»Capítulo 36«

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Veintinueve de octubre de 2023.

Kerstin Maximoff apenas pudo dormir esa noche. De hecho, durante los dos días que llevaban en Estados Unidos, ni siquiera fueron agradables.

Bucky desde que salieron de Hallstatt había tenido más pesadillas que de costumbre. En Berlín, justo cuando iban a tomar el vuelo por la mañana, se quedaron a dormir en un hotel cercano y entonces hubo una pequeña pelea. Anteriormente tuvieron una los primeros días cuando fue el regreso de la mitad del universo, pero habían arreglado todo antes de irse a dormir. 

—¿Bucky?

Él estaba en la ventana, observando todo lo que estuviera fuera. Estaban preparando el auto para poder dirigirse a la cabaña que estaba a las afueras de la ciudad. Sam ya estaba listo para irse, Kerstin ya estaba colocándose los zapatos negros y estaba acomodándose el vestido negro que usaría para el funeral aquel mediodía.

El sargento la miró encima del hombro, curveó un poco la boca, pero entonces se desvaneció y volvió a ver hacia enfrente.

—¿Estás bien?

—Si, sólo... —hizo una breve pausa—. Sólo que es extraño. Es un funeral, no estoy acostumbrado a ir a uno.

—Nadie lo está —dijo la sokoviana y entonces se colocó a su lado—. Pero también se lo debemos. A él y a su familia que aún están con nosotros.

—Una niña —dijo Barnes—. Es pequeña todavía.

—Pero tiene a su madre —expuso Maximoff—. Y va a ser difícil, pero...la vida sigue.

—Y debe seguir —y la voz de él cambió a ser más áspera. Sin embargo, se pudo recobrar y aclaró su garganta—. Es tiempo de partir.

—Lo es —tomaron sus manos, se alejaron de la ventana y se encaminaron a la salida del lugar.

Sam Wilson ya esperaba en el auto que habían alquilado para usar en aquella ciudad. Por lo tanto, apenas entró la pareja, partieron a las afueras de Georgia, acercándose a la cabaña en donde Tony Stark vivió durante los últimos cinco años junto con Pepper Potts y su pequeña niña, Morgan.

En el momento en que llegaron, de inmediato salieron del auto y entonces observaron al grupo de personas que estaban esparcidas por la entrada de la cabaña.

Kerstin divisó a Evangeline Quill, acompañada de Stephen Strange y un chiquillo de traje que jugaba con sus piernas y tomaba la mano de la castaña.

Más allá estaba T'Challa, Shuri y Okoye. Del otro lado, Steve Rogers junto con Bruce Banner y Scott Lang.

Había muchas caras conocidas a su alrededor, por lo cual, al final sólo se dispusieron a encaminarse para aproximarse a los demás.

Sam se desvió, después Kerstin apretó la mano de su novio y entonces dijo en bajo.

—Comenzará pronto, te veo después, ¿está bien?

Barnes asentó, besó la mejilla de su pareja y sólo se alejó, yendo directamente hasta donde estaba su mejor amigo, Steve.

La sokoviana se quedó sola, pero no por mucho tiempo, sino que sólo giró la cabeza y entonces Evangeline ya estaba saludándola.

Ambas empezaron a caminar, donde al estar frente a frente, Kerstin habló.

—Quería agradecerte —dijo la sokoviana—. Gracias por el portal al final de todo.

—Fue un placer. Me da gusto verte de nuevo, Maximoff —y las curvas de sus labios se movieron, esbozando una sonrisa.

—También es un gusto. Realmente te agradezco el...

Iba a seguir hablando, pero entonces escucharon los pasos veloces de unas piernas y ambas se voltearon, notando al pequeño que se estaba aproximando hasta envolver cariñosamente las piernas de Evangeline.

𝐑𝐞𝐟𝐥𝐞𝐜𝐭𝐢𝐧𝐠 𝐨𝐮𝐫 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭𝐬 [𝐁𝐮𝐜𝐤𝐲 𝐁𝐚𝐫𝐧𝐞𝐬]Where stories live. Discover now