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Mientras la respiración se escapaba de sus pulmones, Johnny continuó corriendo, llevándose a sí mismo y a su futuro hacia adelante, su cabeza estaba llena de cosas, pero no podía ponerles un orden, sus sentimientos estaban furiosos, dolidos, descontrolados y no podía entenderlos. Sin embargo, se obligaría a sí mismo a continuar. 

Porque sabía una cosa, no quería quedarse atrás, no iba a ser la persona que se quede atrás. 

—¡bien, Johnny! ¡bien!—gritó el entrenador cuando fue el único que pudo hacer las diez vueltas alrededor de la cancha. 

Jaehyun había llegado hasta la octava, y Sicheng ni siquiera pasó la quinta. 

—todavía seguimos en marcha—el entrenador le dio una botella de agua y le palmeó el hombro—lamento lo de tus hermanos, tu profesor me aviso, ya sabes, si necesitas hablar con alguien adulto. 

Johnny rio, encogiendo los hombros—conozco a otros adultos mejores para ese tipo de conversaciones, pero lo agradezco. 

El entrenador asintió, de acuerdo—me alegra oír eso. 

En la escuela casi todos sus compañeros y los compañeros de Ten se enteraron que había sido cambiado de colegio porque su madre se lo había llevado, corrían rumores de todo tipo, Hendery y Lisa intentaron detenerlos tanto como pudieron, habían inventado una historia de que Ten necesitaba ir con su madre porque ella estaba demasiado sola y muchos se lo habían creído. 

Taeyong habló con los amigos cercanos de Ten, quisieron comunicarse con él, pero no pudieron, Johnny también intentó saber de él, había llamado a Lucas para que lo buscara en la ciudad, pero Lucas no supo por dónde buscar. 

Había pasado una semana desde que Shinhee se los había llevado, Johnny pensaba a menudo en ambos, los dos eran extremadamente quisquillosos, por no decir malcriados. En los desayunos incluso llegó a extrañar sus peleas, oír a Ten pelear con Donghyuck por el cereal, escuchar a Jisung gritar porque alguno estaba pateándolo por debajo de la mesa. 

Su tiempo en el taller duró poco, Johnny tomó una decisión y escogió a sus hermanos. Sabía que no se arrepentiría, porque si él estuviese en el lugar de los mellizos entonces desearía que alguien lo escogiera también. 

—es la primera vez que me vas a ver en mis clases de karate, estoy tan nervioso—Jaemin le dijo entusiasmado, saltando de un lado a otro. 

Donghyuck iba haciendo un pucherito, Johnny no podía quedarse en su clase porque la profesora no admitía padres ni acompañantes que pudieran restringir la creatividad de los niños. 

—es increíble que nunca haya ido antes—Johnny le dijo, llevando de las manos a ambos. 

—¡Doyoung tiene que venir también! ¡él tiene que verme!—aseguró Jaemin, lleno de energía. 

Las clases de karate de Jaemin duraban una hora y media, Johnny tomó asiento junto a un par de madres y junto a un padre, ellos le miraban curiosos, ya que nadie iba a las clases de Jaemin, su padre hacia horas extras en el horario de las actividades de los mellizos. 

—¿eres el hermano mayor de Jaemin? oh dios, son tan parecidos—una señora le dijo, sonriendo—Jaemin es tan carismático. 

—es todo un niño lleno de energía, da todas las vueltas sin sudar—el señor le dijo, sorprendido. 

No le sorprendía, de hecho, los mellizos tenían demasiada energía, Johnny se cruzó de brazos y observó atentamente como Jaemin corría con una gran sonrisa alrededor del gimnasio, levantando las manos y saludándolo a cada rato, para ser honesto, le daba un poco de vergüenza. 

Lo que es ser un KimWhere stories live. Discover now