Capítulo 1

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Jimin disminuyó la velocidad con la que iba manejando, al ver que ya llegaba a su destino, bajo el volumen del radio y observó por el retrovisor el auto de mudanza acercándose.

Se parqueo a unos metros más allá de la entrada, para darle acceso al auto de mudanza a la casa.

Apago el auto y bajo de este.

Suspiro al pararse frente del portón blanco de rejas de diversos grosores.

-Eso será difícil limpiar -Bufo, cansado por solo imaginarlo

Era un día muy ajetreado, organizar la mudanza había sido todo un caos, estaba cansado a más no poder, y ahora simplemente quería armar su cama y dormir, pero volver a ver al frente, más allá del protón, le dio un poco de ánimos.

Ahí estaba su casa, por la que se había endeudado 10 años de su vida, con esa entidad embustera que eran los bancos, por una cantidad modesta de cien mil dólares, más los intereses ridículamente altos, pero era completamente suya y ese simple hecho ya lo hacía feliz.

Ahora solo debía trabajar arduamente por todos esos años y estaría en paz, al fin y al cabo ,solo así logro tener un hogar y auto propio.

Era la solución más viable para un recién egresado de psiquiatría.

Jimin volvió a suspirar, ya más animado, confiando que con los tres pacientes seguros que tenía y con el hecho de que ahora se ahorraba el lugar de su consultorio -pues este sería en su casa - el dinero sería suficiente para tener una economía estable a pesar de la deuda, él tenía fe en que todo saldría bien.

Pero en ese instante escucho unos ladridos y maullidos que lo hicieron voltear y olvidar esos pensamientos.

- Ya, ya voy - abrió la puerta - Perdón mis pequeños me distraje.

Ambos animalitos corrieron ansioso por su atención.

-Akira, espera hay que ponerte tu collar - le hablo a la fresh push pequeña de pelaje azabache.

Había decidido darle un baño antes de llegar a su nuevo hogar, pero entre todas las cosas que había hecho ese día ,olvidó volver a ponérselo y lo que menos quería era que uno de sus bebés se perdiera.

-Ya -terminó de abrochar el delicado collar que tenían en la placa el nombre de su mascota y su número de teléfono.

Tomo a Akira para cargarla

- Ven Miu, tú también - la gatita blanca con tres manchas negras, que era solo un poco más pequeña que Akira, se le acerco ansiosa por estar también en los brazos de su amo.

- Bien, ¿qué les parece? - les preguntaba mientras trataba de abrir el portón y de no soltar a ninguno.

Después de unos segundos de sufrimientos pudo abrir la puerta, camino acercándose más a la puerta principal.

Observando las tres gigantescas ventanas que tenía la casa, rogando que le calzaran las cortinas que les había comprado.

Antes de llegar al hall de la entrada, se detuvo a ver la terraza, sonrió, seguro de que le encantaría ver las noches estrelladas desde ahí.

- Hey,hey ¿qué pasa? --trato de reforzar el agarre que le tenía sus pequeños ,pero estos se revolvían tanto que se le hacía casi imposible no dejar caer a alguno.

Por lo tanto, Miu terminó saltando de sus brazos y poco después también Akira.

-¿Qué les sucede a ustedes?

Frunció el ceño viendo como Akira se para detrás de él para ladrar y a dar pequeños saltos, mientras que Miu se iba maulló un par de veces y caminaba hacia la puerta haciendo a su cascabel titilar.

El Baúl de almas  《Yoonmin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora