Fantasías prohibidas de una virgen (FP#1) //EN EDICIÓN//

Buenas Noches, Emma (POV Dmitri)

La había observado desde hace algún tiempo. La primera vez fue su risa, ruidosa y tan contagiosa la que llamo mi atención. Luego la había visto con sus ojos llorosos y una enorme sonrisa en su rostro que iluminaba sus hermosos ojos cafés. 

Lo habia sabido entonces, ella tenia que ser mia. 

La forma en que se movía, como parece no notar que mas de una cabeza se gira para mirarla a su paso, como no le importa soltar una carcajada en medio de un silencioso o repleto lugar. 

Ella tenia ese algo refrescante que me llamaba y me atraía como un icaro al sol. La había dibujado siempre sonriendo porque de esa forma la había visto siempre. 

Al principio pensé que solo quería su cuerpo, experimentar en forma de lujuria y pasión toda esa energía y buen humor que parecía emanar. 

Pero cuando inconscientemente empecé a buscarla y anhelarla supe que quería algo mas, lo cual era tan estúpido. Ella no sabia quien era yo, nuestras miradas se cruzaban un par de veces y veía el cambio de la alegría a la lujuria en sus ojos chocolates y de inmediato me ponía duro de solo pensar en tenerla, en poder tocar su piel y besar esos labios rosados. 

Joder! aquella vez en el baño se había excitado tanto que no podía ver ni oír nada mas que ella, ver su cremosa piel, sus ojos oscurecidos por el deseo y escuchar sus suaves gemidos en su oído. 

Ella era intoxican te, la clase de chica de la que sabes que nunca tendrás suficiente y aquel día solo había tenido una probada. 

Ahora ella era mía, podía decirlo con cada gramo de convicción que poseía. Nos había llevado un tiempo pero ahora me encontraba aquí, en medio de la noche, recostado en mi cama con ella pacíficamente dormida junto a mi. 

El suave aroma a canela de su piel me daba la bienvenida y la delgada sabana de algodón que abrazaba su cuerpo desnudo me tenían pensando en toda clase de cosas sucias para hacerle. 

La había hecho gemir y gritar mi nombre en cada maldita superficie de mi apartamento, no me cansaba nunca de esa exhalación de éxtasis en la que decía mi nombre cuando se corría y lo único que parecía recordar era esa simple palabra. 

Sin poder aguantarlo, deslice con cuidado la sabana revelando sus pequeño y perfectos senos, sus pezones rosados y erectos me hicieron sonreír 

-¿que estarás soñando?- 

Moviéndome despacio, con la punta de mi lengua acaricie su pezón, e incluso en la inconsciencia su espalda se arqueo acercando sus pechos a mi codiciosa boca.

Sonriendo lo atrape suavemente entre mis dientes mientras mi mano empezaba a pellizcar el otro, Gimió prolongadamente pero aun no se despertó

apartando la sabana completamente me quede sin aliento al ver su cuerpo desnudo bañado únicamente por la luz de la luna, ella no parecía real y mi cuerpo rugió a la vida, mi erección palpitando dolorosamente dentro de mis pantalones de chándal. 

Con la yema de mis dedos recorrí su costado empezando por su hombro luego bajando por su torso hasta finalmente acariciar sus muslos. 

Siendo un poco mas juguetón roce sus pliegues que para mi deleite estaban húmedos.

-Dmitri- su voz sonaba ronca y podía apostar mis pelotas que no era por el sueño 

-mmm- fue todo lo que dije mientras besaba su cuello 

-no me puedo quejar si empiezas a hacer esto todas las noches- su voz era juguetona y traviesa 

Maldita sea! me encantaba que ella se encendiera bajo mis caricias, que su cuerpo respondiera a mi necesidad de la misma forma que el mio parecía responder a la suya.