Seungmin corrió hacia su madre cuando ella salió del juzgado. Había sido el tercer juicio que se celebraba para llegar a un acuerdo los dos adultos, aunque por la cara que parecía tener Jisoo, no habían conseguido nada.
A ambos les daba igual los objetos materiales. Los dos habían rechazado la casa, aunque los jueces la había adjudicado a Jisoo.
Por lo que ambos luchaban era por Seungmin.
El chico había intentado en más de una ocasión que lo tomaran en cuenta a la hora de decidir quién conseguiría su custodia, pero decían que aún era menor y debía aceptar lo que la ley decidiera.
— ¿Qué ha pasado?— le preguntó a su madre.
Jisoo clavó su mirada más allá del menor. El chico miró en la misma dirección, encontrándose con él.
— Te vienes conmigo— contestó Minho.
El rostro del chico se volvió pálido al escucharlo. Se giró hacia su madre esperando que dijera algo, pero ella solo bajó la mirada.
— Lo siento, Seung, he perdido el juicio.
El chico estuvo a punto de empezar a llorar al escuchar aquello. Abrazó a su madre y ella no tardó en corresponderle.
— Vamos, Seungmin— lo llamó Minho.
Al ver que el chico no tenía intenciones de acompañarlo, lo agarró del brazo y lo llevó hacia su coche.
— ¿Ya estás otra vez llorando?
Seungmin limpió sus lágrimas con el dorso de su mano.
— Ignórame, por favor— le pidió abriendo la puerta del coche—. Ignórame mientras vivamos juntos.
— ¿Crees que he empleado todos mis medios para conseguir tu custodia para ahora ignorarte?— Seungmin se giró hacia el mayor, escandalizado por sus palabras.
— Tú...
— Compré al juez— reconoció Minho. Aunque ladeó ligeramente la cabeza, componiendo una mueca en su rostro—, en realidad, no lo compré. Él es uno de mis mejores amigos y me hizo el favor.
— ¡Eres un maldito cabrón!— gritó Seungmin, dispuesto a golpearlo, pero Minho agarró sus muñecas y acercó su rostro al del menor.
— Ni se te ocurra montarme un numerito aquí— le advirtió entre dientes.
Seungmin sollozó y bajó la mirada, relajó sus brazos y cuando Minho lo soltó entró al coche. El mayor cerró la puerta de un portazo y rodeó el coche para subir a él.
Seungmin apoyó la cabeza en el cristal, sabía que aquello iba a ser duro.
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hello, daddy ✧ knowmin
FanfictionLee Minho debía admitir que nunca había estado completamente enamorado de su mujer, la verdadera razón por la que se casó con ella fue para tener una excusa que le dejara marcharse de la casa de sus padres. Y pese a que se arrepentía de la monótona...