La derrota de La hermana, La reunión de la Trinidad.

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Capítulo 4
La derrota de La hermana, La reunión de la Trinidad

El sonido producido por el agua al caer por la cascada se escuchaba al rededor, como un cantico previo a la batalla, la respiración algo acelerada de una hermosa chica preocupada resonaba en conjunto. Azusa, la Bruja Inmortal se preparaba mentalmente para poder ponerle un alto al que alguna vez fue su compañero, su amigo y amado.

"¿segura que estarás bien cariño? Me preocupas, creo que sería mejor que te acompañara para..." – expresaba la madre preocupada, pero fue detenida por su hija.

"Es algo que debo de hacer sola, mamá, he dejado a Rimuru solo mucho tiempo... debo hablar con él y decirle lo que tiene que saber, que esto no fue su culpa"- mencionaba Azusa algo nerviosa. Puede que su corazón quiera cerrar ese círculo doloroso. Pero ahora ya no lo hacía por él o por ella, lo hace por los demás, el escuchar que varios mundos cayeron a los pies de Rimuru no podía dejar de sentirse culpable, por su forma de actuar con él, lo orillo al borde del abismo, y ahora varios mundos han sufrido las consecuencias.

"déjeme acompañarla" - se escuchó detrás de ella, era la Diosa Nintan, una de las deidades más importantes de su mundo. Al escuchar y sentir lo sucedido, no dudo ningún segundo en acompañar a su querida amiga.

"lo lamento, pero no, esto es algo entre él y yo" – afirmo Azusa.

"estas a punto de entrar en una guerra mi niña, ¿segura que estarás bien sola?" – señalo la espíritu.

"sí mamá, es mi deber, mi responsabilidad" – dijo ella, la madre tenía muchas razones por la cual preocuparse, sin embargó, sabía que si había alguna posibilidad de poder detener a Rimuru su hija lo podría lograr. Después de todo, ellos dos tenían un vínculo especial, un pasado juntos, algo lo cual los unía.

Y así se decidió, Azusa, la hermosa bruja inmortal se despidió de sus amigas y su madre, usando su poder conjuro un portal hacia otro mundo.

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El sonoro grito de batalla se escuchaba a la distancia, las chispas que se originaban del acero chocando de las espadas, cientos de flechas cubriendo los aires y estruendos explosivos feroces resonaban en el campo de Batalla. Rimuru Tempest, el Rey demonio conquistador hacia su entrada a un nuevo mundo que estaba siendo diezmado en batalla, ya se había tomado el control del 70 por ciento de este mundo, solo quedaban pocos países que oponían resistencia, sin embargo para el solo era cuestión de minutos, pues sus tropas de orcos y sus gobline riders estaban controlando la situación.

"este mundo es algo débil, dudo que aquí encuentre mi respuesta" – se escuchó de una manera decepcionada departe del rey demonio.

"¿acabamos con este mundo?, Mi señor" – cuestiono con una mirada sádica la chica, era Ultima, una de los súbditos más leales a Rimuru, una Demonio Noble que estaba a las ordenes de Tempest.

"no... ya estamos a pocos minutos que nuestra comitiva derroten a estos soldados, dejémosle el trabajo a ellos." – señalo el Rey demonio.

"se escucha muy confiado, jovencito" – se escuchó detrás de ambos, una hermosa chica de cabello corto color purpura plateado, ojos dorados y una piel demasiado blanca estaba detrás de ambos cruzada de brazos con una espada de cristal colgando en su vaina en su cintura . Era Moroha, la diosa de la Espada, una de las autonombradas hermanas de Touya.

Por un momento el mismo Rimuru se sorprendió, pues ni él ni Ciel pudieron percibir su presencia hasta que ella hablo. Por primera vez en mucho tiempo Rimuru quedo impresionado con la habilidad de alguien.

"no se quien seas, pero caerás al igual que tu reino" – se escuchó de parte de Ultima, mientras se arrojaba contra la diosa, pero ella simplemente con un movimiento veloz llego frente a esta y la noqueo haciendo que callera en el acto.

"¡¡¡Ultima!!!" – grito sorprendido Rimuru. Corriendo hacia su subordinada, Pero Ciel le notifico que solo estaba inconsciente.

"cómo te habrá dicho, solo esta inconsciente" – reacciono Moroha. Lo que hizo a Rimuru sorprenderse, "te habrá dicho" dijo. Pensó Rimuru. En efecto, La Diosa estaba al tanto de la presencia de Ciel en Rimuru.

"¡¡¡¿Quién eres tú?!!!" – cuestiono Rimuru sorprendido, pero preparándose para una batalla desenvainando su espada. Él podía sentirlo, ella no era como los enemigos que lucho en el pasado.

"no soy de este mundo y no vine a luchar, solo vine a hablar, tus actos egoístas están afectando a varios mundos, eso no está bien, te pido que ceses tus hostilidades sin reparo y regreses a tu mundo, regresa a Tempest." – dijo Moroha algo tranquila. Por ese momento, Rimuru se sorprendió más, una persona que noqueo a una de sus principales guerreros de su mundo le decía que regresara a casa. Una persona que sorprendía incluso a los conocimientos de Ciel estaba frente a él, por primera vez en mucho tiempo, Rimuru desconocía lo que podría pasar.

"y ¿si me niego?" – señalo él mientras empezaba a emanar un aura demoniaca.

"eres un ser superior en tu mundo, y muy probable en otros mundos, te pido que reconsideres eso, no es justo que por tu tristeza cubras de infelicidad otros mundos" – señalo preocupada la Diosa.

"Silencio" – dijo Rimuru lanzándose para atacarla, por un  principio el atacaba a distancia, pues quería medir las habilidades de la chica que se encontraba frente a él. Choque de espadas media sus fuerzas, sus habilidades. Poco a poco el ritmo de la batalla se intensifico.

"¡¡¡te dije que solo quiero hablar!!!" – señalo fuertemente la Diosa, algo seria. Mientras acertaba varios golpes, de pronto con un movimiento rápido, Moroha corto los dos brazos de Rimuru lo que hizo que soltara una de sus Katanas.

"Silencio, no tengo nada de qué hablar contigo" – señalo él algo furioso mientras trataba de regenerar sus brazos. Pero se dio cuenta que le costaba lograrlo. Como si alguna clase de poder intentara cellar su habilidad de regeneración.

"Detén esto por favor, detente antes que lo lamentes... el camino que estas eligiendo es un camino lleno de muerte, caos y desesperación" – señalo Moroha implorándole a Rimuru.

"Callate, no me importa nada de lo que digas" - Pues en su interior sentía que un ser superior le impedía lograr llegar a su menta, en su mente pensaba que la misma existencia le negaba poder llegar a su menta, el poder volver a ver a sus seres queridos que fallecieron tiempo atrás. La ira y su tristeza más y más empezaban a crecer dentro de Rimuru al avanzar la batalla.

El calor de la batalla fue tornándose cada vez más feroz, al punto de opacar la batalla se encontraba en disputa entre los Orcos, los goblins y los caballeros del reino que estaba atacando.

Ambos contendientes estaban mostrando algo de cansancio, para Rimuru era una guerrera que la había hecho sudar, no había sentido una presión tan fuerte desde que lucho con Hinata Sakaguchi antes de convertirse en Rey Demonio.

"da vuelta atrás, y regresen a su mundo, por favor" – señalo la Diosa de la espada.

"¡¡¡Cállate!!! ¡nadie me detendrá para llegar a mi mate!" -señalo furiosa Rimuru. Mientras el choque de espadas continuaba. El rugir de la batalla se intensificaba cada segundo, Rimuru usaba su Katana Tempest para bloquear los ataques de Moroha, mientras que ella atacaba de una manera diestra sin dar cuartel.

"esas Katanas que poses... puedo sentirlo. La Katana Tempest, de ella emana un poder divino, y de la Katana Veldora, su poder es algo que sobrepasa la lógica de muchos mundos" – señalo la Diosa de la espada. Mientras hacía terreno para lograr hacer espacio entre ambos.

"entonces, prueba su poder" – señalo Rimuru y con la Katana Veldora usando su máximo poder y velocidad intento acertar un golpe a Mohora, sin embargo, la diosa logro cubrirse con su espada cristalina, cubriendo su cuerpo sin embargo la destrucción que se visualizo era inmensurable. Toda una montaña entera se dividió en dos.

"Lo repetiré de nuevo... ¿Quién eres tú?" – señalo furioso Rimuru.

"Alguien que se preocupa por ti, chico" – señalo la Diosa.

