𝐗𝐈𝐈𝐈. 𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐧 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐍𝐨𝐫𝐭𝐡 𝐋𝐚𝐧𝐝𝐬

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Junhui despertó con el sonido de unos golpes en la puerta. Se sobresaltó y parpadeó varias veces, aún recargado sobre sus antebrazos. La tela suave debajo de él, sus cabellos negros sobre el brazo del cazador.

Alzó la cabeza y sus ojos fueron a parar directamente en Wonwoo y su expresión pacífica. Seguía sin despertar y Jun sintió la angustia de nueva cuenta floreciendo en su pecho.

Los golpes interrumpieron su azorado pensamiento y se aclaró la garganta antes de hablar.

—¿Si?

—¡Príncipe! Soy Chan, Jihoon me mandó a avisarle que Seokmin llegará pronto.

Con ese recado, Junhui se puso de pie como un resorte. Miró a través de la ventana y vio el manto blanco cubriendo el paisaje. Apenas había salido el sol y no supo en qué momento se quedó dormido, pero había velado por Wonwoo en la noche, acompañado de la luna, entrando por la ventana. Observando el pecho subir y bajar en señal de que seguía vivo. Poniendo su mano sobre el corazón del otro hombre, para asegurarse que seguía latiendo.

—¡Ya voy!

Tomó la capa de invierno que Chan le había llevado la noche anterior junto a su comida que apenas y se terminó. Su apetito estaba muy reducido por todas las emociones que se lo arrebataban, pero le tocaba a él mantenerse fuerte y se la terminó toda al final.

Tomó la mano de Wonwoo y le dio un último apretón antes de partir.

—Voy a ayudarte, Wonwoo, vas a despertar, te lo prometo.

Por alguna razón, no pudo quedarse con ese simple gesto. Sintió su corazón latiendo con fuerza, pero se acercó aún más al cazador inconsciente y le dejó un beso en la mejilla.

Era un gesto que su madre le daba cuando iba a dormir, pero no era un beso de buenas noches. Era un beso de despedida temporal, esperando dejar en aquella pequeña acción una promesa que se había hecho así mismo y esa era hacer todo lo que estuviera en su poder para que Wonwoo volviera en su consciencia y se recuperara de sus heridas.

Sin tardar aún más y dándole una última mirada al cazador, se aproximó a la puerta y la abrió. Chan lo miró directamente unos segundos y luego desvió la mirada.

—Buenos días, Chan, gracias por venir a avisarme.

—No hay de qué —dijo el más joven con voz bajita—. Me voy a quedar cuidando de...

—Wonwoo —dijo Junhui con una sonrisa suave.

—Wonwoo, sí. Yo lo relevo mientras va con Seokmin.

—Muchas gracias, te lo encargo, es muy importante para mí. Y no me tienes que hablar tan formal, ¿está bien? —El príncipe le revolvió los cabellos castaños y Chan bajó la cabeza con las mejillas rojas. Sólo atinó a asentir.

Junhui caminó por el pasillo de la cabaña hasta llegar a la puerta y salir al paisaje invernal. Se colocó la capa de invierno sin ponerse la capucha y caminó por el sencillo sendero nevado hacia la cabaña más grande, en donde Soonyoung lo esperaba afuera, con una taza de té de canela que le ofreció enseguida para calentarse.

El joven la aceptó con una sonrisa agradecida.

—Seokmin siempre llega temprano. Desde que lo conozco se ha despertado con el sol y es muy puntual.

Soonyoung también bebió su propio té, mirando hacia los bosques con árboles perennes, los pinos hermosos cubiertos de nieve y con sus hojas verde oscuro en capas. Todos abundantes más adelante.

—Dijeron que Joshua pidió un colateral y ustedes necesitaban un seguro también. ¿Seokmin se ofreció o...?

Soonyoung lo miró con una sonrisa muy amplia y sus ojos casi desaparecieron.

The Prince And The Hunter (WonHui)Where stories live. Discover now