Tentaciones...

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No puedo dormir, me retuerzo en las sabanas con la necesidad rugiendo en mi vientre bajando y haciendo estragos en mi vagina, estoy tan húmeda y mi clítoris palpita clamando atención. 

Aprieto mis muslos y doy un gemido frustrado.  

Mis pechos piden ser tocados y mis pezones duros como picos gritan por una boca que los consientan.  

 Pateo el cobertor y acaricio mis pechos sobre la fina tela de mi blusa de tirantes luego mi otra mano acaricia mi vientre y baja a mi zona intima, acariciando y tentando a través del ligero encaje de mis bragas  

Retuerzo un pezón mientras hago presión en mi clítoris, pero no es suficiente  así que me desnudo arrojando mi ropa a un lado  

Con mis manos amaso mis pechos y piñizco mis pezones sacándome un gemido involuntario y entrecortado. 

Luego chupo mi dedo índice y corazón antes de empezar a acariciar mis pliegues, el primer contacto me hace estremecer, me humedecí los dedos para nada porque estoy completamente mojada. 

Aquí es cuando mi imaginación me traiciona y ya no son mis manos las que me acarician y me exploran si no unas manos fuertes y algo callosas. Las manos de un hombre. 

 Me detengo y me pongo de cuatro patas y sigo acariciando y pellizcando mi clítoris mientras me apoyo en mi antebrazo izquierdo.  

Gimo de placer cuando introduzco dos dedos pero en mi mente son dedos mas largos y toscos.  

Mi respiración se agita y siento mi corazón golpear fuertemente mis costillas mientras siento todas mis terminaciones nerviosas sobrecargarse de sensaciones, vuelvo a acostarme sobre mi espalda y abro las piernas pero ahora moviendo más rápido mis dedos y acariciando mis pezones jadeo cuando una punzada de dolor me recorre del pezón hasta mi vagina.  

 Abro los ojos y veo una ligera capa de sudor cubriendo mi piel, siento mis ojos rodar detrás de mi cráneo cuando exploto en éxtasis, ahogo un grito y muerdo fuerte mi labio inferior pero no puedo evitar los gemidos que brotan de mi garganta.  

 Acaricio solo un poco más hasta que los espasmos desaparecen y suspiro. Mi cuerpo sintiéndose como gelatina una vez se ha calmado.  

 Aprieto la mandíbula cuando recupero la cordura y quiero golpearme por volver a imaginarlo a él tocándome haciéndome correr. 

Me levanto de un salto y camino desnuda hasta el baño limpio los rastros de mi orgasmo y mis manos antes de volver a mi habitación y ponerme mi ropa.  

Decido olvidarlo excusándome de estar demasiado excitada para pensar correctamente. Abrazo un cojín y me cubro con las mantas antes de caer en un sueño profundo. 

Me desperté increíblemente feliz (aunque sabía que masturbarme la noche anterior tenía todo que ver con eso)  

No me moleste en vestirme porque era jueves y eran pasadas las diez lo que quería decir que mi madre y… él ya se habrían ido a trabajar.  

Entre en la cocina y fui directo al refrigerador para sacar la leche.  

Abrí la alacena y busque la caja de cereales, estaba un poco alta pero si me empinaba solo un poco… 

Sentí calor irradiar hacia mi espalda y luego sentí la familiar sensación de deseo y lujuria que se despertaba en mi cada vez que él estaba cerca. Me congele en mi lugar.

“Es el esposo de tu madre… es el esposo de tu madre…” repetí ese mantra en mi cabeza una y otra vez, nunca funcionaba pero valía la pena intentarlo.

Una de sus manos aprecio en mi campo de visión y agarro la caja de cereal sin problemas poniéndola a la altura de mis ojos. 

 -aquí tienes- dijo con voz profunda detrás de mi  

 Tome una gran bocanada de aire y un liguero olor a su colonia se filtro por mi nariz confundiendo a mi cerebro y enloqueciendo a mis hormonas  

 Me enfurecí por la reacción de mi cuerpo  

Se lo arrebate y me escabullí 

Serví la leche en un plato y me volví muy consiente de mi vestimenta pero trate de mantenerme lo mas casual y furiosa que pude. No quería que supiera lo mucho que su presencia me afectaba. 

-un gracias, sería muy educado de tu parte-  

Vi una sonrisa decorar esos carnosos y super besables labios  

Mierda! 

Gruñí 

Mientras pasaba junto a el y dejaba la leche en el refrigerador. 

Escuche pasos fuertes azotar las baldosas y luego una puerta siendo azotada. 

Cuando me di cuenta estaba sola en la cocina. Respire de alivio pero también sentí la familiar punzada de decepción lo que solo me molesto mas. 

Luego mi mente convoco una imagen exacta de sus labios y esa sonrisa divertida en su rostro.  

Me felicite pero al mismo tiempo me quería estrangular por no dignarme a mirarlo.  

Sacudí la cabeza para librarme de mis pensamientos. Hoy sería un día largo. 

Fantasías prohibidas de una virgen (FP#1) //EN EDICIÓN//Where stories live. Discover now