AT HIS FEET ℙ𝔻:𝕂𝕠𝕦𝕣𝕥𝕟𝕖𝕪 𝕂𝕒𝕣𝕕𝕒𝕤𝕙𝕚𝕒𝕟

Capítulo 38

Kourtney.pov

¿Por qué te lo habré dicho? Ni siquiera podía entenderlo, no podía entenderte, yo no podía entenderme, era el caso que me llevaba a cuestionarme porque me gustabas tanto.

¿-si llegara a terminar con jounes, estarías conmigo?- dije cuando te iba marcharte, las palabras salieron de mi boca y cuando logré reaccionar ya tenía tu rostro sorprendiendo y viéndome con anhelo-

-¿por qué romperías con el?-frunció el ceño, su mirada había cambiado en cuanto pasaban los minutos, tan fría y tan estrecha, la mirada que le daba a cada que miraba con despreció-

-yo....-mire hacía abajo, sentía impotencia, como pude decir algo así, era extraño, esta no era yo, que era que ella me hacía cometer errores como estos- solo es una pregunta, responde por favor-respondí-

-por supuesto que no-abrí los ojos y la observe-yo no estaría con alguien solo por despecho-chasquea la lengua, aquellos ojos que mostraban profundidad y deseo, se habían tornado frívolos y con repugnancia-

-te doy la oportunidad de estar conmigo, como siempre has querido y me rechazas!?-alce la voz-

-no voy a estar contigo solo porque tu te has aburrido de jounes-comenzó a caminar y, salió de la habitación, dejándome con las palabras en la boca-

Apreté los labios y empuñe los ojos, no volvería a hacerlo, no podía volver a darle un momento como estos, me ha rechazado con el pensamiento de mi desinterés hacia jounes, se creía tan importante? Como puede pensar algo así?.

No la entiendo..

Nessa. Pov

Salí de la casa en busca de mi hermana, hace rato no la veía desde que se fue con aquella mujer, dicha mujer que tenía espinas alrededor de los lirios de Sara, ella la estaba dañando, la estaba corrompiendo.

La vi caminar acelerada hacia dónde yo estaba, abrí la puerta y levante los brazos, no pasó un segundo, un minuto que estaba con ella, que podía comprender y ser más que capaz para saber que ella sufría, como siempre, como siempre lo hacía desde niña, oculto el despreció hacia la gente para tratarse a ella misma.

Un minuto y colapso entre mis brazos, se aferro a mí espalda y me empujó hasta cerrar la puerta, escondió el rostro en mi cuello mientras permanecía ahí, quieta, sin soltar un solo ruido, solo escuchar su respiración acelerada y como su corazón palpitaba entre mi pecho. Sobe su espalda y deslice su cabello por mis dedos, me aferre a ella y respire en su oído, el método que siempre la tranquilizaba, el método de paz que ella siempre se aferraba.

-estas ahora aquí-susurro con la voz quebrada-no voy a dejar que te aparten de mi lado, otra vez-

-estoy aquí-apoye el rostro en sus hombros-perdón por haberme ido- negó y siguió en mi cuello-

-perdón por no haberte sacado del pozo oscuro-

Mis labios temblaban y recordaba aquella pesadilla, aquel tormento que me perseguía desde pequeña, como una linda mariposa fue a parar en la orilla de un pozo, una niña curiosa que trató de tomar a la mariposa, un tropiezo que la hizo casi perder la vida, una hermana valiente que arriesgo su propia vida para salvarla, un suceso que terminó asustando a la mariposa blanca y terminó abriendo sus alas y huir de la orilla del pozo.

A la mañana siguiente, preparé su bajilla, hice un desayuno adecuado y lo deje todo en un reposero, subí a su habitación, la veía dormir plácidamente, su almohada estaba húmeda, solo yo podía ver como su cama permanecía húmeda, deje el desayuno a un lado de donde dormía plácidamente, abrí las cortinas y dejé que los rayos del sol la hicieran fruncir el ceño.