𓂃﹟𝟏𝟗 ꧇ stupid thoughts 1!2 ✰

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       Yuta empujó bruscamente a Mark y se abalanzó hacia adelante, con las venas sobresaliendo de su tensos brazos y los ojos más rojos que nunca.

       ─ ¿Cómo mierda has entrado? ─ gritó, su voz haciendo eco en toda la habitación.

        La rubia continuó con la mandíbula caída durante unos tres minutos más, antes de romper en carcajadas y cubrirse sus aceitosos labios en un estado de shock.

       ─ ¿Eres Yuta o estoy alucinando? ─ soltó, riendo a sus anchas, mientras negaba con la cabeza ─ Diablos, ahora entiendo porqué te haces tanto de rogar...

       Yuta adelantó un largo paso y lanzó una patada sobre una silla cercana, estallando un puño contra la mesa, al tiempo que sus músculos se estrujaban y comprimía ambas mandíbulas, rasgando sus dientes de forma violenta.

      ─ ¿Cómo carajos has entrado?

      ─ Tu sirvienta me abrió... ─ la rubia tomó un nuevo respiro y soltó otra carcajada, todavía agitando la cabeza ─ No sabía que eras... Gay... ¿Y quién es este, eh? Creo que en hombres no tienes buenos gustos.

       Caminó hacia adelante con la misma sonrisa sarcástica en su boca y sus enormes tacos resonando sobre el suelo, colocando de repente toda su atención en Mark.

      ─ ¿En qué instituto estás, cariño? No te he visto antes, ¿Sí sabes con qué tipo de hombre te estás metiendo, verdad?

       La muchacha estuvo al borde de volver a reír, pero su voz se ahogó cuando la mano de Yuta se prendió de todos su cabellos, sacudiendo su cabeza salvajemente para luego elevarla y estrellarla contra la pared en un golpe seco.

       ─ Yukkuri, cálmate... ─ la susurrante y quebrada voz de su empleado resonó en toda la habitación, cómo el sonido del aleteo de un ave.

     Los ojos de Yuta se volvieron hacia él, sin soltarla, y lo encontró con el rostro totalmente enrojecido y las lágrimas deslizándose por la curva de su nariz y de sus labios.

        ─ ¿Yukkuri? ─ la rubia intentó empujarlo, al tiempo que la risa alborotaba su boca ─ ¿Tú le dejas llamarte de esa manera? ¿Tú, Nakamoto Yuta? No puedo creerlo, debo estar teniendo una especie de pesadilla cómica...

       Yuta la volvió a mirar, encontrándose con sus irónicos ojos verdes, y sin pensárselo ni un segundo más; aprisionó su cabellera entre sus dedos y empezó a arrastrarla con fuerza hacia la calle, ignorando sus gritos y los gritos nerviosos de Mark, que sollozaba suplicándole que se calmase. Abrió la puerta y sacudió su cuerpo de un lado a otro, aunque la tipa solo se reía y fingía pedir auxilio.

      ─ ¿Es tu novio? Yo venía a invitarte a la fiesta de esta noche y mira con lo que me encuentro, ¿No quieres ir conmigo? El instituto se jodería de risa si se entera de esto.

       ─ Di una sola palabra y estás muerta ─ masculló, contra su oído, tirando más de su cabeza hasta hacerla gruñir ─ Créeme que estás muerta.

      La muchacha presionó sus ojos y acomodó su bolso sobre su hombro.

       ─ No pienso decir nada, es más, ¿Este será nuestro secreto, verdad, Yuta? ─ la sonrisa volvió a apoderarse de sus labios ─ ¿O debería decirte Yukkuri?

       Yuta agitó su cuerpo una vez más, y finalmente la empujó. Escupiendo al suelo antes de volver a mirarla con sus oscuros ojos encendidos en llamas y sus puños temblándole.

       ─ Lárgate de una puta vez antes de que te mate.

       La observó tambalearse, antes de verla sonreírle con picardía y subirse a su camioneta, desapareciendo de su vista antes de lo previsto.

passionate innocence  ֶָ  yumarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora