¿Disculpa? [g!p] ; scarletwidow - Wandanat.

57°

Wanda's pov:

Bajé sintiendo el estómago vacío. Las visitas son en una hora, no pude dormir bien, vomité toda la estúpida noche.

No me siento bien, pero sé que Natasha lo está pasando peor y... No quiero hacérselo más difícil.

Al llegar al final de las escaleras pude oír el ruido del hervidor de agua. Llegué a la cocina y vi a Natasha observando el ventanal. Fuera se veían los árboles moverse por el viento de forma exagerada.

-¿Cómo te sientes? - Pregunté deteniendo el hervidor.

Natasha me observó y noté su rostro hinchado. Lloró toda la noche contra mi pecho, incluso dormida...

-Eh, yo... Uh... Bien. - Murmuró. - Bien... Sí. - Observó su café. Frío y la taza estaba llena.

-¿Te pongo un café caliente? - Pregunté acercándome a ella.

-Sí... Gracias. - Murmuró. Tomé su taza y la vacié en el lavabo. Volví a llenarla con el café caliente que había preparado. En la cafetera de junto.

Se lo entregué y ella tomó mi cintura acariciando mi abdomen.

-Hola. - Murmuró. Luego levantó la mirada, me acerqué a sus labios y dejé un corto beso en ellos. - Hola, amor...

Su voz se cortó y yo besé su cabello, la vi derramar un par de lágrimas y soltó su agarre en mí. Caminé hasta el mueble aéreo buscando una taza para café. Tomé una.

-¿Iremos dónde Nathe? - Pregunté. - El doctor... Me envió los resultados de los exámenes y comenzarán la quimio hoy, la primera sesión. - Murmuré.

-Deberíamos buscar una segunda opinión.

-Natasha... Él es el oncólogo que ha tratado a Nathe por años cuando voy por éstos exámenes. - Murmuré. - Y es hijo de quien trató a tu herm..

-¡Pues quizá está mal! - Gritó y su voz se quebró de inmediato. La sentí comenzar a sollozar con violencia en su sitio.

-Estás hiperventilando. - Murmuré. - Cálmate... Inhala y exhala con lentitud. - Insistí.

Ella lo intentó, sin embargo estaba sufriendo un ataque de pánico.

-No puedo... Me ahogo - Murmuró espantada.

Me acerqué a ella que intentaba abrirse la camisa con desesperación.

-No siento el brazo, es un infarto. - Susurró.

-No, amor. Es un ataque de pánico. Cálmate. - Insistí. Puse mi mano en su pecho. - ¿Sientes el calor de mi mano? - Pregunté y ella asintió mientras seguía temblando.-Concéntrate en eso, mírame.

Sus ojos conectaron con los míos. Me acerqué a besarla con suavidad sin presionar mucho sus labios. Natasha comenzó a relajarse mientras yo iba dejando cortos besos en su boca.

Ella se veía más relajada. Se aferró a mi cuerpo con fuerza y mis manos acariciaron su espalda.

-Tengo miedo. - Admitió. - Tengo tanto miedo, me siento tan culpable, yo... - Suspiró. - No soy tan fuerte para pasar por ésto otra vez, no puedo perderlo, yo... No puedo perderlo cuando pase lejos de él todos los años en los que estuvo sano...

Besé su cabello y la sentí sollozar levemente contra mi pecho.

-Él estará bien. Nathe es... Un niño muy fuerte. Créeme que nada puede con él. - Susurré.

-Tengo miedo... Es todo mi culpa. - Insistió.

-No es tu...

-Sí, lo es. - Susurró. - Y nuevamente no puedo hacer nada... No quiero resignarme a ver a mi hijo morir en la cama de un hospital...