➪Luego de dejar a esa chica a su hogar pude irme a la mía, sinceramente estaba exhausta hoy hubo mucha clientela, la cafetería se a vuelto muy reconocida en Tokyo ya que aparte de atender a los clientes, también me encargo de los postres bueno más bien dirá que de todo el local ya que soy la dueña de ese lugar.
Mi único ayudante John, aparte de ser mi mano derecha es mi mejor amigo, el es el único que sabe de mi situación. Su puesto es el mostrador, se encarga de recibir el dinero y de atender al cliente, el huyo de casa a los 12 años una abuelita lo acogió en su hogar, actualmente vive con ella, John tiene mi misma edad 17. Aún siendo mi mejor amigo se comporta como mi hermano mayor sobreprotector, es un poco fastidioso ya que se defenderme no me gusta que me vean como una debilucha, me e enfrentado a una docena de hombres fuertes sola y sin ningún rasguño.
Hay veces en las que pienso en tomarme unas vacaciones, para desestresarme. Mi vida no es algo interesante solo soy una chica normal aparte de aromantica y asexual, siempre me han dicho que busque pareja, pero ¿para que?, para después sufrir de que me pongan los cachos y que solo me quiera para sexo, no soy de esos.
*suspira*
-Jovencita podría darme la hora por favor-
Me habló un abuelito que parecía perdido aparte se notaba que estaba cansado.
-Claro señor, son las 4:51 pm
-Muchas gracias señorita-
-Espere, no puede irse caminando- Le detuve e hice una seña a un taxi que paró y le pagué al taxista para que llevara al señor a su destino.
-Vaya con cuidado señor-
-Muchisimas gracias hijita, no se como pagarte-
-No sé preocupe señor, no es nada, que tenga un buen dia-
Mientras el taxi se iba alejando el viejito soltó una sonrisa
-Aun hay personas buenas en este mundo, y como recompensa tendrá lo que siempre a necesitado-
Con sólo decir eso el señor chaqueño los dedos para luego acomodarse en su asiento y ver el paisaje en lo que llegaba a su destino.
Mientras tanto con nuestra protagonista, se encontraba en la entrada de su casa buscando por sus bolsillos sus llaves cuando las encontró, trató de agarrar las bien pero en su torpeza se le cayeron al suelo.
-Torpe-
Soltó para si misma, agachandose para recoger las llaves, sin mirando cambio de dirección en una esquina de la puerta había una caja azul, con curiosidad la vio y había una carta, tomo la caja junto con la carta para luego proceder a entrar a su casa, era ligera, luego de entrar procedió a dejar el caja en la mesa y toma la carta y se iba a su cuarto para cambiarse.
Luego de ponerse algo más cómodo que era una sudadera con unos shorts negros junto a unos calcetines negros para estar más cómoda.
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