Fluttercord | One-Shots

Cercanía encantadora

¿Acaso era un ángel quien tenía entre sus brazos?

La respiración de una dormida pegaso subía y bajaba mientras una quimera resguardaba sus sueños al acariciar su bella y larga melena rosada, compartiendo el contacto de su garra de águila con cuidado en su cabecita. Sentía su corazón latiendo tranquilamente mientras ella permitía a su mente viajar en preciosos sueños abrazandolo sin mucha fuerza.

Esos pequeños momentos hacían pensar a Discord en lo realmente afortunado que era.

Y estaba seguro de que tenía una sonrisa boba en su cara, pero no le importaba. Porque mientras pudiera seguir cuidando la paz de su amada pegaso mientras ella reposaba tranquilamente la cabeza en su pecho, entonces sabría que estaba siendo completamente feliz.

Ella se veía tan delicada, tan pequeña, tan frágil entre sus brazos.... sentía la necesidad de protegerla, de no dejar que nada malo le pasara nunca. Jamás se perdonaría que le hicieran daño, y por eso mismo cuidaría de la bella Fluttershy por la eternidad de su vida, para estar seguro de que la hermosa melodía de los latidos de su corazón jamás iba a apagarse, que sus hermosos ojos verde azulado no derramarían ninguna lágrima de tristeza y que su vida siempre estaría a salvo.

Ella era lo que más amaba y la protegería como un dragón a su tesoro, como un caballero a su princesa, como un hombre perdidamente enamorado a la dueña de su corazón.

Sus garras acariciaban suavemente ese hermoso color mantequilla de su piel y los largos cabellos rosados que caían por su cuello. Su expresión serena le hacía saber que el descanso era reconfortante para ella.

El otro brazo rodeaba su lomo apegandola levemente a sí mismo, manteniendo esa cercanía que le hacía sentir mariposas revoloteando en su estómago y amenazando con salir derrepente.

Pero temía que si la abrazara demasiado fuerte podría dañarla. Así que mantenía su brazo alrededor de su cuerpo con delicadeza, reprimiendo el deseo de fortalecer todavía más su proximidad, pero conformándose con que ella misma mantuviera sus cascos sobre su pelaje, uniéndose con él en la calidez de un abrazo tranquilo y lleno de cariño.

¿Cuándo fue que el Señor del Caos quedó con el corazón tan rendido por una pequeña pegaso tímida?

No lo sabía. No podía encontrar una respuesta. La calidez y amabilidad de Fluttershy lo hicieron sentir como nunca en su larga existencia pudo con nada, ni si quiera con el desastre que imponía temor en los demás. Cuando estaba con ella se sentía como en casa.

Y eso era todo lo que Discord necesitaba. Estar así con ella por la eternidad de su vida. Escuchar su calmada respiración y sentir los latidos de su corazón, sabiendo que Fluttershy estaba a su lado.

Pensaba que no podría amarla más de lo que la amaba, pero con cada segundo a su lado se enamoraba de nuevo de cada risa, de cada palabra, de cada sonrojo y de cada abrazo. Era parte de la magia desconocida que ella poseía, y que le encantaba casi tanto como su personalidad misma.