Capítulo 14

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CAPÍTULO 14.

Brutal- Olivia Rodrigo


Mi piel se eriza completamente y suelto un suspiro tembloroso.

—¿Por qué está aquí?—digo con la voz ahogada.

Hace cinco segundos me había puesto furiosa, pero ahora... ahora me siento vulnerable.

—Después de aquel día no ha dejado de buscarme, y no sé cómo, ha conseguido la dirección del...

—¡Angie!—Troy se detiene cuando se escucha a Chiara gritar al otro lado de la puerta.

—¿Sí?—pregunto alto, por encima del sonido del agua.

—¿Antes de meterte en la ducha no has visto a Troy? Hay una chica que pregunta por él.

Me callo unos segundos y siento que Troy está mirando hacia mí. Entonces me entra el pánico de pensar que me puede ver desnuda.

Oh Dios, ayúdame en...

—¡Angie!

—¡Ah!—grito—¡No, no lo he visto!

—¡Vale, lo esperaremos!

—Apaga el grifo—susurra Troy.

Yo me quedo muda, pero no le hago caso.

—Apaga el maldito grifo, Angie, quiero saber cuándo se va.

—No voy a pagar el grifo, si te la encuentras es tu puto problema. Yo no tengo porque...¡Troy!

Pongo mis manos sobre mis pechos y doy dos pasos hacia atrás cuando abre la cortina a medias y mete la mano dentro.

Hace unos movimientos extraños hasta que da con el grifo, y lo apaga.

Entonces todo se vuelve silencio.

La mano de Troy desaparece y, nerviosa, doy unos pasos hacia delante intentando saber si se ha alejado.

—¡Ah!—vuelvo a gritar cuando su cabeza se asoma por la cortina—¡Troy!—trato de cubrirme con la cortina y suelto un ruido extraño cuando está muy fría.

—¡Que no grites, tonta!

—¡Sal de aquí, estoy desnuda!

—¿En serio? Pensaba que te duchabas con ropa.

—Imbécil.

—Cállate—demanda y me mira a los ojos. Se queda así unos segundos y los empieza a entrecerrar lentamente, igual que veo bajar su mirada de la misma forma...

—¿Un piercing en el pezón? ¿Cuándo?—pregunta frunciendo el ceño.

Bajo mi mirada hacia mis pechos y me tapo lo que la cortina había dejado al descubierto de mala manera.

—Cállate ya y deja de asomarte.

—Sí, ya voy. Pero no enciendas el grifo,
con suerte no te habrán escuchado gritar y podré saber cuándo se va.

La cabeza de Troy desaparece de la ducha y me permito dejar de taparme con la cortina. Suelto un suspiro entrecortado y me paso las manos por la cara.

Nos quedamos unos segundos en silencio y cuando creo que ya se ha ido, se escuchan unas voces, y puedo reconocer perfectamente a Mackenzie.

—¿Cuánto crees que tardará?—escucho—Tengo prisa porque vivo en la otra punta de la ciudad.

—No lo sé...—habla Chiara—¿quieres que lo llame?

Después de aquel día © [#2] (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora