⛓ 𝐔 𝐍 𝐔 𝐒

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—¿Viste la forma en que el público se volvió loco? —Minho se jactó, mientras ellos se apiñaban en el pequeño pasillo que conducía a las habitaciones, que actuaban como vestidores para las presentaciones en escena

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—¿Viste la forma en que el público se volvió loco? —Minho se jactó, mientras ellos se apiñaban en el pequeño pasillo que conducía a las habitaciones, que actuaban como vestidores para las presentaciones en escena. El dueño del Red lights palmeó la espalda de Hyunjin a su paso y felicitó a la banda por su increíble presentación.

—¡Nos adoraron! —dijo Felix, su baterista—. ¿Crees que había algún cazatalentos en la multitud esta noche?

Minho le sonrió y le dio a Felix un empujón.

—¡Por supuesto que había! ¡Tendremos a toda la industria golpeando nuestras puertas mañana por la mañana!

Los dos chocaron las palmas y aullaron sus propios elogios hacia el cielo. Hyunjin no pudo evitar reírse de ellos. Después de una actuación tan entusiasta, los miembros de la banda por lo general estaban muy agobiados por el sonido hasta que salía el sol. Hyunjin era todo lo contrario. Él derramaba su corazón y su alma en cada nota sensual y hacerlo era francamente agotador. En todo lo que podía pensar era en una ducha caliente y una cama cómoda.

—¡Vamos a sex-lebrar! —Changbin, el bajista, sonrió y comenzó a armar jaleo con Felix.

—¡Espacio reducido, chicos! ¡Espacio reducido! —Hyunjin ladró. Ellos lo empujaban mientras rodaban por las paredes y rayaban el piso de cemento con sus botas.

—¡Paren! —Hyunjin volvió a gritar, riendo. Minho se unió a la refriega y pronto todos estaban peleando justo en el camino de Hyunjin. Con un rodar de ojos, pasó junto al grupo—. Voy a cambiarme y luego me voy a casa —dijo por encima del hombro—. Los veré luego chicos.

—¡Ah! ¿Estás seguro de que no quieres venir con nosotros? —Changbin se zafó un momento para gritar la pregunta ante la retirada de Hyunjin. —Estamos seguros de que conseguiremos un par de linduras para nosotros entre esta gente y sé que hay un par de tíos dispuestos a saltar a la cama contigo.

—¡Paso! —Hyunjin dijo con una sonrisa. No compartía la preferencia por mujeres de sus compañeros de banda por lo que siempre era incómodo cuando iba a ligar con chicos estando con ellos. No les importaba que fuera gay. solo que Hyunjin no estaba a la caza de un amante de una noche en grupo. Se escabulló en el vestidor sin decir una palabra, los sonidos de sus silbidos incrédulos lo siguieron dentro.

Hyunjin cogió la toalla que colgaba sobre el respaldo de una deteriorada silla plegable negra y se secó el sudor que se pegaba a su cara y pecho. Se acaloraba mucho en el escenario por lo que nunca usaba una camiseta. Todo lo que podía hacer era obligarse a usar una camiseta oscura después de una actuación.

—Estuviste realmente genial.

Una voz suave causó que Hyunjin se diera la vuelta sorprendido. Podría haber jurado que estaba solo cuando entró. Un hombre de su misma edad, a mediados de los veinte como máximo, se apoyaba contra la pared que daba a un pequeño cuarto de baño en el fondo de la habitación, con la facilidad de un hombre que estaba acostumbrado a estar en lugares donde no se supone que debería. Llevaba un par de vaqueros azules rasgados que tenían cadenas que colgaban de la espalda como tirantes. Los pantalones eran lo suficientemente apretados para mostrar sus esbeltos muslos y una apretada camiseta negra que promocionaba su delicado torso y la banda 3RACHA. Su cuerpo era lo suficientemente apretado para que el de Hyunjin tuviera una respuesta visceral.

INCUBUS ;hyunminWhere stories live. Discover now