Juego

593 93 7
                                    

La escena fue ligeramente incómoda de ver, entre la sorpresa de encontrarse a sus amigos comiéndose a besos y las emociones que sentía todas revueltas, Juan terminó en una de las esquinas, viendo a Focus despedirse de Auron, dejándolos a solas.

Auron fue por alguna bebida estirándose un momento, sentándose en el sofá donde antes ya había estado con El Cuervo

—¿Para que me querías? — Preguntó de lo más normal posible

—¿Yo?...eh...no lo sé — Dijo nervioso Juan.

—Vamos, si ya me cortaste el rollo al menos dime algo bueno —

—¿Tú y Focus son...? —

—¿Qué? No, claro que no —

—¿Entonces? —

Auron suspiró, alzando sus hombros y sus cejas, acomodando las palabras en su mente de tal forma que se vieran bien y el hechicero entendiera.

—Bueno, pues fácil, uno tiene necesidades y no te diré que el Focus es feo, todo lo contrario, tiene buen trasero el hijo de puta —

—¿Eres tú el que le gustaba? —

—No, ese era Ibai —

—¿Ibai? — Al ver el rostro de confusión de Juan, Auron supo que la había cagado al revelar el secreto de su amigo

—Bueno...no es como si no lo supieran — Se excusó, prestando atención a su bebida — Focus nunca le dijo y al final de fue con Grefg, nada se pudo hacer —

—Ya veo... — Suspiró, sabía, por los rumores que había, que Focus estaba enamorado de alguien, creyó por un momento que era juego, aunque ahora notaba que no era así.

—Pero bueno, dejemos a un lado eso y dime por qué viniste —

Juan se sintió nervioso, ¿En verdad se lo diría a Auron? No es que no se confiara de él, pero ahora, teniéndolo frente a frente, las palabras no querían salir, tardaron unos minutos para hacerlo.

—Es por Ocho —

—¿Te molesta mucho? —

—No, creo que está enamorado de mi —

La carcajada que soltó Auron se escuchó por toda la casa, haciendo molestar un poco a Juan. Creyó que era broma, pero cuando el hechicero se mantuvo serio supo que no, así que lo vio extrañado.

—¿De verdad piensas que le gustas? —

—¿Hay algún problema con eso? —

—¡Pero si Ocho es un gilipollas! Para empezar, no se si el problema es tuyo por tener esos aires de "todas mías" o de él por hacerte creer que le gustabas — se acomodó en el sofá para poder verlo mejor, riendo un poquito — Juan, has besado y salido con cada chico de este pueblo, no entiendo por qué crees que Ocho siente algo por ti, tal vez sólo les sigue el juego a los de más...y también es un mierdero, no creo que sea de esos que se enamoren y tal — alzó sus hombros bebiendo un poco más de lo que se había servido, definitivamente aquello había valido el polvo que iba a tener con Focus, aunque claro, ya lo llamaría para seguir con lo suyo.

Ese chico tenía razón, bastante, el juego que llevaban todos era el mismo, ese de besos y abrazos, quizá Ari estaba loca y se había imaginado cosas, pero de todas formas le había dolido un poquito eso de romperle la ilusión.

Después de la charla con Auron las cosas fueron un poco diferentes desde la perspectiva de Juan.

Cuando le había dicho que Ocho no estaba enamorado de él algo picó en su cabeza, una vocecita que le decía que no, que Ocho SÍ lo quería, que Auron estaba mal y que tenía que demostrarlo, pronto, Juan se empeñó a pasar más tiempo con él, intentar "tentarlo" de alguna forma, coquetearle un poco para ver cómo reaccionaba y así demostrarle a el idiota de Auron que estaba en lo correcto, Ocho, por su parte, estaba feliz de tener al de lentes más apegado y cariñoso con él, las interacciones de ambos eran más íntimas y lindas, reía cada que contaba un chiste, se sonrojaba cuando le tomaba de la mano para ir con él a cualquier lugar o cuando se despedía dándole besos por todo su rostro, ¿Y si Juan sentía lo mismo que él? Tal vez podría dejar a la zorra de Ari y ser felices juntos, en su imaginación, habían muchas posibilidades.

Y cuando menos lo esperó, Juan lo invitó a una cita.

Estaba feliz, explotaba de la felicidad, incluso hablaba con Focus, quien se había vuelto algo así como su confidente, Ocho le contaba cada cosa que hacía Juan con él y lo feliz que era, así que era de esperarse que lo ayudara en su cita.

Se puso sus mejores ropas, se peinó igual que siempre y acomodó sus aretes, perfumándose y llevando, por cortesía, una botella de vino que había robado de otro pueblo y que los dioses no lograron ver en la aduana. Con felicidad, caminaba dando saltitos pies así iba más rápido, tarareando una pequeña melodía.

—Voy a una cita con Juan~ con Juan voy a una cita~ —

Repetía una y otra vez, acercándose poco a poco al restaurante que Nia les prestó para ellos mientras que Juan acomodaba todas las cámaras que podía ampliando su sonrisa.

Le demostraría a Auron lo equivocado que estaba.

Babosa (Juanx8Cho)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora