"𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐄𝐒𝐓𝐄𝐒 𝐂𝐎𝐍𝐌𝐈𝐆𝐎 𝐍𝐀𝐃𝐈𝐄 𝐏𝐔𝐄𝐃𝐄 𝐇𝐄𝐑𝐈𝐑𝐓𝐄"
en el que una joven chica
con un pasado indecible
se muda con su prima, Diana Barry,
para comenzar una nueva vida.
[Gilbert Blythe x fem!oc]
TRADUCCIÓN AUTORIZADA.
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AVONLEA ERA UN LUGAR QUE NUNCA pensé que volvería a ver. Tantos recuerdos, tantas historias, tantos sentimientos ... todos volvieron a mi mente como mariposas. Pero casi parecía posible. Parecía que ahora podía regresar, reiniciar mi vida y regresar con mi familia real.
Después de viajar en tren hacia el centro de Noruega, Jack recibió una carta del médico en la que le informaba que su tía se había enfermado gravemente durante la noche. Esto fue un shock para todos nosotros, pero a Jack le impactó lo peor: su tía era la única familia que tenía.
Tuvimos que despedirnos.
No fue fácil perder a otro amigo cercano. Pero lo que más me llamó la atención mientras lo veía irse, fue que no había dejado caer una sola lágrima. Mi corazón estaba tan dañado que ya no sentía ningún dolor. La cantidad de gente que he perdido ha hecho que el agujero de mi corazón devore cualquier sentimiento restante.
"Entonces," comencé, mirando a los ojos suaves de Jack por última vez. "¿Esto es un adiós?"
"No es un adiós", dijo Jack, sonriendo suavemente. "Más como un ... nos vemos luego."
Inmediatamente lo abracé con fuerza, "¿Prométeme que nos volveremos a ver?"
"Lo prometo", dijo Jack. "Ahora ve, encuentra tu hogar. No pierdas la esperanza, amor".
"Muchas gracias", dije sonriendo. "Para todo."
Jack sonriendo, besando mi frente y golpeando su bolso sobre su hombro. Observé mientras se alejaba hacia el horizonte, con la cabeza en alto.
"Me gustó mucho ese chico británico", dijo Jerry, inclinando su sombrero.
"Sí", dije sonriendo. "Yo también."
Cuando los dos subimos al barco, miré la puesta de sol que se reflejaba en el agua tranquila y ondulante. Ojalá todo salga bien al final. Después de decir una oración en silencio por la tía de Jack, Jerry y yo nos quedamos uno al lado del otro mirando el agua viendo cómo el sol desaparecía lentamente en la oscuridad.
"¡Despierta, Samantha!" Jerry dijo, sacudiéndome un poco.
"¡Estoy levantada!" Dije, levantándome de inmediato.
Jerry se rió de mí y suspiré, empujando ligeramente su costado, "Podrías haberme despertado un poco más bien".
"Lo siento", admitió Jerry. "Sólo quería hacerle saber que estamos en casa".
"¿Hogar?" Pregunté, dejando que mis pies me empujaran del suelo a una posición de pie.
Miré hacia el muelle y me di cuenta de que, de hecho, estábamos de vuelta en Avonlea, Canadá. Mi verdadero hogar. El viaje de regreso a la ciudad parecía borroso, ya que lo único en mi mente era encontrar a mi verdadera familia.
