29. El primer Te amo

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*El primer Te amo*

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*El primer Te amo*

Beth Anderson

Corremos hasta llegar a el hotel todos mojados por la lluvia, pero yo venía feliz riendo por lo de hace rato, cuando hay gente que Leo conoce él se pone serio y con un humor terrible, pero cuando está conmigo todo eso cambia y de vez en cuando lo veo comportarse como un niño pequeño o como si una empresa completa no dependiera de el

Llegamos a la entrada del hotel en el que nos estamos quedando, pero somos detenidos al intentar entrar por una bola de paparazzis que se nos vie en enzima con preguntas, la seguridad el hotel nos ayuda a entrar, pero no sabes el cómo nos encontraron y menos como encontraron el hotel en el que nos estamos quedando de todos los que hay, Leonardo toma mi mano y nos adentramos a nuestra habitación

—Parece que nos han encontrado —Me rio ante su comentario y me acerco a la ventana

—Ahora ya no seremos libres

Leonardo llega y me toma por detrás pegándome a su cuerpo, aun seguimos empapados por la lluvia, pero a el parece no importarle, mi cabello está pegado a los costados de mis mejillas y el con una mano se encarga de colocarlos detrás de mi oreja aun puesto detrás mío

—Vamos Beth, debemos cambiarnos o nos dará un resfriado

Pongo una mueca de flojera y él se ríe tomándome de las mejillas y apretujándolas

—Tengo flojera

Él se ríe y me sube sobre su hombro llevándome a la habitación, toma una toalla del baño y busca entre los cajones mi pijama, toma el pijama blanco con la que me dijo por primera vez conejita cuando me miro con ella, el recuerdo llega a mi mente y me hace sonreír como boba

—¿Por qué sonríes?

—Recuerdo cuando me llamaste conejita por primera vez

—Lo recuerdo

Miro que empieza a quitarme mis zapatos y sonrió ante su acción

—¿Piensas cambiarme de ropa?

—Eso pensaba, solo el pijama claro, dijiste que tenías flojera así que no te esfuerces que yo lo hace por ti

—Bien

Leo suelta una risa y yo me quedo observando sus movimientos quita mis calcetas y las pone a un lado, el me levanta un poco y saca mi pantalón para poner el short de mi pijama y hace el mismo proceso con la blusa él se acerca al baño y se cambia de ropa, así poner nuestra ropa junta en la lavadora, el conecta la secadora del baño y me hace señas para que me acerque y así lo hago

—¿Ahora secaras mi cabello?

—Exactamente

Me rio el empieza a secarlo con tanta delicadeza, aunque tengo el cabello corto y sé que se secaría solo el me lo seca igual, sonrió al pensar en todas estas acciones que está haciendo y mi sonrisa se hace más grande

Estupido MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora