13. Un poco más

15 3 36
                                    


"Nunca tuve intenciones de regresar, nadie tendría ganas de ir a un lugar en donde inició el dolor, donde aprendí que ser diferente no era una bendición"

Me quedo pensando en sus palabras, eso suena muy a Ivana presionándome para hacer algo, usando argumentos que me ubican como el culpable de todo, tal vez esté exagerando la situación; no obstante no puedo así como así decirle a Erin que me enferma verla con otros hombres.

Su naturaleza no le permite sentirse como yo me siento, en su mundo, en la mayoría de los casos no hace falta una sola mirada, hace falta empezar a forjar algo desde cero, cortejando a quien se quiere conquistar, muchas veces eso puede no funcionar y soy un asco en ese sentido.

Aquí nunca he tenido que esforzarme por agradarle a los demás, menos en ese sentido.

—Es complicado —admito colocando mis codos sobre la mesa y apoyando mi cara entre mis manos.

—Si tienes miedo de que ella pueda no sentirse de igual manera arriésgate, si te dice que no, lo intentas de nuevo hasta que acepte, se detallista pero no atosigante —me recomienda, estoy confundido, eso de cortejar es mucho para mí.

—Es que nunca se hasta que punto debo esforzarme o detenerme, temo arruinar aún más las cosas, tengo miedo de que conozca como soy de verdad —confieso revelando parte de lo que he estado descubriendo últimamente. 

—Esto no es sólo por ella ¿Cierto? —indaga, asiento con la cara escondida tras mis palmas—. Las cosas son así, quien quiera se va a quedar a tu lado porque no le importa como seas mientras seas feliz, quizá muchas veces te reclamen cosas o te aconsejen pero lo van a hacer por tu bien, cuando sus acciones te dañen ahí debes alejarte. Quien no esté de acuerdo a como eres es mejor apartarlo de tu vida.

—¿Y si todos me dejan solo? ¿Si al final resulta que a nadie le importo como para que se quede a mi lado? —digo en interrogativas uno de mis mayores miedos, perder todo lo que tengo, perder a todos mis amigos y perderla a ella.

—Le das muchas vueltas a lo mismo, si ninguno se ha apartado de tu lado hasta ahora no lo van a hacer, no es por alabar tu negatividad, pero no eres alguien que sabe escuchar —me dice—. Has sido siempre así y siguen ahí, o me equivoco.

—Siguen ahí, no se han alejado nunca —revelo.

—Ves, no hay nada sobre lo cual debas preocuparte, dices que estás preocupado por tu compañera de vida, antes ya has estado enamorado de alguien que no era tu mate, si la cosas no funcionan con tu pareja destinada puedes ser feliz con alguien más, eso sí, inténtalo con ella primero —habla, sonrío.

—¿Tienes hijos? —pregunto, con curiosidad, Iris asiente con una sonrisa en el rostro.

—Una hija, ya hace tiempo me ha dado una nieta, pero la mantengo alejada de mí ya que el Consejo nunca ha dejado de seguir mis pasos, si la encuentran podrían dañarla —me cuenta en breve.

—Opino que deberías arriesgarte —menciono, ella sonríe—. Yo me alejé de mi familia también, de quienes estuvieron conmigo durante dieciséis años, prometí volver y nunca lo hice; ahora mi papá adoptivo está muerto, mi hermano fue expulsado y no sé ni el porqué, además no he sabido de mi mamá en mucho tiempo.

—Supongo que cuando prometes volver sólo lo haces por cumplir, no porque realmente vas a volver, es una manera más fácil para lograr que te dejen ir. —Se levanta del lugar que ocupaba y regresa a su trabajo de preparar algo de comer.

No he pronunciado una palabra más, mi vista ha quedado fija en un punto de la mesa sin ver algo en verdad. Prometí volver porque sabía que nunca lo iba a hacer, que lo más seguro era que no volvería en mucho tiempo.

LO QUE SOY © (BLOOD I Nathaniel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora