Capitulo 20

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Sintiéndose tranquilo sujeto la mano de kagome e inconscientemente empezó a acariciar el dorso de su mano con sus dedos en cierta forma esa acción lo ayudaba a relajarse. El olor del lugar era desagradable y el sonido de las máquinas junto con el lloriqueo de los humanos era desesperante y molesto. Quería irse, pero no quería dejar a kagome en ese lugar extraño, haciendo una pequeña mueca miró a kagome que estaba profundamente dormida en la cama y sin dudar se levantó de la silla en la que estaba sentado solo para intentar levantar a kagome para salir de ese lugar

"regresemos a casa"

Susurro con calma mientras la miraba. Su plan era sujetarla y salir por la ventana para regresar al santuario, pero antes de siquiera poder levantarla escuchó varios pasos acercándose a la habitación haciendo que toda su cabeza se pusiera en blanco y entonces un dolor agudo atravesó su pecho solo para terminar volviendo a su forma canina en tan solo un segundo. Era un cambio bastante rápido y menos doloroso comparándolo con los primeros dos

Sintiéndose confundido, pero irritado a la vez, se escondió debajo de la cama de kagome cuando escuchó la puerta abrirse. Vio entrar a un par de hombres con batas blancas y a un par de mujeres detrás de ellos con algunas hojas en sus manos, al ver que empezaron a acercarse a kagome no pudo evitar enseñar sus dientes en amenaza a pesar de que estaba oculto en ese momento

"¿Esta mujer fue atropellada? ¿Su condición es grave?"

Una de las enfermeras preguntó mientras checaba los expedientes de kagome que tenía en sus manos con una mirada curiosa. Al escuchar la pregunta de su enfermera sonrió levemente mientras se acercaba a la cama

"Tuvo mucha suerte, no tiene huesos rotos, pero tuvo un fuerte golpe en su cabeza y varias heridas en su cuerpo" checo sus signos vitales mientras hablaba "es realmente afortunada"

El doctor y las enfermeras asintieron levemente estando de acuerdo mientras se movían para checar a kagome, sacando algo de sangre y también checando su condición completamente, todo mientras sesshomaru se ocultaba debajo de la cama en completo silencio sintiéndose irritado al sentir como tocaban y movían a kagome. Incómodo miro el par de piernas que estaban a su lado y por alguna razón estaba contemplando morderlo con fuerza solo para hacer que se alejara de kagome

"regresa en dos horas a checar su condición"

Por fin después de un tiempo escuchó a uno de esos tipos con bata hablar con una de las mujeres antes de salir al recibir una respuesta afirmativa. Una vez que se fueron salió de debajo de la cama y sin problemas subió a la silla en la que estaba hace un par de minutos y se sentó mientras miraba a kagome. La observo en silencio por un tiempo antes de poner toda su atención en su propio cuerpo analizando qué es lo que acaba de pasarle

Hace tan solo un rato estaba completamente bien y en el segundo siguiente volvió a ser un perro patético. Bufando ligeramente miró a kagome mientras se perdía en sus pensamientos durante mucho tiempo antes de que un pensamiento repentino llegará a su mente. Moviéndose un poco incómodo en la silla cerró los ojos un par de segundos antes de que un dolor recorriera su cuerpo haciéndolo casi gemir de dolor y entonces al abrirlos vio que había vuelto a ser un demonio completo sin ningún desperfecto. Alzó una mano para verla y no pudo evitar reír ligeramente con burla y diversión, ahora sabía lo que estaba pasando

La clave eran sus sentimientos, cuando los reprimía completamente volvía a ser un perro, pero al pensar en kagome su cuerpo entero se calentaba y entonces volvía a su estado original. Quería reír con diversión, pero se contuvo mientras dirigía su mirada a kagome que estaba completamente dormida frente a él. La maldición que estaba sobre él realmente no podía deshacerse, todo dependía de sus sentimientos algo que nunca había dejado que liderará en su vida. Sentía que solo eran una molestia que lo llevarían a morir algún día

Pensar que ahora tenía que ser feliz y lleno de amor para poder volver a su estado de demonio. No estaba molesto por ello, solo lo hacía sentirse divertido por la ironía de la vida. Aun con una sonrisa en su rostro se levantó de donde estaba sentado solo para quitar todas esas cosas que kagome tenía encima, sabía que ese lugar estaba lleno de sanadores, pero no confiaba en ellos, sabía que si llevaba a kagome con él sanaría más rápido. Sintiéndose tranquilo con su decisión tomó a kagome entre sus brazos y se dirigió a la ventana solo para terminar lanzándose a una nube llena de youki 

El perroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora