6. Ventajas de idol

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Cuando estaba preparada para pegarle el grito de su vida se quedó en pausa. Analizó, puso a trabajar a la ardilla en su cerebro. Le tomó un par de minutos llegar a una conclusión.

—Es ídol. Tienen una rutina muy dura —susurro para sí misma.

Ahora Ilenia miraba a Jimin con cara de lástima. Parecía estar viendo un pan de bodega echándose a perder porque nadie se atreve a incarle el diente.

Finalmente tomó una manta de su armario, porque no está de más reiterar que la suya había sido robada. Se encaminó por el pasillo con un objetivo claro. Entro a la habitación de su amiga, la única que le permitiría dormir con ella. Bien sabía que Isabela era muy estricta con su privacidad y esas cosas.

Cuando Lana la vio entrar sus ojos se pusieron chinitos y la interrogante no tardo en llegar.

—¿Qué haces?

—Dormiré contigo —explicó Ilenia con simpleza.

Lana se mantuvo seria y finalmente terminó incándose hombros, permitiéndole ponerse cómoda. ¿Quién le hubiera avisado a Ilenia que era mucho mejor dormir con Jimin?

Al día siguiente la chica parecía saco de boxeo. Namjoon y SeokJin la miraban raro mientras desayunaban para ir a trabajar.

—Nunca duerman con Lana —reflexionó la chica poniéndose una bolsa de hielo para el golpe en su mejilla—. Oyeme ¿Tú duermes o te transportas a un drama histórico? Pareciera que estás en medio de una batalla épica, das más patadas que un samurái.

Lana asintió.

—Me pasa desde pequeña. ¿Por qué crees que mi papá aprendió a dormir dándome la espalda? Si no lo hacía le daba patadas mal dadas.

—Taehyung, también tiene costumbres extrañas al dormir —expuso Suga— Pero él suele abrazar y también toquetea.

El nombrado dejó la comida a medio camino hacia su boca. Puso sus palillos de forma horizontal sobre su plato y lo miró con seriedad.

—Hyung, so me hace quedar como un pervertido —se quejó en voz alta.

—Es verdad. No sonó nada bien —rió Lana.

Jimin llegó a desayunar con prisa. Se había quedado dormido y ahora tenía menos tiempo.

—Buenos días —saludó amablemente—. ¿Qué hay de desayuno?

Se dirigió al refrigerador pero Ilenia se interpuso.

—¡A ti te quería ver, animal rastrero, rata de dos patas!

—Te estoy hablando a ti —cantó Lana en voz baja.

—¿Durmió muy cómodo en mi cuarto, señor? —inquirió Ilenia cruzándose de brazos.

—No te pierdas la guapería con la que lo dice, Lana —susurró Isabella en voz baja.

Jimin pareció sorprendido.

—¿Era tu cuarto? —inquirió enseguida.

—No, era el cuarto de IU —contestó Ilenia con sarcasmo—. Pues claro que era mi cuarto, hijo de... tu mamá y nieto de tus abuelos.

—Amo los insultos de Ilenia. Son otro nivel —susurró Lana divertida.

—Perdoname. No lo sabía, de verdad.

Ilenia se alejó del refrigerador permitiéndole agarrar algo para desayunar.

—Bueno, está bien. Perdonado —dijo al final.

Lana le golpeó el brazo a Jimin cuando este se sentó a desayunar. Él le prestó atención.

—¿Traducción? Te perdona porque eres guapo —le susurró para que Ilenia no escuchará.

Jimin sonrió ligeramente.

—Pero te buscas otra habitación que para algo hay bastantes en la casa —anunció Ilenia—. Ni modo que vayamos a dormir juntos como un matrimonio feliz.

Entonces Jimin movió la cabeza en sentido negativo. Aquella comparación había logrado avergonzarlo un poco.

—¡Qué vivan los novios! —gritó Jungkook, tirando el arroz como si fuera una boda.

Muy graciosito ¿no? Pues a la chica de rasgos achinados no le pareció así.

—Jungkook, no tires el arroz. Tú no sabes lo caro que está en Cuba, para andarlo desperdiciando —repuso Isabella y le quitó la bolsa de mala forma.

Jungkook hizo un puchero sintiéndose regañado.

—Chicos, debemos irnos ahora —informó Namjoon.

Todos se levantaron de la mesa para salir hacia sus obligaciones.

—Hasta luego —gritó Hoseok desde la puerta a las tres chicas.

—Pasen un buen día haciendo... lo que sea que hagan los idols y la gente famosa —les gritó Lana.

Ilenia e Isabella se quedaron viéndola.

—¿Qué? ¿Me ven cara de ser famosa para saberlo?

Lana se alzó de hombros.

Mucho, mucho más tarde. Las chicas veían un drama por televisión. RofTop Prince era, a su juicio un buen drama, a pesar de tener ya sus años.

—Esperen, casi se cae —Ilenia señaló la pantalla.

Lana retrocedió un poco el capítulo para volver a ver esa parte. En efecto uno de los actores secundarios había resbalado sutilmente por el piso mojado debido a la lluvia. Lo más gracioso del caso era lo rápido que lo había disimulado.

Puede que fuera algo sin importancia, casi una tontería pero a las chicas le causó mucha gracia. Comenzaron a reír como focas. Se reían de sus propias risas. Aquello parecía no acabar.

—Ya, ya —dijo Isabella sofocada—. Vamos a parar de reírnos.

Aquello era en vano, cuando trataban de mantenerse serias las carcajadas volvían a aparecer y eran incontenibles.

En medio de ese ataque de risa la puerta se abrió. Los chicos habían llegado. Se veían cansados después del largo día.

Lo primero que Yoongi hizo fue sentarse en el suelo.

—Claro, tú siéntate ahí porque no es como si hubiera un sofá justo a lado con espacio disponible —mencionó Lana divertida.

—Sinceramente, me siento más cómodo en el suelo —expuso Yoongi.

—¿Cómo les fue? —les preguntó Isa con curiosidad.

—Filmamos un vídeo para army, tuvimos entrenamiento de baile y por fin nos han confirmado la fecha de lanzamiento del próximo álbum —relató Jungkook.

—Ah, y yo que solo me senté aquí a ver un maratón de dramas —murmuró Ilenia.

—Tenemos libre mañana—celebró Hoseok.

Eso no era muy común por lo que lo ponía de un excelente humor.

—Deberíamos llevarlas a explorar Seúl —propuso Jimin—. Creo que hay que ser hospitalarios con los extranjeros.

—Ay, ajá —murmuró Jin mirándolo con sospecha.

Lo conocía bien, no se creía su faceta de buen samaritano. Algo pretendía.

—¿Guías turísticos gratis? —Lana aplaudió con emoción—. ¿Dónde firmo?

Y así pues, acordaron salir juntos. Deberían tomar ciertas precauciones, claro está.


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