•Capitulo 10

3.6K 373 185
                                    

•Yuchi

Después de haber estado todo el día echada en una cama que no es mía, pude escuchar la puerta abrirse y ver a Tamura entrando con un plato de comida.

—¿Eso es para mi?—Pregunté sin esperar a que se instalara en su habitación.

—Si...supuse que no habías comido en todo el día.

Tamura por alguna extraña razón, sonreía de oreja a oreja y con esa sonrisa tan extraña pero linda, se acercó a mi y a su vez me acercaba el plato que llevaba en manos.

—No tengo hambre...—Dije empujando el plato hacia Tamura.

—No comiste nada, y creo que estás lo suficientemente delgado para desaparecer si no comes ahora.

—Y yo creo que es mejor que me vaya—Dije levantándome de la cama y poniendo mis zapatos—Gracias, Tamura.

—E-espera.

Tamura se levantó más rápido que yo cuando escapo de él y me tomo del brazo impidiendo que ejecutara mi plan de escape, ya sabía que esto pasaría.

—Quédate un rato más, lo estábamos pasando bien.

Solté una risa sarcástica, era una excusa tonta, más tonta que yo diciendo que la tengo chiquita, definitivamente no le llega ni a los pies.

—Si llorar mientras tú me miras, es pasarla bien para ti, déjame decirte que tienes un problema—Dije soltándome del agarre de Tamura, saliendo algo apresurada de la habitación; no quería nada más que estar en mi habitación soltando suspiros como tonta mientras miraba mi techo, hoy en día...mi pasatiempo favorito.

...

Sinceramente ni siquiera deseaba estar en mi habitación, estoy segura que si alguien me busca, ese sería el primer lugar al que irían.

Ni siquiera lo tuve que pensar ni un segundo; pase de mi habitación, y salí directo al invernadero, tal vez ahí podía estar en paz y totalmente tranquila.

Mire las flores como si fueran la cosa más entretenida del mundo, y lo eran para mi, debo decir que es imposible no pensar en mi hermano Zen cuando miraba las flores, soy patética ¿no?, supongo que serlo se convirtió en algo propio de mi...

Mientras pensaba en lo tonta y patética que era, pude escuchar como unas puertas se cerraban, ¿y cuales más podrían ser?, a demás de las únicas qué hay en el invernadero; la puerta principal ahora estaba cerrada, y tengo que decirlo, este lugar esta embrujado.

—Bien...cualquier fantasma que se encuentre por aquí...por favor, no me haga nada—Mire hacia todas las direcciones mientras me acercaba lentamente a la puerta, y para mi sorpresa, estaba completamente cerrada.

Intente abrirla jaloneando de esta con todas mis fuerzas, pero más que estar trabada, alguien le había puesto seguro...

—Yuchi...

Una voz detrás de mí sonó, y a pesar de haberme asustado, le puse más atención a la voz que me había llamado, me gustaría decir que no la conozco, pero no hay voz que más conozca que esa.

Me giré lentamente para mirar al chico que había robado mi primer beso.
Y no me había equivocado de personas, definitivamente era Yacchan, y no se veía muy animado, se veía muy deprimido, y por alguna razón esa expresión hizo doler mi pecho, quería ver al Yacchan feliz de nuevo, así no me sentiría tan culpable.

Mori Mori: ¡sáquenme de aquí! [Yarichin b club]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora