Dolor

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Haruki Katō, el hijo de diecisiete años de Hiromi Katō y Saiko Katō. Haruki tenía un cabello de color castaño oscuro y unos ojos verdosos al igual que sus padres.

Él sabía perfectamente que su padre engañaba a su madre, una de las muchas razones por las que el ojiverde odiaba a su padre. El no quería intentar mantener una relación estable de padre e hijo con Hiromi, pero gracias a Saiko, su querida y amada madre, iba a darle una oportunidad, aunque claramente era totalmente fingida, ya que hacia tiempo que su vinculo de padre e hijo se había roto, desde la primera vez que vio como el patriarca de la familia Katō le había levantado la mano a su madre.

Haruki era muy inteligente, con notas bastante buenas, pero no para igualar o superara a Light Yagami, obviamente. Él quería trabajar, cuando se graduase, de actor, soñaba con serlo, y para eso quería ir a Estados Unidos, pero primero debía de terminar sus estudios, y estar seguro de que al irse su padre no iba a intentar hacerle algo a su madre.

Por otro lado estaba Ishida Idashi, la niña rubia de ojos azules, quien se encontraba siendo manoseada sin pudor por parte de Folker Krause, quien estaba en su propia burbuja de excitación, ignorando todo lo demás.

—Krause— llamó Satoshi al alemán— yo la voy a tener esta noche— avisó de manera seria mientras abría su quinta lata de cerveza de la noche—

—Bien— dijo resoplando— solo jugaré un rato con ella— dijo y antes de que Kano se opusiera a ello, sacó a la niña de encima de él y se levantó para tomar el antebrazo de la rubia e ir hacia arriba—

—¡Deja todo ordenado cuando te vayas!— ordenó el padre de la de ojos azules, y sin recibir respuesta llevó la lata de cerveza a sus labios y bebió un largo trago amargo—

—¡Es injusto!— se quejó Goda— yo les había dicho que quería estar con petite— y al decir eso el Ishida mayor le miró con mala cara— o por lo menos divertirme— dijo por lo bajo—

—La próxima Kano, la próxima— dijo el patriarca Ishida, para luego acabarse de un gran trago su cerveza de setecientos cincuenta mililitros, y empezar a abrir otra—

El adulto y la niña ya se encontraban en la habitación de Satoshi Ishida, una con miedo y el otro con excitación. El canoso cerró la puerta y se sentó en la cama de dos plazas, y con sus dos grandes manos tomó los muslos de la ojiazul para así sentarla arriba suyo. Él se acostó, aun teniendo a Idashi encima suyo, y se abrió un poco la camisa por el poco calor que sentía. Cuando el hombre se sintió menos acalorado habló.

—Muevete— ordenó seriamente, y para ese momento la niña de catorce años ya se encontraba llorando levemente—

—Por favor no— pidió llorando mientras su mirada azulada miraba al mayor— por favor— volvió a pedir, pero esta vez el alemán le dio una fuerte cachetada, incrementando el llanto de la rubia—

—Cállate de una vez y obedece— dijo duramente, y ella solamente pudo llorara más y más, molestando de gran manera al rubio canoso, ocasionando que él mismo colocara correctamente a la niña encima suyo y empezara a moverla intentando encontrar su autosatisfacción—

En eso se escuchó un sonoro ruido en la planta baja y unos gritos de aliento provenientes de Kano Goda. El alemán por curiosidad y para intentar que la niña se tranquilizara la sacó de arriba suyo y se levantó.

—Vamos a ver que pasa— dijo sin esperar respuesta alguna, y tomó de la mano a la rubia—

Ambos rubios bajaron, uno algo molesto por el lloriqueo de la niña y la otra con pavor a volver a ser tocada, un sentimiento común en ella. Al bajar por completo las escaleras de madera vio a su padre y a Kazuo jugando un videojuego, y también al rubio menor alentándolos a ganar.

The Girlfriend Of Kira [Light Yagami Y Tu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora