T H I R T E E N

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Aún siento frío.

Su cuerpo se mantenía rígido, provocando un dolor en su espalda y columna, las cuales sentían frío y hormigueos al mantener la misma postura que adoptó desde que se había sentando a un lado de la camilla, logrando que esta se sintiera incómoda con cada movimiento que hiciera para acomodarse o acostumbrarse a la forma en la que estaba.

Estiró su mano, en busca de encontrar la del menor para sostenerla entre la suya, la cual ansiaba su frío y suave toque.

"Está vacío..."

Sus ojos se abrieron en seco, alertados por el pensamiento de que hubiera huido mientras dormía, y  por el frío que sentía al no encontrar su mano para sostenerla.

---. ¡Gulf! ---. Despertó, llamando al menor con impresión

Su mirada se posó en el tranquilo rostro del más joven, quien aún permanecía dormido; siendo cubierto por su gabardina negra y una sábana blanca que tenía encima de sí.

Su corazón latió, tranquilo de haber despertado y poder tenerlo junto a él para observar nuevamente su rostro. Un rostro que jamás pudo borrar de su mente.

"Eres muy bello, igual que el día en el que te dejé"

Observó las facciones del más joven, dándose el tiempo de viajar por todo su rostro: desde la curva de sus suaves labios, hasta la delicada forma de sus cejas, las cuales estaban desordenadas y claras, dándole una imagen que le traía miles de recuerdos.
Sus pestañas estaban perfectamente rizadas, igual a esos días, hace siete años, cuando su mirada de ellas no se separaban.
La pequeña y casi invisible cicatriz de su mejilla aún se podía observar; más pequeña que antes, pero más hermosa que siempre.
Algunos de sus mechones cubrían parte de su frente, provocando un sentimiento cálido que hacía a Mew recordar el pasado; cuando dormía al lado del menor y despertaba con la misma imagen que ahora él podía volver a ver en persona. Una imagen que siempre deseó volver a tener. Y por último estaban sus labios; el brillo que los caracterizaba aún se mantenía, haciéndolos ver apetitosos y muy relucientes para todo aquel que de lejos o de cerca los viera.

"No has cambiado en nada, Gulf"

---. Aquí estás ---. Susurró con delicadeza, sonriendo con felicidad al posar su mano en la pierna del menor, quien plácidamente dormía; descansando lo que el trabajo le exigía

"Aún sigues siendo el más bello, cariño"

Su mirada viajó alrededor de la habitación, observando con atención las decoraciones y dibujos que en todo el cuarto había, dándole una cálida imagen de habitación para niños.

"Una habitación de niños, para uno revoltoso"

Los pasos de los enfermeros al otro lado de la puerta se escuchaban, quienes de ellos, la mayoría se retiraban para sus casas, asi como otros llegaban para tomar los turnos que de noche les correspondían.

---. Es tarde ---. Dijo, observando el reloj que en la mesita que permanecía a un costado de la camilla había

Su mano acariciaba la de Gulf, a quien nuevamente observó dormir con atención, asegurándose de que el menor estuviera lo suficientemente dormir para levantarse con cuidado y no irrumpir su sueño.

"Te ves tan tranquilo, que quiero tenerte para siempre"

---. Regreso pronto, Gulf ---. Susurró con delicadeza, dando una suave caricia en la mano del más joven, quien a su aviso no contestó, dándole a Mew la seguridad de que no lo había despertado y que podía continuar con su camino

A|| MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora