Lisa despertó temprano para al menos poder hablar con sus abuelos antes de que se fueran. Ella decidió cocinar un simple festín para todos.
Ella cocinó tocino, huevos, salchichas y panqueques. Cuando terminó de poner la mesa llamó a todos para que comieran.
"Siéntate, halmoni." (Abuela.) "Preparé todo esto para ustedes." Lisa dijo llevando a sus abuelos frente a la mesa. Su abuela y su abuelo se sentaron y comieron animadamente.
"Ya que anoche no tuve la oportunidad de pasar tiempo con ustedes decidí hacerlo hoy mientras comemos." Lisa sonrió. Ella deseaba poder pasar el día con ellos pero sabía que no podía por el trabajo.
"Lisa, querida, lo que hiciste en la mañana es más que suficiente. Mírate, nuestra bebé apenas pudo siquiera dormir." Halmoni dijo y pellizcó las mejillas de Lisa. La más joven se rio pero luego besó las mejillas de su abuela también. Oh, cuanto los extrañaba.
De repente recordó como se sentía el hogar. Tiempo atrás, cuando ella estaba en la escuela de medicina, su abuelo era el que le cocinaba sus comidas porque su mamá y papá estaban muy ocupados trabajando para poder pagarle su matrícula. Ella pensó que éstas personas son las mejores, no podía pedir por más.
"De verdad estás grande ahora. No puedo imaginar a mi Lisa como una doctora profesional." Dijo el abeoji (abuelo) de Lisa. Su corazón se derritió en ese momento. Así es como exactamente imaginó su vida. Siendo exitosa y contenta con las personas que más quiere.
Lisa tímidamente sonrió. Ella soltó su tenedor y su cuchara, tomó de su vaso y habló. "Mamá, papá, halmoni y abeoji. Cuando estaba en la escuela de medicina, solía decirles a menudo que llegar a ser una doctora jamás sería sencillo y que honestamente dudaba de si lograría hacerlo. Pero aquí estoy hoy, con todos ustedes, como una doctora pasante, contenta y feliz. El amor con el que ustedes cuatro me llenan siempre será mi fortaleza."
El área del comedor se llenó de mucha alegría y amor. Lisa no puede dejar que ésta familia se desmorone, ella va a hacer lo mejor que pueda para hacer que el amor siga llameando, cueste lo que cueste.
"Sigamos comiendo, no más drama, ¡O llegarás tarde al trabajo, Lalisa!" Su mamá interrumpió con los ojos llorosos.
Ellos siguieron comiendo y hablaron sobre cuando Lisa aún estaba pequeña. Sus abuelos también le pidieron que narrara algunas de las experiencias que ha tenido en el hospital. Ellos hablaron por una hora, hasta que fue hora de irse.
Lisa revisó su reloj y confirmó que ya era hora de decir adiós.
"Me debo ir." Lisa murmuró tímidamente. Ahora las miradas estaban puestas en ella.
"Me debo ir, antes de que mi tenebrosa Sunbae me coma viva." Ella bromeó. Los cuatro asintieron y, aunque fuese triste, ellos le dijeron cuan felices estaban de que estuviera un paso cerca de cumplir su más grande sueño.
"Halmoni, abeoji, los visitaré a ambos, arasso? No se preocupen." Le aseguró a sus abuelos y besó sus mejillas, lo que sirvió como un último adiós.
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Lisa se encontró a si misma sonriendo sin pensar. En su camino al hospital, de la nada recordó el mensaje que le dejó su Sunbae anoche. Al cual Lisa no supo como contestar o reaccionar. Pero así como es de molesta, obviamente iba contestar.
Para: Sunbae
Sunbae, es un pequeño corte. Es solo que el paciente estaba enamorado de mi pero tuve que decirle que simplemente los chicos no eran mi tipo.
Lisa se estaba riendo demasiado cuando presionó el botón de enviar. Ella en verdad sabía como molestar a la doctora.
De: Sunbae
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DOCTORS - Jenlisa
قصص الهواةJennie Kim es una cirujana estrella en el Hospital General Deojun. Es una de las mejores cirujanas de Seúl a pesar de ser una perra despiadada. Jennie siempre lucha por estar en la cima, cree que nadie puede vencerla ni acercarse a su grandeza. Pero...
