❝🍓𝟎𝟎𝟕.•❀❞

1.5K 149 44
                                    

------------- 𝐒𝐓𝐑𝐀𝐖𝐁𝐄𝐑𝐑𝐘 𝐒𝐂𝐄𝐍𝐓 🍓

Colombia.

Colombia era el Omega que México salvó ese día. Aquella noche era como cualquier otra, estaba fuera de casa, en un pequeño lugar donde asistían varios alfas a pasar un buen momento, se alertaba de que no era un lugar seguro para los omegas, por lo que estos pasaban rápido, de largo, más bien corriendo, o pasando por otro camino que no sea ese para no atraer a ninguno de ellos, simplemente no tenían la valentía de pasar en frente de ese lugar.

México pensó que todo iba a salir igual, una noche tranquilo con varios de sus amigos, hasta que ocurrió, nadie esperaba el llanto desconsolado de un Omega el cual estaba siendo abusado en el mismo lugar, al parecer era tan común que después nadie hizo nada, solo siguieron con sus actividades, a veces quejándose del llanto del pobre chico.

—Pobrecito.—México habló en voz baja, viendo hacia donde estaba aquel Omega. Quería ayudarlo, pero siempre le decían que no se meta en esas cosas, era peligroso, aún así, México miró unos momentos, molesto de aquello.—¿Esto pasa todos los días?—Le preguntó a Brasil, quién asintió.

—Si, es normal.

—... ¿Normal?—Preguntó en disgusto, se levantó, siendo agarrado del brazo por el contrario.—Tengo que ayudarlo, Brasil, no quiero que le hagan más daño, ¿No lo estás viendo?—Preguntó, molesto.

—México, ese no es tu problema, se que quieres ayudarlo, pero podrías acabar mal, son tres alfas.—Dijo Brasil, queriendo que México se siente y deje pasar por alto aquel acto. A él también le disgustaba, pero no podía hacer nada para ayudar al pobre Omega.

México miró a Brasil y después al Omega, quién era agarrado de una forma bastante agresiva, fuerte y bruta también, burlándose de él, empujándolo, también jalando de su cabello o de sus ropas para rasgarlas, podía ver el miedo en sus ojos, las lágrimas, sobre todo su cuerpo lleno de moretones, rasguños, cicatrices y algo de sangre.

No podía dejarlo.

—Me vale verga, lo ayudaré.—México se acercó al grupo de alfas los cuales ya eran más cuando se acercó. El Omega miró a México con terror, era más alto que los otros alfas, quiso gritar de terror, ¿Ese alfa iba a hacerle lo mismo? No quería, se removía, quería salir vivo de ahí, solo eso deseaba, ir a casa y llorar más, pero a salvo.

Colombia lloraba a casi gritos, se asustó peor cuando aquel alfa comenzó a empujar a los demás para que lo dejen pasar de una vez. En ese punto, no podía escuchar bien, pero se podía ver lo enfadado que estaba, le gritaba a los otros alfas, apuntando a él, a su cuerpo todo destrozado y maltratado.

—¡No, no! ¡¿Qué te pasa a ti, cabron?! ¡Abusando de este pobre niño, no se merece esto, ni él ni ningún otro Omega! Malditos enfermos, váyanse antes de que les ponga en su puta madre porque no voy a parar hasta que les rompa el cráneo.

México estaba mucho más que solo molesto, aquellos alfas no iban a pelear con México, de por sí el mexicano era mucho más alto, midiendo dos metros con diez, nadie le decía nada o se metían en problemas con él por miedo a que sea extremadamente violento.

—Vayanse, ahora.—México volvió a decir con el tono de su voz más grave, haciendo que los alfas se vayan. Se quedó viendo que se vayan fuera del lugar, luego suspirando, mirando al Omega que estaba acurrucado en la silla, abrazándose así mismo, con miedo.

𝐒𝐓𝐑𝐀𝐖𝐁𝐄𝐑𝐑𝐘 𝐒𝐂𝐄𝐍𝐓 ! mexargWhere stories live. Discover now