VIII. Cárcel y cigarros.

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*Narra Maddy*

-¡LALO!- grito mientras toco la ventana del auto, él me mira y sonríe. Zusi y yo entramos con ellos y se las presento.-Chicos, ella es Azul, es como mi hermana. Azul, ellos son Denisse y Eduardo, mis dos amigos nuevos.

-Hola, Azul- responden con una sonrisa los chicos, durante todo el camino a casa se la pasan platicando los tres, yo no me he dignado a hablar, me siento culpable por lo que le dije a Ray.

Llegamos a mi casa, Azul y yo nos despedimos de Denisse y de Lalo y bajamos del auto. Entramos en mi casa y mi madre no está, por suerte. Subimos a mi cuarto y ella se sienta en el borde de la cama mientras yo me acuesto.

-Nai, ¿os encontraís bien?

-No.

-¿Qué os pasa, tía?

-Me siento culpable por lo que le dije a Ray, siento que él no merece esto.

-Si se lo merece.

-¿Qué?

-Nos conocemos desde pequeños, él siempre ha jugado con las chicas, ha estado en la cárcel y huye de la policía.

-¿Ha estado en la cárcel? Vaya, no me sorprende.

-Merece que le hagas esto.

-Que gran consejo.

-De nada- dice esto último y se levanta. Sale de mi cuarto y se escucha que cierra la puerta de abajo. No me sorprende en ella, siempre ha salido a fumar desde que la conozco. Siempre fumabamos los tres.

*Narra Ray*

Uno, dos, tres timbres antes de mi hermana conteste el teléfono.

-Ray, ¿que os sucede?

-Te puedo ver.

-No lo sé, ¿puedes verme?- me responde divertida.

-Oh, vamos, necesito verte, en serio.

-Ahora no puedo, Itan. Estoy con Nai y si me voy sería malo.

-¿Puedo ir con vosotras entonces?

-Dale, trae una cajetilla de cigarros que ya no tengo- y cuelga.

Me encuentro en un parque, estoy con Jonhy y él me mira esperando a que le diga algo.

-Itan...

-Vámonos.

-¿A dónde?

-A casa de Maddy.

-¿Vas a llevar algo?

-Cigarros. Y tal vez algún ramo de flores.

Me lavanto de la banca donde estamos sentados y comenzamos a caminar hasta un puesto donde hay flores. Compro un ramo de margaritas, sé que son sus flores favoritas gracias a mi hermano, además se parecen a Maddy: pequeñas y sencillas. Pago y ahora caminamos hasta un centro comercial dónde compramos los cigarros.

Media hora después nos encontramos en casa de Maddy, mi hermana esta afuera llamando por teléfono y la saludamos. Jonhy entra a la casa y yo me quedo con mi hermana que deja de llamar.

-Zusi, no sé que decirle.

-Dile la verdad. Dile que la amas como nadie. Dile que ella ya es una persona indispensable en tu vida. Dile quién eres. Pero dile.

-No puedo decirle quién soy. Aún no. Sería arriesgado.

-Entonces solo dile lo demás.

-Claro. Toma tus cigarros- le estiro la cajetilla y comienza a reírse.

-Oh, vamos Itan. La cajetilla no es para mí.

-Pero tú me dijiste que...

-Entregaselos a Nai, ella los necesita más que yo- dice mientras me deja a media oración.

-¿Fuma?- pregunto sorprendido.

-Fuma descaradamente más que yo. Anda. Ve con ella- me responde Azul y yo me levanto, entro a su casa y subo por las escaleras hasta su cuarto.

Déjame morir [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora