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(+18 contenido adulto)

Cuatro meses más tarde.

Natasha's pov:

-¿Vas a darme sexo oral? - Pregunté y Wanda asintió poniéndose de rodillas. - No es necesario.

-Ya lo sé, me gusta hacerlo. - Murmuró - Contigo me gusta...

Se sentó sobre mi regazo moviendo sus caderas sobre mí. Quité mi camiseta y ella me ayudó a sacarla en su totalidad. Me dejó caer sobre la cama y comenzó a bajar besando mi cuello. Sus labios vagaron por mi pecho, mi abdomen... Y mis costillas, dejando una marca en éste último. La sentí respirar cerca de mi pelvis, la elevé para comenzar a bajar mis pantalones, ella me detuvo.

-Lo haré yo, Nataska. Eres mía y yo... Decido cuando desnudarte. - Susurró.

Sonreí excitada. Mi miembro estaba duro como un roble bajo mis pantalones. Pude ver mis boxers completamente abultados, rogando para liberarme.

Wanda se quitó la camiseta y me dejó ver sus senos al aire, sin embargo intentó cubrirlos para luego seguir con la parte baja de su pijama.

-Eres perfecta. - Dije rápidamente. - Y tus senos también lo son... Mírate. Joder... - Murmuré con la voz ronca. - Eres hermosa... Podría admirar tu cuerpo desnudo todo el día. Como una obra de arte...

Ella se sonrojó y me senté en la cama atrayendo su cuerpo al mío. Subió sobre mi regazo. Ella completamente desnuda y yo aún con aquellos estupids boxera negros, gemí levemente al sentirla y ella comenzó a moverse mientras me besaba con lentitud. Sus manos fueron a mi nuca rasgando con sus uñas, yo tomé su espalda con mis manos grandes, intentando hacerla sentir mía con las caricias que le propinaba.

-¿Por qué te cubres, brujita? - Pregunté observándola a los ojos.

-La maternidad es muy linda, pero... Te hace cambiar, mis senos no siguen siendo los mismos y... No me gustan.

Observé sus senos, eran un poco más grandes, tenían unas marcas que ya casi no se notaban.

-No tengo los senos que tenía a los veinte, levantados y sin estrías...

-Cariño, ni siquiera se notan. - Murmuré sincera. Es verdad, si no me hubiese dicho no habría notado las pequeñas marcas. - Me gustan... - Murmuré tomando uno. - Te deseo incluso más que cuando teníamos veinte, Wanda... Los años y la maternidad sólo te pusieron mejor... Me gustas mucho. Estoy loca por ti... Y cada parte de ti...

Ella se sonrió y yo acerqué mi boca a su pezón. Mi lengua lo acarició en círculos y comencé a succionarlo levemente, sin mucha presión para luego soltarlo haciendo un sonido con la boca. Wanda sólo gemía en voz baja acariciando mi nuca. Repetí el proceso con el otro seno, y así, varias veces... Los chupaba deseando que ella se sienta como... De alguna forma, una mujer digna de ser deseada. Wanda definitivamente era más que un objeto de deseo, pero también provocaba aquello en mí, no de forma horrible como si sólo pudiese pensar en sexo al verla, sino... De una forma sensual, en donde ella me... Me indica como amarla... Estoy a su merced. Nada es mejor que estar con una mujer de forma respetuosa y consentida, mi mayor objeto de deseo aquí es hacerla sentir deseada.

-Te necesito... - Susurró.

-Voy a tomarte por completo... - Susurré en su oído. - Con cada centímetro de mí...

-Entonces tómame. - Dijo jadeante. - Hazme tuya... Soy tuya.

Ella me ayudó a bajar el boxer mientras se ponía de rodillas, mi miembro salió de inmediato rozando sus senos. Wanda rozó la punta de su pezón con mi glande haciéndome temblar de inmediato. Sentí sus labios rozar la punta y luego vi como comenzó a hundirlo en su boca con rapidez. Una vez tras otra. Mi miembro era empapado por su saliva y podía verla escurrir hasta llegar a mi pubis.

-Joder... Me gustas así, de rodillas. - Gemí. - Me gustas tanto... Mierda, Wanda... Necesito que te detengas...

Ella hizo caso omiso acariciando lo que no entraba en su boca mientras seguía dandome sexo oral.

-Cariño, quiero estar dentro de ti... - Susurré mientras la veía acomodar sus manos en mis muslos. - Joder... Te deseo tanto. Voy a clavarme tan duro en ti, Wanda Maximoff... Prometo que... Joder. Prometo que... No sentirás las piernas, no podrás olvidar que Natasha Romanoff te hizo suya de la forma más dura y sucia...

Ella dejó de darme sexo oral y se levantó rápidamente, tomé su cintura y la subí sobre mi regazo con brusquedad.

Tomé mi miembro empujando la punta en su entrada. Wanda soltó un gemido, ambas bajamos la mirada viendo como desaparecía dentro de ella. La acomodé contra la cama y salí de ella lentamente para volver a hundirme en ella. Su sexo estaba húmedo y yo simplemente la sentía por completo.

Wanda clavo sus uñas en mi espalda mientras sus caderas se movían buscándome. Como si ella necesitara sentirme dentro y nada más.

-Más... Más rápido. - Gimió ella. Escondí mi rostro contra su clavícula dejando una leve mordida en aquella zona.

-Wanda... Oh, Dios.

Sentía mi orgasmo acercarse con rapidez, llevábamos días sin tener sexo porque Wanda no quería que la vea desnuda, cada vez está más sensible respecto a su cuerpo y yo necesitaba disfrutarla hoy. Necesitaba sentirla y sabía que eso haría que me corriera rápido.

Me dejé ir dentro de ella y eso bastó para que su orgasmo también llegara, pegué mi frente a la suya. Wanda sonrió agotada. Ella también me había necesitado. Salí de ella y me recosté a su lado atrayendola a mi pecho.

-Te amo. - Murmuró Wanda con una sonrisa en el rostro.

-Yo también te amo. - Dije rápidamente.

Este sentimiento llevaba carcomiendome el último mes. Al fin pude sacarlo... Joder.

-¿De verdad? - Preguntó insegura. - Incluso si me veo así...

-Te ves increíble, y yo... Yo te daba. - Murmuré y ella me golpeó. - Fui sincera.

-Deja de pensar con el pene.

-Te amo. - Murmuré. - Estoy enamorada de ti, Wanda. Eso debe ser suficiente.

-Lo es... - Murmuró ella volviendo a acomodarse contra mi pecho.

-Tu también eres suficiente, brujita...

Nota de autor:

¿Subo otro? Pienso mhm

-Codex.

¿Disculpa? [g!p] ; scarletwidow - Wandanat. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora