YOU FOUND ME (gilbert blythe)

13 | WAKING UP

➤ 13| Waking Up.

DESPERTE CON una visión borrosa, lo que me hizo parpadear hasta que pude distinguir dónde estaba. Tenía un fuerte dolor de cabeza, lo que empeoró la situación.

"Estás despierto", escuché decir una voz, y luego dejó escapar un suspiro de alivio. "Gracias a Dios, estaba empezando a preocuparme".

Una vez que recuperé mi visión, vi un par de familiares ojos color avellana mirándome. Eran los ojos de Gilbert Blythe, los orbes deslumbrantes que siempre parecían dejarme sin aliento.

"¿D-dónde estoy?" Pregunté, intentando sentarme. Gilbert tomó su mano y la apoyó en mi hombro, colocándome suavemente de nuevo en una posición acostada.

"Estás en casa, Samantha", dijo Gilbert, mirándome con preocupación y preocupación. En el Barry's.

"Yo no llamaría a eso mi hogar", refunfuñé, sentándome e ignorando los dolorosos efectos secundarios que vinieron con la acción. "¿Cuánto tiempo he estado fuera?"

"Durante un par de días", dijo, buscando en mis ojos cualquier signo de mareo o amnesia. "¿Estás segura de que estás bien?"

"Positivo", dije, suspirando y mirando al chico frente a mí. "Lo siento, no quiero ser grosero, pero ¿por qué estás aquí?"

"Bueno, el médico estaba cuidando a Minnie May, y nadie sabía qué hacer cuando te desmayaste. La Sra. Barry se acercó a mí y me preguntó si podía ayudar, ya que sabía cómo hacerlo. Ahora, aquí estoy". Dijo Gilbert, una pequeña sonrisa apareciendo en sus labios rosados.

"¿Dónde está Diana? O Minnie May, ¿están bien?" Pregunté de nuevo, mirándolo con preocupación.

"Sí, ambos están bien y a salvo", me aseguró, tomando mi mano entre las suyas para intentar calmarme.

Puedo decir que funcionó. Sentí el calor subir en mis mejillas cuando mi respiración finalmente comenzó a disminuir, pero eso no significaba que mi corazón lo hiciera. Sentí que mi corazón se aceleraba cuando me di cuenta de que nuestras manos todavía estaban juntas.

"Gracias, Gilbert." Dije, sonriéndole amablemente al chico. "Lo digo en serio. Gracias por todo."

"No hay problema, de verdad." Dijo, sus mejillas se volvieron de un tono rosa claro, lo que me hizo sonreír aún más.

Pasaron unos momentos y nos perdimos en los ojos del otro como si estuviéramos en una especie de trance. Ninguno de los dos quería apartar la mirada, porque sentimos que si lo hacíamos, volveríamos a la realidad. En algún lugar que ninguno de los dos quisiera estar en este momento. Nos sentimos seguros aquí, sabiendo que la presencia del otro era todo lo que necesitábamos en este momento.

No me había dado cuenta antes, pero estábamos sentados muy cerca el uno del otro. Más cerca que nunca. No sé qué me pasó, pero sentí que me inclinaba, al igual que él. Estábamos a centímetros de distancia, nuestros labios casi se tocaban.

Y luego el sonido de una mujer irrumpiendo por la puerta nos hizo pedazos antes de que tuviéramos la oportunidad.

"¡Gilbert! ¡Gilbert, ven rápido!" La mujer gritó, sus ojos se llenaron de lágrimas. "Es tu padre."

Mi corazón se detuvo cuando Gilbert se puso de pie lo más rápido posible, "¿Qué quieres decir?"

"¡E-el no está respirando! ¡Tienes que correrte rápido!" La mujer gritó de pánico.

Los ojos de Gilbert se encontraron con los míos y todo lo que pude ver fue miedo. Miedo a lo que pasará cuando regrese a casa. Miedo a lo que encontrará. Miedo a lo que sabía que iba a pasar, pero no tan pronto.

"Lo siento me tengo que ir." Dijo, demasiado rápido para que yo lo procesara.

Antes de que pudiera decir algo, salió corriendo por la puerta con la mujer detrás de él. Mi corazón comenzó a latir rápidamente cuando me di cuenta. Su padre se estaba muriendo, o tal vez ya estaba muerto. Mi corazón se rompió al pensarlo. La idea de Gilbert corriendo a casa para encontrar a su padre acostado en su cama, inmóvil y frío.