Día 24

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Madrugada del día anterior

-Bonito, yo no quiero presionarte... Pero necesito entender- el menor estaba algo más tranquilo, aunque sus ojos se veían rojos debido al reciente llanto, y en su voz aún era palpable la angustia.

-está bien Harry... Yo, te contaré todo lo que ocurrió-

Louis unió su frente a la del rizado, se podía percibir en cada uno de sus gestos la gran nostalgia que sentía al tener que revivir nuevamente todo lo sucedido en aquella época. Pero ya no había vuelta que darle, estaba dispuesto a contarlo todo; Harry merecía conocer toda la historia, por muy traumatica que ésta fuera para él.

El ojiverde lo miraba en absoluto silencio, esperando que el castaño reuniera la fuerza que requería para comenzar su relato.

-Yo... Yo ya te expliqué todo lo que ocurrió y vi en la última fiesta antes de la graduación...- el mayor comentó, y el rizado asintió sin decir nada.

Louis comenzaba a hablar, sin tener la menor idea hasta que punto Harry ya había podido deducir lo ocurrido; sin embargo todos los detalles y el dolor que el relato del ojiazul traía, sin duda eran algo que el ojiverde no esperaba.

-espero no quedar como un idiota o un completo loco frente a tus ojos Harry, pero... Yo en serio estaba enamorado de ti- Louis dio un fuerte  suspiro antes de continuar -cuando me enteré que te casarías con Olivia porque supuestamente esperaba un hijo que era tuyo, yo... Yo simplemente no podía quedarme de brazos cruzados viendo como caías en sus mentiras-

-¿Qué fue lo que pasó?- la voz del menor volvía a sonar entrecortada, por alguna razón le conmovía en lo más profundo de su ser, saber cuanto fue que Louis lo quiso desde entonces.

-pensándolo fríamente, hice lo más estúpido e impulsivo que se me ocurrió. Pero es que en verdad, tenía demasiada rabia, y en realidad, si era bastante estúpido... Mira que enamorarme del chico más inalcanzable y hermoso de toda la escuela- El castaño soltó media sonrisa tras decir eso, y Harry lo imitó.

-pero creo que ya pudiste ver, que no era tan inalcanzable para ti...- el menor se acercó un poco más al ojiazul, y dejó un pequeño y tierno beso en sus labios.

-yo debí buscarte de inmediato y contarte todo, aunque quedara como un loco y psicópata frente a ti... Sin embargo, mi rabia pudo más y me fui directo a buscar a Olivia... Discutimos; le dije que sabía que estaba mintiendo, y ella ni siquiera se esforzó en negarlo, sólo me dijo que no era asunto mío, y me advirtió que no me metiera en sus asuntos o me terminaría arrepintiendo-

Harry lo observaba con un gesto serio; en su mente podía imaginar con total claridad como debieron ser aquellos momentos.

-entenderás que obviamente no le hice caso a sus palabras...- Louis siguió con su relato, y podía verse su mirada algo más sombría a cada segundo. -después de esa conversación, salí directamente a buscarte... Te busqué, te juro que te busqué por cada rincón de la escuela, pero no, nunca te encontré-

La voz del castaño comenzó a oírse temblorosa; Harry apretó sus labios intentando mostrarse fuerte, porque a él también comenzaba a embargarlo una extraña sensación de tristeza. El menor alzó una de sus manos, y con entrañable delicadeza acarició el rostro de Louis; sus miradas conectaron por largos segundos, y aquello bastó para hacerles sentir que se tenían el uno al otro.

-una chica que no conocía de nada, se me acercó... No pude notar lo sospechoso que eso era; me dijo que estabas en la pequeña bodega que estaba cerca de las canchas, en una supuesta reunión con porristas y atletas...-

-yo jamás estuve en ese lugar... Lo usaban para drogarse o ir en parejas, algo que yo nunca hice- Harry mencionó frunciendo el ceño, aunque para el mayor ese comentario ya le parecía obvio.

Treinta Días Para Ser Infiel || Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora