1| Bucket hat boy

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Todas mis ganas de salir temprano se habían acabado cuando entró una paciente con una placenta previa al servicio, si hubiese llegado 10 minutos después hubiese logrado huir para dormir unas cuantas horas antes de regresar al día siguiente. Seguí el protocolo de cirugía y con éxito logré salir con un tiempo de ventaja para tomar el próximo autobús.
Quería descansar ya que este bimestre me tocaba rotar en el servicio VIP donde estaban atendiendo a una persona especial de la cual no sabía nada, solo su historial clínico que me hicieron aprenderme a como dé lugar y en coreano fluido. Eligieron al azar entre los residentes extranjeros y me tocó la fortuna de estar dispuesta en estos dos meses para volver al hospital cuando sea necesario por está paciente, sobre todo porque siendo extranjeros nos sería más difícil saber quién era y sobre todo el querer filtrar información.

Durante las primeras 3 semanas las revisiones de la paciente fueron tranquilas, teníamos que verla cada semana porque era muy cuidadosa con su embarazo de 6 meses; se veía que tenía gran estilo, siempre con ropa, bolsos y zapatos de lo más glamurosos, comentó una amiga que los primeros meses llegaba inclusive con plataformas. Yo apostaba a que era una modelo y Shancai, mi amiga china se inclinaba porque era alguna esposa de un político.
Pero en la cuarta semana de estar en la sala VIP, me hablaron en la madrugada porque había sufrido una hemorragia, llegué en un tiempo récord de 15 minutos al hospital para encontrarme con que era una amenaza de parto pretérmino.
Justo esa semana el ginecólogo, es decir quién está a cargo de mi servicio se había esguinzado una pierna así que me tocaba tomar su lugar, salí a la sala de espera encontrándose completamente vacía, ni las enfermeras estaban, puesto que se encontraban atendiendo la emergencia y una que otra intentaba averiguar el chisme. Cuando de una sala contigua salió un chico alto con lentes oscuros, un bucket hat y cubrebocas, debió ver mi cara de confusión ante su exagerado intento por pasar desapercibido porque hizo una reverencia de 90° a la que correspondí.
—Hola, buen día— su voz llenó todo el pasillo silencioso y repitió la reverencia de 90°
—Buen día— correspondí con otra reverencia —disculpe pero está sala es privada...
— Oh en realidad— interrumpió lo que le decía —vengo a pedir informes de mi hermana que acaban de ingresar y está en esa sala.—
Señaló el lugar de donde acababa de salir.
—En ese caso debo confirmar que sea su hermana por la privacidad de la paciente, si me da alguna identificación...—
—Prefiero no hacerlo pero mire— se bajó el cubrebocas dejando ver una cara tan pequeña y de lo más atractiva. —Será suficiente prueba—
Ahora todo tiene sentido, ¿Quién no conoce a Kwon JiYong en este país? Estaba tan cansada que ni eso me hizo reaccionar así que proseguí.
—Como le dije, debo confirmar que es hermano de la paciente, de otra manera ¿Usted cómo confiaría en un hospital donde no seguimos protocolos de privacidad?—
Dudó un poco mientras se rascaba la cabeza, asintió varias veces —Bien, bien, bien, me convenciste— sacó su identificación y la tendió en mi mano.
Entonces me hice tonta en la computadora de la recepción donde deberían estar las enfermeras, pretendí anotar cosas y leer datos de la identificación, a la vez que memorizaba rápidamente los términos específicos en coreano para explicarle la situación.
Después de regresarle su identificación procedí a presentarme y explicarle lo mejor que pude la situación, él solo asentía con la cabeza mientras su brazo izquierdo estaba doblado, el codo derecho apoyado en este y la mano derecha cubría su boca, una pose muy GD pensé. Me agradeció y firmó los papeles del hospital, al parecer el esposo de Dami, su hermana, estaba de viaje fuera del país y solo podría llegar en la noche de ese día.
Estuvimos al tanto de ella toda la madrugada, las enfermeras no sabían que GD se encontraba en esa sala contigua, solo les dije que un familiar que no reconocí, si claro jaja, era quien estaba presente, por lo que solo yo iba  a darle informes, de vez en cuando fingía pasar por la sala para echar un vistazo, se le veía agitado hasta que llegaron sus padres. Cuando salieron de la sala porque ya podrían ir a verla a su cuarto, noté las caras de asombro de varias personas, ya en el cuarto les repetí la situación y que ella se encontraría descansando.
Todo ese día fue un caos entre las personas que querían entrar a esa habitación para hacer las tareas más inútiles, al final me pedían que lo haga yo para que no erren por los nervios; pero eso solo aumentó mi cansancio.
O sea si me gusta GD, es divino, pero llevo un mes corriendo de un lado al otro al hospital casi sin dormir, por eso no había mucho efecto.

Tomé una siesta de 20 minutos por la tarde y cuando regresé GD ya no estaba, Kim MinJoon, el esposo de Dami estaba tomando su lugar.
Guardaba la esperanza de volver a verlo antes de que diera de alta a Dami, pero no me dio el gusto; aunque agradecí que no haya tenido que verlo con la cara demacrada que pedía comida y un sueño profundo, definitivamente mi aspecto en el hospital no era lo mejor.
Por otro lado, Dami pidió que me mantuvieran en el ala VIP por lo menos en tiempo de su gestación, nos tomamos mucho aprecio esos días, se le veía tan atemorizada por el estado de su bebé y yo estaba tan pendiente porque era el primer caso que me tocaba atender sin ayuda de mi jefe (que ni de chiste contestó mis llamadas a las 3 am). Ella quería un parto natural y era lo que iba a tener, me di cuenta que su estilo imponía pero era muy amable, estoy segura que si pudiera hiciera mil reverencias para agradecer todo, de vez en cuando soltaba comentarios de "su oppa" obvio me recordaba que quisiera verlo, el gran GD sin maquillaje y preocupado no es algo que se vea todos los días.

Untitled |G-Dragon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora