Capítulo 4

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Louis está jugando a las cartas con Aiden y Liam. En realidad, Aiden no tiene ni idea de cuál es la equivalencia de las cartas, así que Liam y Aiden han terminado formando equipo. Louis ha sido derrotado un total de tres veces pero ha ganado cuatro, Aiden ha tratado de hacer trampas y mirar las cartas de Louis, pero el maestro del yoga es más rápido y oculta sus cartas.

Liam se ve obligado a ir por limonada a la cocina como castigo por la derrota, es un precio justo para Louis.

"Lou."

"¿Sí, Aiden?" Louis está barajando las cartas de nuevo.

"Quiero ver a Marcel otra vez."

Sus cejas se alzan y levanta la mirada. Frunce el ceño, muy confundido. "¿Por qué quieres verlo?" Murmura, volviendo a su labor de barajar.

"¡Él es guay, y alto!" Señala Aiden. "Quiero ser así de alto también, además dice que corro muy rápido."

"Cariño." Louis suspira y deja las cartas a un lado. "Es un gesto muy bonito, pero dudo que puedas volverlo a ver. Él es sólo un cliente mío."

Aiden frunce sus labios. "Bueno, vale."

Louis lo mira brevemente, parece que Aiden se ha decepcionado por esa respuesta tan seca. Louis no quiere que Aiden tenga nada que ver con esos Styles, porque ellos son un tipo de personas muy diferentes a ellos. Ellos viven entre lujos y críticas, la vida de Louis es pura humildad y comodidad.

Además, sumándole la increíble amabilidad de Edward con todos los seres vivos. Louis no sabe cómo demonios alguien puede odiar a las plantas.

Su teléfono vibra, y cuando lee el mensaje es el número de Niall. Al parecer Edward le ha escrito a Niall y le ha avisado de que el mayor de los tres hermanos, Harry Styles, está oficialmente en la ciudad. Louis resopla y se aguanta las ganas de rodar los ojos, está realmente cansado porque no tiene ganas de lidiar con ellos.

Agradece la información a Niall y envia un par de mensajes de textos más, Liam llega con la limonada.

"En el restaurante hay grandes noticias." Anuncia, Louis apaga su teléfono porque eso le interesa mucho. Liam le cuenta a Louis todos los secretos más jugosos de ese restaurante, como el lío amoroso entre el camarero y el chef francés.

Aiden parece haberse ido a jugar con sus juguetes a su cuarto. "¿Qué es esta vez?" Inquiere, muy intrigado.

"Han pedido que el personal de aperitivos vaya a una gala de arte." Liam le entrega un vaso de limonada a Louis. "Al parecer han organizado una importantísima gala de lujo." Rueda los ojos. "Aiden se quedará con mi madre, no te preocupes."

Louis frunce el ceño. "Vaya, eso de la gala suena muy bien." Admite. "Sabes que Aiden no es un problema, Liam."

"Lo sé, pero mi madre hace mucho que no lo ve. Casi me suplica de rodillas que lo deje con ella." Suspira, frotando el puente de su nariz con su dedo índice y pulgar. "Estoy agotado."

El hombre más pequeño arquea una ceja.

"¿No duermes bien?"

"No lo sé, simplemente..." Resopla. "¿Alguna vez has tenido una extraña sensación de que sientes que algo va a salir mal?"

"Sí, cada vez que llaman a mi puerta espero encontrarme con Edward sosteniendo a Isa en llamas."

"No, no es eso. Es algo como..." Sacude la cabeza. "Déjalo, no importa. Es un tontería probablemente, cosas mías."

Louis bebe un poco de limonada. "¿Cuándo es la gala?"

"Dentro de unos días, aún no nos lo han dicho con exactitud." Hace una mueca. "Estoy preparándome psicológicamente para servir a artistas ricos que se creen superiores por saber sujetar una brocha. La gran mayoría de ellos crean arte abstracto, ¡Aiden hace mejores cuadros que los suyos!"

Instructor de Yoga ;; trillizos!stylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora