"La pena amarga el corazón aún después de diez mil, o cien mil otoños solo se obtiene el premio vano de la inmoralidad"
Durante el asedio a los Túmulos Funerarios las cuatro grandes sectas celebraron su victoria ante el temido Patriarca Yiling, lo q...
ACTO I: El dilema de la Sombra y la Vanidad del Cuerpo
Capitulo I: Dualidad
"La pena es algo que nunca se borrará,
del corazón de cada persona
y será con mis manos que cortaré toda falsedad".
Eventualmente las personas, buscan diezmar las penas que surgen a lo largo de sus vidas. Viven sorteando entre obstáculos que llaman por tantos nombres, que este narrador podría llenar toda esta página y no llegaría al punto por el que decidió escribir esta introducción desde un principio.
Para mí que soy un simple observador, tan atraído por las redes que se tejen alrededor de la verdad, ver como las mentiras son los hilos que tuercen las personas a su favor, el beneficio de convertir su realidad en lo que desean y no en lo que es, acostumbrados a tergiversar sin recibir un castigo, es algo que me es indiferente, pero que tampoco disfruto particularmente.
Tal vez mis motivos te parezcan cuestionables, incluso fuera de toda moral, pero debes comprender que estos conceptos nunca han sido claros desde el inicio de nuestra propia existencia como civilización, somos una sociedad repleta de animales egoístas, depredadores con el don de la palabra y la astucia para llevar a la perdición a nuestras presas antes de devorarlas.
No hay nada más bestial que el propio ser humano.
Por tal motivo he decidido contarte una historia donde no existen consecuencias, solo el resultado de nuestra avaricia, obsesión, egoísmo, narcisismo, vanidad, culpa e terquedad.
Yo no soy el actor principal, pero como el silencioso testigo de los hechos que fui, te contare sin dejar nada al aire, después de todo...tengo el permiso de esa persona.
Al final comprenderás, que las pérdidas son la realidad de una ilusión conocida como victoria, de un efímero sentimiento llamado felicidad y posiblemente la inexplicable lealtad de un par de personas que eran como el agua y el aceite, pero se convirtieron en tal vez el verdadero ejemplo de porque existe en concepto del Yin y el Yang.
Porque no hay que pensar en el orden y el caos como fuerzas opuestas, sino como una sola entidad, una cara con luz y sombras, porque en este mundo no hay blanco y negro, solo matices e infinitas posibilidades.
Este viaje ha dado inicio.
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A las riberas del rio Jialing, una comitiva proveniente de una de las grandes sectas desembarcó en el puerto de la provincia de Fengzhou, los habitantes la reconocieron de inmediato gracias a los estandartes en color morado que mostraban con orgullo el loto de nueve pétalos, siendo ese mismo color predominante en sus túnicas y como al frente, caminando con orgullo y soberbia se encontraba Jiang Wanyin o mejor conocido como Sandu Shengshou.
