, con el fin de no recibir un tiro de gracia.

Luego de un tiempo, un hombre habló muy cerca de él:

.- Eso fue fácil .- Carcajeó la primera persona.- ¡Vamos a llevarle el ojo del niño al emperador del sur! Verá que hicimos un gran trabajo y nos pagará mejor.

El segundo bandido que Hua Cheng pudo oír, caminó por el costado de su cabeza y se detuvo justo ahí.

Tras una pequeña espera, una fuerte patada fue dirigida al cráneo del menor. Tan cruda que tembló un poco, pero aún así, no hizo ruido alguno.

Quien lo golpeó al fin se río también.

.- La flecha debió llegar al cerebro. Mi puntería cada vez es mejor.

.- ¿Ya viste al rey?

.- Ese hijo de puta está muerto desde antes que empezáramos ¡ja!. El emperador debió querer asegurarse de matarlo y envenenó el licor. Una lastima ¡Estoy seguro que su cara al ver al niño muerto hubiera sido muy graciosa!

Ambos, entre risas, salieron del espacioso carruaje y pocos minutos después, abandonaron el lugar. A lo lejos, el niño escuchó el trote de los caballos alejarse en la inmensidad de la noche y finalmente abrió su ojo.

Lleno hasta el tope de incesante dolor, dejó que su ojo empañado liberara las lagrimas que estuvo conteniendo, hasta limpiar su visión.

Lo primero que vio desde el suelo, fue una mano grande que colgaba en el asiendo donde yacía muerto el rey del norte.

Fue ahí cuando un sollozo desgarrador salió, al fin, de la garganta de Hua Cheng y su mano se elevó temblorosa hacia la de su padre.

Estaba fría.

Estaba tan fría y aún así el niño la llevó a su cabeza, como si deseara que acariciara esta una vez más.

.- Lo siento... lo siento...

Por largos minutos lloró y gritó de rabia, su cuerpo y alma se sentían mutilados entre las paredes del carruaje dañado.

Solo había dolor.

Un dolor más fuerte que la perdida de su ojos. Más fuerte que el impacto a su cráneo.

Planeó morir ahí. Su cuerpo estaba tan débil para continuar. Todo lo que tenía, todo lo que lo hacía feliz, parecía haberse ido en un segundo, como un suspiro en el viento o como una estrella fugaz.

Pero... La insignia en el pecho de su padre aún estaba en su lugar. Brillando intensamente bajo la luz de la luna, frente a sus ojos.

La banda real aún seguía en el cuerpo del rey Hua, recordándole que era el rey, y la banda real de Hua Cheng aún estaba en su cuerpo, recordándole que era el príncipe heredero.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 13, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

#HUAWEIWEEK2021 ♡HuaWei♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora