...Las mejores cosas pasan cuando no las planeamos, todo lo mejor es lo que nos ocurre de improvisto, cuando no te lo imaginas, cuando menos te lo esperas, si todos supiesen esto la conciencia no dominaría tanto sobre el corazón...
Me aferré a su cabello haciendo que tuviese más contacto con mi intimidad, su lengua se movía con total habilidad dentro y fuera de mi entrada, causando que mis gemidos de placer fuesen expuestos a los cuatro vientos.
Una de sus manos se dirigió a uno de mis senos, comenzando nuevamente con la tortura hacia mi pezón erecto, su vista subió a la mía topándose con mi mirada que expresaba lo mismo que la de él: lujuria.
Esa fue la imagen más excitante que tendría en mi vida. Sin ningún tipo de vergüenza y mientras su mirada permanecía en la mía acarició con su lengua mi clítoris y luego lo succionó sin ningún reparo, causando que gimiera nuevamente su nombre.
— ¿Qué ocurre Adara? —preguntó él haciendo que su aliento al hablar chocara con mi botón más sensible y deseosos porque siguiera aquella tortura, haciendo que me estremeciera al oír mi nombre salir de sus labios con su voz tan embriagante y seductora—. ¿Te gusta que haga esto?
Antes de que pudiese responder volvió a succionar con suavidad mi clítoris haciendo que elevase mis caderas, aquello era demasiado abrumador y excitante como para quedarme quieta.
Volvió a hacerlo una y otra vez para luego penetrarme con su lengua nuevamente.
— Zarek, estoy al punto de... —Mis palabras fueron opacadas por la sensación de mi orgasmo, mi vista se nubló y sentí mi cuerpo tensarse ante el placer mientras su nombre resonaba por las cuatro paredes de mi habitación ya no tan decente.
Él no se apartó mientras seguía lamiendo mi entrada a pesar de que me había corrido en su boca.
Pensé que ahí acabaría el juego pero cuando llevó dos de sus dedos a mi interior, abriéndose paso entre mi sensible carne, gemí con fuerza ante la sensación.
Sostuvo su cuerpo con una de sus manos mientras la otra seguía jugando con mi intimidad, sus ojos volvieron a deparar en los míos sintiendo el deseo en estos.
— Te haré llegar a tu segundo orgasmo seguido —expresó y yo tomé su rostro entre mis manos inclinándome hasta poder atrapar sus labios entre los míos, sintiendo el sabor de mis fluidos en estos pero no me importó.
Me separé de sus labios ante la sensación que causaban sus dedos en mí y me di cuenta de que iba completamente vestido aún. En ese momento me sentí extraña al estar completamente expuesta frente a él mientras aún conservaba su ropa.
Y eso me pareció bastante excitante.
El sonido de la llamada nuevamente llegó a mis oídos con el tono perteneciente al contacto de mi hermana, ella nunca llamaría dos veces seguidas a menos que fuese importante, generalmente si no cogía la llamada enviaba un mensaje de texto.
Me moví bajo Zarek haciendo que se apartara de mí con el ceño fruncido, pero en ese momento la preocupación por Iria era mayor que cualquier lujuria instalada en mi ser.
Gateé hasta la esquina del colchón para recoger mi pantalón del suelo y tomé el teléfono respondiendo la llamada.
— ¿Pasa algo Iria? —pregunté aun con la voz agitada.
— ¿Estás ocupada? —preguntó inmediatamente.
— No —respondí, pero solté un jadeo cuando las manos de Zarek impactaron con mi trasero, obligándome a voltear para verlo.
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Zarek. Mi Dios Griego personal
RandomUn guerrero griego ha sido invocado del pergamino que lo mantiene en cautiverio con el único propósito de servir a su invocadora, en un siglo donde todos es completamente diferente. Su nueva ama no quiere utilizarlo pero el tiene una misión que cump...