Rivales | Lando Norris

-Cap 32-

21 diciembre de 2020.

SARAH

Llego a mi depto cansada, me tiro en el sillón exhausta y Daisy salta sobre mi para chuparme toda la cara.

-Paraaaa. -le grito yo riéndome de lo desesperada que estaba cuando me vio entrar.

No tenia ganas de cocinarme pero hice un esfuerzo y camine hasta la cocina para prepararme algo, no había mucho en la heladera pero algo se me iba a ocurrir. Me senté a ver la serie mientras cenaba y de vez en cuando agarraba el celular para leer las notificaciones. Los chicos me habían escrito para ver como estaba Francis, se habían pegado bastante fuerte, yo le conteste a todos menos a Lando que encima no paro de mandarme mensajes.
Había pasado un buen rato y ya me estaba por levantar a lavar los platos cuando el timbre sonó, me pareció raro porque eran las 11:30 de la noche y que yo sepa no había invitado a nadie. Camine confundida hasta el portero y atendí.

-¿Hola? -pregunto dudosa.
-Hola Sarah. -dice una voz MUY conocida y yo ruedo los ojos al identificarla.
-¿Que queres? -respondo seca.
-Vine a pedirte perdón. -lo peor de todo es que a mi no me tiene que pedir perdón, pero bueno así se manejan los hombres supongo.
-Te perdono, adiós. -hablo despidiéndome.
-Para para para. -grita y yo reprimí una risa al sentir su desesperación. -Tengo helado. -agrega y mis ojos automáticamente brillaron con esas palabras mágicas, si así de fácil me compraban.
-Pasa. -contesto sin más y le abro la entrada al edificio.

Me quede al lado de la puerta esperando a que suba, cuando lo veo acercarse casi me agarran 3 paros cardiacos pero intente que no se notara. Tenia puesto un pantalón de pijama con dibujos de bugs bunny, un buzo gris y un gorrito de lana negro que me derritió el corazón, mientras yo lo analizaba él caminaba sonriente con el helado en la mano.

-No me mires así. -dice cuando le clavo la cara de orto.
-¿Así como? -respondo alzando las cejas.
-Así. -señala mi cara y me pellizca los cachetes.
-Dale entra porque estoy a punto de dejarte afuera. -agrego yo mordiéndome el labio para evitar que mi actitud de enojada se vaya.

Veo como Lando se sienta en el sillón y yo primero busco unas cucharitas para después unirme a él. Apenas me acomodo le arrancó el pote de helado de sus manos y me pongo a comer sin mirarlo, noto como el abre los ojos sorprendido por mi acción y no voy a negar que me divertía un poco la situación.

-¿Que? -le digo mientras me llevo la cuchara a la boca.
-¿No me vas a convidar? -pregunta frunciendo los labios haciéndose el triste.
-Ah, que vos querías también? -intento no reírme pero se me hacia difícil porque sus caras eran muy graciosas.
-Ah listo. -responde con un tono malicioso acercándose para hacerme cosquillas.

ODIO LAS COSQUILLAS eran un sufrimiento para mí. Empece a moverme para todos lados exageradamente, parecía un pescado cuando sale del agua. Estábamos a los gritos, él no paraba y yo le empece a dar patadas hasta que en un momento se detuvo. Solté un largo suspiro y Lando agarro mi cara para darme un beso, no se si eso me hizo recuperar o sacar el poco aire que tenia en mis pulmones.

-Ahora si me vas a dar helado? -pregunta él y yo niego. -dale no seas mala. -agrega acercándose para besarme de nuevo, pero yo me corro y le termino chupando la cara causando que se limpie el cachete con asco.
-Mi baba tiene gusto a Tramontana. -digo alzando mis cejas causando que ambos nos tentemos.

Termine convidándole, pero sólo porque lo había traído él. Miramos una peli de terror que me encanto y después jugamos al ajedrez, tengo que admitir que era el único juego donde él me podía ganar.

-Bueno, creo que ya me voy yendo. -habla una vez que mira su reloj y se da cuenta que ya son más de las 3 de la mañana.
-Em... ¿queres quedarte? -le pregunto después de pensarlo unas 20 veces en mi cabeza.
-Primero pedime una cita Sarah. -responde él riendo y yo le pego en el hombro.
-Bueno ándate entonces, ya te desinvite.
-No mentira, me quedo me quedo... ya que tanto insistis. -dice tirandose arriba mío para darnos un par de besos más.