Haitani riko, una chica bastante amable y calmada, apesar de no querer meterse en problemas, termina siempre involucrada, ya sea por defender a alguien o para defenderse así misma, la fuerza que ella tiene no la tiene cualquier chica, hara todo lo p...
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—¡He ganado! -Grito la rubia tirando las cartas mientras reía.
Detras suyo, estaba kokonoi, sonriente mientras contaba el dinero ganado en las apuestas de su amiga, ambos chocaron los cinco mientras el chico con el que estaba jugando se retiraba, furioso por perder contra una chica, los juegos y apuestas eran realmente lo suyo, ayudaba a tenjiku con los gastos y lo demás lo gastaba en cosas para su hogar, tenía 16, sí pero eso no evitaba que no tuviera responsabilidades, la rubia miro al pelinegro por un momento, ya casi no habia nadie en aquel lugar.
—¿Cuanto hemos ganado? -Pregunto riko.
—Para la buena suerte, cuatro mil yenes. -Dijo kokonoi, sonriente.
—¡Opaa!, que suerte, dos tú y dos yo. -Y así, ambos se repartieron el dinero.
Decidieron ya salir de aquel lugar, bajo las miradas de odio de los perdedores, lo más probable era que no conocieran a ambos, ya varios lugares les prohibieron la entrada por haber dejado a sus clientes sin dinero, eran demasiado buenos para los negocios y apuestas, antes de subir en la moto, kokonoi amarro su abrigo en la cintura de riko para que no hubiera problema ya que esta aun tenía su falda escolar.
Disfrutaste el aire frío chocando contra tú rostro, era muy relajante el viajar en motocicleta, además de que estar con koko te generaba tranquilidad, eran buenos amigos aunque ya casi no se veían por ser de diferentes pandillas y claro, por el tema de akane, con tú contacto se ponía nervioso ya que pensaba cómo si fueras akane quien lo abrazaba.
—Gracias por la vuelta koko. -Dijo la rubia bajando de la moto.
—No es nada, hoy no te cobrare porque fuimos de apuestas. -Dijo él sacandole la lengua.
—Aunque me cobraras ni te pagara, no tengo plata. -Le sacaste la lengua por igual para luego reír.
—¡Eres una mentirosa!, ahí tienes 2mil yenes, dame la mitad y no digo nada. -Frunciste el ceño ante eso.
—Dile a tú mamá que te los de. -Dicho esto, entraste a tú casa.
Miraste a tús dos hermanos en el sofa, sonreiste para tirarse encima de rindou, este solto un ''ough'' mientras hacia una mueca, por instinto te tiro al suelo sonando fuerte el golpe, frunciste el ceño ante aquello.
—¡¡Ya van 5 veces que haces lo mismo!! -Riko se levanto, para jalarlo del pelo.
—¡¡Mi pelo estúpidaa!!, no es mi culpa que te andes tan gorda. -Se defendio rindou.
—¿C-crees que estoy gorda? -Sollozo riko, soltandolo del cabello.
—Oh no...aquí vamos. -Dijo ran levantadose.
—H-hey...riko, no quise decir eso, no estas gorda, eres muy bonita. -Dijo rindou, nerviso mientras veía cómo rindou lo miraba mal.
—¡Ran, chicken lirul me dijo gorda! -Dijo riko mirando mal a su hermano.
