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Narra: Kayla
Después de hablar durante un par de horas explicando todo lo que había escuchado por la llamada accidental, mi padre y yo finalmente nos quedamos en silencio mientras me limitaba a mirar fijamente el suelo tratando de procesar toda la historia que acababa de escuchar.
- Tu madre y yo fuimos amigos de toda la vida, por lo que fui la primera persona a la que Ali vino para que le apoyara - dice mi padre mirándome a los ojos - Le sugerí decirle la verdad a LaRusso a lo que se negó puesto que él ya esperaba a su primera hija con su esposa.
- Entonces...¿no eres mi verdadero padre? - es lo único que me es posible murmurar.
- Desearía poder decir que lo soy - responde mi padre - pero no, no lo soy
- Eso significa que no soy tu hija, no soy una verdadera Scott - añado con una pequeña mueca en mi rostro y siento como una lagrima se desliza por mi mejilla y me es imposible no formular la pregunta que ronda por mi mente en estos momentos - ¿C-Cómo surgió la idea de dejarme aquí contigo?
- Yo le di esa idea cuando naciste - me mira con una sonrisa - Ali quería darte en adopción en cuanto nacieras, pero apenas te vi nacer ese 21 de Marzo del 2002, yo...me ofrecí a darte mi apellido y hacerme cargo de ti.
- ¿Por qué? - digo mirando a mi padre - No tenías ninguna obligación de hacerte cargo de una responsabilidad que no era tuya
- Yo quise hacerlo - dice mirándome con una sonrisa mientras se encoge de hombros - Y no me arrepiento de hacerme cargo de ti desde el día en que viniste al mundo porque gracias a ello hoy puedo decir que crie a una persona increíble y de la que estoy muy orgulloso.
Mis lagrimas comienzan a desbordarse por mis mejillas, cuando me doy cuenta ya estoy abrazando a mi padre, aferrandome desesperadamente a el — Te quiero mucho, papá. Realmente lo hago.
— Siempre serás mi niña, Kayla. No me interesa si mi sangre no corre por tus venas, yo te he visto crecer todos estos años, así que nadie va a decirme que no eres mi hija
Después de tanto llorar, decido darme una ducha para poner orden en mi cabeza a todos los sucesos nuevos en mi vida. Cuando salgo del baño, me encuentro revisando en mi clóset en busca de ropa cómoda cuando mi celular vibra avisándome de un nuevo mensaje en mi buzón.
Moon: "Hola Kay ☺️ solo para informarte que haré una fiesta en mi casa el día de mañana, y estás cordialmente invitada al igual que Liam y los demás chicos. No falten, besos"
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El tiempo transcurre rápidamente y al día siguiente en la tarde ya estamos todos en la fiesta de Moon disfrutando y bebiendo para distraernos un poco.
