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Es una pesadilla.

Cuando todo lo que te rodea está en constante caída... Louis no sabía dónde terminaba el suelo y donde comenzaba el cielo, no sabía dónde estaban sus pies y donde llegaban sus brazos. Su mente estaba confusa, su garganta estaba seca.

Solo estaba seguro de una cosa en ese momento, en ese lugar.

Tropezó dentro su propia casa, su mente estancada con pensamientos que creía que había dejado de lado.

HARRY.

Había dejado a un lado el pensamiento de Harry durante tantas semanas, pero había regresado, revelando cada uno de los miedos que Louis tenía tan bien escondidos.

ERES PATÉTICO, LOUIS.

Valeria: - Ah, has vuelto.

Escuchó una voz y apenas miró hacia arriba, vio a la mujer, bajando los escalones. Llevaba una bata larga y roja.

Valeria: - El terapeuta me sugirió hacer algunas actividades tranquilas, así que estoy tejiendo esto - dijo, con una sonrisa en su rostro mientras sostenía un pequeño suéter rojo, con la aguja de tejer todavía puesta. - ¿No es adorable? Se verá tan hermoso en nuestro hijo... - se congeló en medio de sus palabras. El ojiazul tenía lágrimas corriendo por su rostro. Sus ojos se agrandaron. - ¿Qué pasa? - preguntó acercándose a él.

Pero antes de que pudiera hacer un movimiento, Louis se tambaleó hacia adelante y se derrumbó sobre ella, cayendo en sus brazos, escondiendo su rostro en su cuello. La mujer se sorprendió, pero lo rodeó con sus brazos.

Valeria: - Louis - dijo gentilmente. Ya no podía ser dura con él, no podía ser tan dura como solía hacerlo. Tener un hijo era el pretexto perfecto para librarse de su yo pasado y de sus vicios. Siempre recordaba a su propia madre, lo amable que era, lo gentil y cariñosa. Como ella había sido tan ingrata con su amor. No podía hacer lo mismo con Louis.

Louis: - Lo-lo siento - soltó débilmente, y ella negó con la cabeza.

Valeria: - ¿Por qué estás...? No, está bien, no seas así - dijo, sus manos tomando el cabello del hombre. - No llores...

Louis: - Vale... - dijo débilmente, y ella lo hizo callar.

Valeria: - Tu trabajo es difícil, lo sé.

Louis: - No... - intentó de nuevo, abrazándola con más fuerza.

Valeria: - No tienes que preocuparte por el embarazo. Estoy perfectamente bien ahora. Sé que he estado bastante enferma los últimos días...

Louis: - Lo amo, Valeria - exhaló.

La mujer se quedó helada. El hombre comenzó a sollozar sobre su cuello. Ella se quedó allí, abrazándolo.

Louis: - Estoy...estoy enamorado de él - gritó, tan débil que apenas lo escuchó. - Lo siento. Lo s-lo siento... - ella se alejó para mirarlo.

Valeria: - ¿Qué? - preguntó, su voz atascada en su garganta. El miró hacia otro lado, con los ojos llenos de lágrimas.

Louis: - Estoy locamente enamorado de él. Sé que es malo, lo sé. Aun así, no pude evitarlo. T-todos los días, finjo como si no estuviera...no estuviera enamorado - la miró, culpable. - Lo siento...

Valeria: - ¿Estás enamorado de él?

Louis: - Lo siento - no dijo nada más. Estaba esperando... Esperando ese ataque de rabia, la ira, la dura bofetada en su rostro.

Pero no consiguió nada. Su esposa solo asintió, mirando hacia otro lado.

Valeria: - Me iré a la cama - susurró, dándose la vuelta.

I want to love you ; 𝗹𝗮𝗿𝗿𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora