Siempre iban a estar juntos, se amarían aún más allá de la muerte, porque el amor que los unía era tan intenso que aunque pasen mil vidas más nada lograría alejarlos.
"En la próxima vida todo será diferente mi amor te lo prometo".
"Siempre serás mi...
Boruto volvía a despertar con la mente totalmente en blanco, sus sentimientos neutros. Se levantó de la cama y se dió una ducha reconfortante.
No sabía nada de nada, se dejaba llevar por su instinto. Al acabar de vestirse, su padre Naruto entraba en esos momentos. Ambos se miraron en silencio unos instantes.
Naruto le pidió que lo siga, así ambos salieron de la habitación para dirigirse al despacho de Sasuke.
Allí le comunicaron lo que debería hacer a partir de ese día. Boruto tendría que estudiar música junto con Naruto, y canto con Sasuke el día entero.
Los días pasaron y la rutina envolvía a Boruto sin piedad. Estaba totalmente aislado del mundo, no podía salir ni ver a nadie, mucho menos hablar con nadie que no sean Sasuke y Naruto.
Las drogas hicieron su efecto en él, su mente estaba vacía y en blanco. Solo sabía que Naruto era su padre y Sasuke el marido de su padre.
Aunque su alma lloraba y se sentía morir, no sabía por qué le sucedía eso ni se molestaba en preguntar. Sentía que no era correcto hacerlo.
Cuando Boruto no estaba estudiando musica y canto, estaba en la biblioteca leyendo sus novelas favoritas porque sabía que amaba la literatura.
Pero Boruto a medida que leía uma hermosa historia de amor, sentía un dolor tan grande que las lágrimas humedecían su rostro. No sabía qué le pasaba ni por qué estaba así.
Dejó el libro a un costado, para taparse la cara y llorar amargamente. Se abrazó a sí mismo y temblaba de pesar. Su alma estaba totalmente desecha.
—¿Por qué me siento así? ¿Qué me está pasando? ¿A quién estoy extrañando a más no poder?
Naruto entró en esos momentos y Boruto se apuró a secarse las lágrimas. Su padre con dureza le preguntó: —¿Qué pasa hijo? ¿Por qué lloras? — Nada padre, no pasa nada. — Secate las lágrimas y dime qué lees.
Naruto se sentó frente de su hijo para oír cómo le contaba las historias que estaba leyendo. Era otra forma de tomarle la lección. Naruto era en extremo duro con su hijo cada vez que se equivocaba en algo.
Boruto debía ser perfecto en todo lo que hacía para que Naruto esté satisfecho, de lo contrario se ocupaba de castigarlo duramente.
El jóven se sentía en continua tensión mientras su padre se encontraba en la misma habitación que él. Y eso era la mayor parte del tiempo.
En ésta ocasión Boruto no se equivocó y Naruto sonrió complacido. Se incorporó mientras le ordenaba seguirlo porque Sasuke había llegado y ya era hora de cenar.
Pero a la mente de Boruto llegaron los recuerdos de Mitsuki agolpándose abruptamente. Boruto quedó paralizado mientras regresaba todo a él entendiendo por qué se encontraba tan deprimido.
Sabía que debía discimular pero le resultó imposible. Su padre junto a Sasuke cenaron sin problemas pero luego lo obligaron a beber un calmante haciéndolo dormir.
Nuevamente lo drogaron pero ésta vez usando una dosis más fuerte, así tendrían éxito. Naruto no quería saber nada con el amor de su hijo por Mitsuki.
Esa noche, mientras Boruto dormía un sueño vacío Naruto disfrutaba de su amor con Sasuke en la habitación mientras la lluvia caía en la ciudad provocando un intenso frío.
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