Emergencias nocturnas

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Algunos días al mes, Morrigan tenía una serie de... Cosas que le pasan igual a todas las mujeres del mundo si no están embarazadas y sus hormonas funcionan correctamente. Lo peor era el primer día, en el que se ponía a llorar de rabia y molestia poniendo a todo Bilskirnir desvelado soportando sus gritos y las tonterías que decía. Así, Thor y Loki debían salir en la madrugada a buscar ciertas cosas para calmar al volcán que tenían ahora en casa.

Así, si Morrigan ya era de por si alguien un poquito insoportable, ahora lo era mucho más...

Morrigan: ¿No me piensas tomar de la mano?

Incluso cuando solo estaban caminando por los pasillos de palacio, ella quería ir de su mano. Thor se callaba, tendiendo su mano hacia ella.

Morrigan: Que me la tomes, no que me la des. Que me la agarres.

Dio un pequeño suspiro tomando la suya con mucho cuidado, y ella la empezó a balancear mientras andaban, pero no tardó en volver a mirarle seriamente.

Morrigan: ¿Ni un beso?

Thor se inclina y le da un beso en la mejilla, siguiendo caminando después.

Morrigan: Así no me gusta, está obligado.

Thor: Pero te lo he dado...

Morrigan: Es que tiene que salir de ti, no que yo te lo pida, por eso no me gusta.

Después de eso, la diosa se dejó caer al suelo dramáticamente, gimoteando y casi llorando y sin soltar su mano, moviendo los pies diciendo que Thor ya no le quería.

El dios suspiraba con resignación, empezando a caminar tirando de su mano, arrastrando a la diosa por el suelo y dejando un río de lágrimas por este.

Luego la noche no era mucho más tranquila...

Thor salía con las pantuflas de casa y Loki con su gorro de dormir, e iban al súper 24 horas ellos solos con un carrito lleno de dulces y frituras de botana. Era fácil echar en el carro cosas que pudieran calmarla, pero ahora habían llegado a lo más complicado de todo.

Parados frente a una gran estantería, miraban somnolientos y sin entender nada, hasta que finalmente...

Thor: Cuál es la maldita diferencia entre una compresa y un tampón...

Loki: Yo que sé... Ni siquiera me acuerdo de lo que nos pidió entre gritos, llantos y delirios mientras se hacía bola en su cama.

Thor: Creo... Que usa compresa.

Loki: ¿Con alas o sin alas? ¿De día o de noche? ¿De tela o de un uso?

Thor: No, no... Al final dijo tampón.

Loki: ¿Los mini, regulares o súper? ¿Y manuales o con colocador?

Thor miró seriamente a Loki, que tenía en sus brazos todos los tipos de cosas que había de cada uno. No sabían que era una compresa con alas, no sabían si los tipos de tampón eran tamaños o cantidad de flujo... Y tenían sueño.

Thor: Echa al carrito uno de cada...

Loki: Morrigan dijo que si nos volvíamos a equivocar nos los íbamos a poner nosotros.

Thor: ... Andar con esto debe ser como tener un pañal.

Lo dijo señalando una compresa de noche, amplia, y luego Loki le enseñó una caja de tampones.

Loki: Pues prefiero llevar ese pañal a tener que ponerme uno de estos.

Thor: ...

Loki: Ni la sabiduría de Odín nos iluminará ahora. Estamos acabados.

Eso sí, después de cinco días con un demonio en vez de una Morri en casa, al amanecer del quinto día de la tragedia, el cielo se abriría dejando entrar de nuevo la luz del sol y llevando a Bilskirnir la paz y la tranquilidad de siempre.

El quinto día, cuando Morrigan ya no padecía nada, su humor era más que bueno y se ponía infinitamente cariñosa con ambos dioses, como si unas horas antes no les culpase de todas las tragedias del mundo entero, y obviamente, ellos debían aceptar sus mimos si no querían de nuevo más dramas. Había que descansar... Hasta el próximo mes... Si la diosa no obtenía una bendición.

Amor, bromas... y mucho drama - Thor, Loki y MorriganWhere stories live. Discover now