"Deberías estar más preocupada por ti que por mi" – señalo Rimuru. Haciendo que llamas oscuras rodearan a Mohora y de súbito la envistieron golpeando su cuerpo.

"te dije que solo quería hablar, chico" – señalo la diosa después de disiparse las llamaradas. De pronto Rimuru vio a la chica con su ropa algo degastada y rota, con heridas que parecían letales. Sin embargo la Diosa se mantenía en pie., aunque un poco cansada, al igual que Rimuru.

"ya estoy harto de ti y tu insistencia" – dijo Rimuru mientras le pedía a Ciel que activara "Beelzebuth" – "hay otras formas para vencerte" – Afirmor para posteriormente tomar su forma una postura seria y tratar de devorar a La Diosa mientras emanaba de su mano una densa bruma oscura, sin embargo la diosa activo parte de su escasa Aura divina que le quedaba, resultando en un choqué de poderes entre El Aura Dorada/celeste de Mohora y la niebla negras de Rimuru colisionaron en una explosión que mando a ambos al suelo, mientras que sus espadas cayeron en sentido contrario, La espada Cristalina de Mohora y la Katana Veldora cayeron a los pies de Rimuru mientras que la Katana Tempest callo en los pies de la Diosa.

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Mientras tanto en la Fortaleza Babylon, en un lugar en el Reino divino, Touya monitoreaba los incidentes de varios mundos que estaban siendo conquistados. Los Sirvientes de Rimuru estaban enfocándose en un mundo en particular, un mundo donde Rimuru aseguro que sentía un poder mayor de los que sintió en otros mundos. Repentinamente, Touya sintió una sensación de dolor en el pecho, no había sentido ese dolor desde que la última de sus esposas había perecido. Adolorido reacciona de manera asustada.

"¿Que ocurre señor?" – cuestiono preocupada Rosseta.

"¡¡¡No... no de nuevo!!!" – dijo Touya preocupado en el momento de trasportarse al mundo donde percibió lo ocurrido. En cuestión de Segundos llego a donde Mohora estaba inconsciente. Preocupado uso magia de viento para dispersar parte de los escombros y la niebla de tierra que se formaron de la colección de los ataques. Reviso a su hermana y la vio que solo estaba inconsciente, pero viva, a duras penas. Uso parte de su divinidad y se la transfirió a su hermana para poder dejarla fuera de peligro.

Posteriormente Ultima, la subordinada de Rimuru se levanta y va socorrer a su amo.

"¡Señor... ¿está bien? ¡Reaccione!" – decía preocupada, mientras el resto de las tropas de Tempest se reunían en el sitio.

"¡¡¡Pagaran con su vida por haber lastimado a nuestro señor!!!" – gritaron los orcos. Pero fueron detenidos por un ataque paralizador de Touya.

El ver a su hermana herida y grave hizo que la ira de Touya empezara a crecer, alguien había osado lastimar a un ser querido para él y eso es algo que jamás perdonaría, sin embargo, tenía la obligación de no interferir en los asuntos mortales, pero debido a lo acontecido estaba más que dispuesto a romper esa regla.

Touya se acercó a Rimuru, pero fue envestido por Ultima que trato con todas sus fuerzas detenerlo, pero este solo la durmió con una magia oscura. – "no tenía nada contra ustedes, Mi hermana solo quería investigar y arreglar las cosas del modo pacífico, pero la necedad de su amo causo el peor escenario que pudo haber ocurrido..." – dijo Touya, serio para luego mostrar parte de su enojo – "¡¡¡Ahora me convirtieron en su enemigo, terminare con esta cruzada de una buena vez!!!" – Señalo Touya en el momento que de su magia de almacenamiento saco a "Brunhild" su espada/pistola.

Rápidamente reacciono Rimuru y se levantó y tomo las dos espadas que tenía a la mano, Y así dos fuerzas de poder se encontraban frente a frente. Rimuru el Rey demonio más poderoso, el príncipe de la oscuridad y Touya, el heredero de Dios todo poderoso.

"No se quienes sean ustedes, pero si osan interferir en mi camino lo lamentaran, caerás igual a esa chica" – señalo Rimuru mientras rápidamente se regeneraba y le preguntaba a Ciel si podía ver los patrones o estadísticas de Touya, lamentablemente para él, no podía hacer tal cosa. Lo que hizo que Rimuru fuera más precavido.

Touya uso "Accel" y "boost" para empezar la batalla, uso a Bruhlid en modo espada para atacar a Rimuru, pero este evadió el ataque. Continuaron así, lanzando ataques y evadiendo, se media, se estudiaban, trataban de buscar alguna clase de abertura o espacio el cual aprovechar. En cuestión de minutos Touya y Rimuru empezaron a acertar golpes, golpes débiles, heridas superficiales que en el momento que se hacían se sanaban en cuantían de segundos.

De pronto, Rimuru soltó su espada y canalizo rápidamente su energía en su puño, acto seguido uso su velocidad para ponerse frente a Touya y conectar un golpe rápidamente en el estómago que lo arrojo hacia el resto que quedaban de la montaña que recientemente había dividido con su espada. Sin embargo, Touya se reincorporo, uso su vuelo y velocidad para regresarle el golpe a Rimuru el cual bloqueo cruzando sus brazos.

"Eres una amenaza para la existencia, Tempest" – señalo molesto Touya. Mientras trataba de darle una patada, pero Rimuru la bloqueo. Y trato de conectar otra con su pierna derecha. Pero Touya la Bloqueo con Brunhild.

"No me importa, mientras cumpla mi meta, mi propósito... ya no me importa nada" – Señalo Rimuru molesto.

"no eres más que un ególatra, un ser retorcido que no tiene respeto por nada más que por si mismo... tu muerte será un favor parala existencia" – reafirmo Touya.

De pronto, ambos empezaron a volar, al ver que los ataques físicos no servían decidieron usar ataques mágicos. Touya empezaba a crear múltiples para lanzar "Shining Javelins" mientras que Rimuru espesaba manifestar "Megiddo". En el momento de que fueron lanzados los ataque, una barrera en forma de Aurora se manifestó y contuvo ambos ataques haciendo que ambos contendientes quedaran impactados, pues sus técnicas habían sido repelidas por una barrera desconocida, desconocida al menos para Touya.

"No... ¿Qué hace aquí?" – se sorprendió Rimuru buscando a su alrededor al creador de la barrera. Mientras que Touya tocaba la barrera y con una de sus magias absorbía la barrera hasta que la debilito y la rompió. Sin embargo, algo dentro de él se asombró, pues al momento de tocar la barrera sintió un poder muy familia, un poder que para el era muy común... Divinidad, divinidad misma era de la que estaba hecha la barrera. Lo que hizo que se mantuviera en alerta.

Mientras Touya estaba pensando en la razón del por qué estaba una barrera divina protegiendo a Rimuru, una hermosa chica lo embistió y lo proyecto hacia el suelo. Paralelamente de eso, todos los allegados de Rimuru en ese mundo fueron arrastrados por portales que salieron del suelo regresándolos a su mundo de origen.

"¡¡¡AZUSA... ¿Cómo?!!!" - se cuestionó Rimuru pero fue absorbido por un portal que lo digirió a Tempest, al igual que sus subordinados. Y mientras en ese momento Rimuru era absorbido por el portal que creo Azusa, ella, algo debilitada giro a ver a Touya y con una cara furiosa le dijo - "no lo lastimaras... no dejare que lo lastimes" – mientras lo atacaba con una magia de viento, lo que hizo que Touya usara "Accel" para colocarse detrás de Azusa y aprovechar para usar "Take energy" para debilitar a Azusa y tomarla en sus brazos.

"¡¡¡aléjate de ella!!!" – gritaba furioso Rimuru mientras era absorbido por el portal que creo Azusa. Y así lo último que vio fue a Azusa caer en los brazos de Touya. En su mente solo podía sentir odio y rencor.

Touya no desaprovechó la oportunidad, tomo la katana que quedaba de Rimuru y uso su divinidad para transportar a Monoha y a Azusa con él de regreso a Babylon.

En cuestión de segundos Rimuru furioso regreso al mundo donde estaban luchando, pero solo encontró el sombrero de Azusa en el suelo y tras recogerlo cerro los ojos y dijo – "¡¡¡Hijo de perra!!!... ¡¡¡cometiste el pero error de tu miserable vida!!!... ¡¡¡No solo te matare a ti y a esa chica!!!... ¡¡¡sino que te torturare de una manera tan despiadada por la eternidad, que desearas nunca haber nacido... no habrá palabras que explique la agonía y desesperación que vivirás el resto de tu existencia!!!"



El lamento de ser un inmortal. Choque de mundosWhere stories live. Discover now