capítulo 20

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—Perth—

—No sabes cuánto te extrañe, amor— Poso su mano sobre la mejilla del menor y comenzó a bajarla lentamente hasta llegar a su cuello.

—A-aléjate de mi— Intento empujar al mayor pero este se resistió.

—No nos hemos visto en mucho tiempo, ¿Así que por qué no me tratas mejor?— Cuestiono con una sonrisa maliciosa dibujada en su rostro.

—Perth déjame en paz, por favor...— Murmuró la última palabra, casi inaudible.

—Veo que tienes a alguien nuevo ¿Es el que vino contigo el mismo al que le abriste las piernas para poder quedarte en su casa?— Cuestiono enfadando tomando a Gulf de su camisa.

—Eso a ti no te importa, tú y yo ya no somos nada— Se atrevió a decir, se esperaba algún golpe por parte del alfa, pero por alguna razón ese nunca llego.

—Por favor Gulf, deja de decir tonterías. Tú sabes que eres mío y de nadie más— Con su brazo tomo al omega de la cintura y lo pego más a su cuerpo.

—¡Yo no soy tuyo!— Intento soltarse del agarre, pero no pudo. No le gustaban los toques del mayor, solo le gustaba que le tocara su alfa.

—Gulf cariño, deja de engañarte ¿Si? sabes que no me gusta que me lleves la contraria— forzó más el agarre en la cintura del menor.

—Por favor déjame...— Comenzó a sollozar. No quería a Perth de nuevo en su vida y mucho menos ahora, que estaba por fin siendo feliz junto a su alfa y su cachorro.

—No lo creo, te voy a llevar en dónde solo estemos tú y yo, así como antes— Sonrió acercando su rostro al cuello del menor, pero frunció el entrecejo al notar la marca que adornaba su cuello —No puedo creerlo. ¡En la puta vida me dejaste marcarte y ahora que aparece un alfa cualquiera al que le abres las piernas dejas que te haga su omega como si nada! Te has vuelto toda una puta— Habló enojado agarrando fuertemente al menor, el cual solo estaba mirándolo aterrado.

—N-no me hagas nada Perth, por favor...— Gulf negó rápidamente pensando en todo lo malo que podía pasarle y en lo preocupados que estarían Mew y Kenneth. No quería volver a su pasado, ahora quería estar viviendo el presente con su familia.

Perth suspiro cansado de escuchar los quejidos del menor así que puso en marcha el plan b que había planeado si el omega se negaba a irse con él. De su bolsillo saco un paño que contenía cloroformo y se lo coloco rápidamente al menor así cubriendo su nariz junto con su boca. Gulf comenzó a moverse desesperadamente tratando de liberarse del agarre del alfa, pero por más que lo intento, no lo logro. Su vista se había tornado borrosa, su cuerpo se comenzaba a sentir pesado y su cabeza había comenzado a doler, cuando se percató, ya se encontraba inconsciente y yacía en el frío suelo.

—Otra vez vas a ser solamente mío— Sonrió.

...

—Papá— Llamó el pequeño —Tengo miedo...— Expreso al mirar que se encontraban en un cementerio lleno de tumbas, pensando que un fantasma iba a salir pará atacarlos.

Mew se agachó para tomar fácilmente al infante entre sus brazos.

—Kenneth, dile hola a la mamá que te dio a luz— Se acercó a la gran lápida que tenía en frente.

—¿Mamá? Mamá se quedó en casa— Cuestiono confundido.

—Kenneth, tienes dos madres; la madre que te dio a luz y te trajo a este mundo y tu mamá el que juega contigo, te ama, te consiente y te cuida— Explico de manera que el pequeño entendiera, aunque por supuesto que aún se encontraba analizando lo que su padre le había dicho —Si le dices mamá, ella se pondrá muy feliz— Se agachó para dejar el pequeño de pie en el suelo.

Una mamá para mí hijo - MewGulf (REESCRIBIENDO)Where stories live. Discover now